Manual de cultivo de la Salvia Divinorum
Para que una planta prospere, es fundamental proporcionarle el medio ambiente propicio. Y para esto nada mejor que estudiar su hábitat natural.
La salvia divinorum se reproduce principalmente por esquejes.
Sus ramas son frágiles, y al quebrarse caen bajo la planta, donde comienza el proceso de enraizado.
Estas ramas quebradas o esquejes prosperan a la sombra de la planta madre.
Es característica de la salvia evaporar abundante agua por sus hojas.
Esta evaporación crea un ambiente húmedo a su alrededor, y especialmente abajo, donde comienzan a enraizar sus esquejes.
Por eso, al recibir una planta, lo primero es recrear el ambiente.
Tierra húmeda pero no empapada, buena luz natural pero nada de sol directo, protección del viento, y humedad ambiente.
Como cada hogar tiene un clima diferente, es aconsejable tener un rociador para rociarla con agua apenas recibida, y rociarla periódicamente.
La salvia crece muy bien en exterior, pero siempre evitando el sol directo, y protegida del viento y del frío.
La helada la destruye, y temperaturas alrededor de 3 grados detienen el crecimiento.
En interior prospera muy bien, pero hay que asegurar que reciba suficiente luz natural. También tener en cuenta que la calefacción seca el ambiente, por lo que podría necesitar rociarla con agua más seguido.
La salvia divinorum necesita espacio para sus raíces. Si dispone de lugar para desarrollarlas, crecerá y emitirá ramas nuevas.
El trasplante a maceta más grande conviene hacerlo cada vez que la copa de la planta supere en diámetro al de la maceta.
Para el sustrato y trasplante ver el instructivo sobre trasplante.
Principales puntos a tener en cuenta:
Las indicaciones son referencias, pero los tiempos y condiciones cambian para cada lugar, clima y época del año.
Por eso es preciso observar la planta, el clima, y actuar en consecuencia.
Si el clima es húmedo y lluvioso, necesitará menos riego, y más espaciado.
En días secos y calurosos de verano puede necesitar agua dos o tres veces por día.
Así como necesita humedad, el exceso la perjudica. Por lo tanto no regar en exceso.
Para regar, echar el agua lentamente, y detener el riego apenas comience a salir por los orificios de drenaje de la maceta.
Regar demasiado puede arrastrar las partículas finas del sustrato restando elementos necesarios para la planta. Además se pueden crear espacios de aire alrededor de las raíces que terminaran secándolas.
Observar que la tierra no se apelmace ni compacte porque el agua se estancaría y se pudrirían las raíces.
La tierra suelta facilita el drenaje del agua excedente.
Si vemos bajar el nivel de tierra o se observan espacios de aire en algunas partes, reponer con tierra fina y suelta, de la recomendada para transplante.
Mantener la tierra húmeda evitando que se empape de agua.
El medio ambiente ideal de la salvia divinorum es el exterior. Necesita aire libre y reflejo del sol (no sol directo).
Si se cultiva en interior, es conveniente exponerla periódicamente al aire libre teniendo en cuenta los cuidados indicados más arriba.
Los insectos se controlan con cipermetrina. Se diluye en agua de acuerdo a las instrucciones del envase indicada para verduras.
Es bastante resistente a los hongos. Pero de observarse, se controlan con algún fungicida sistémico como carbendazim.
La tierra utilizada para los plantines está compuesta con alto porcentaje de turba, compost de lombriz y perlita.
El resultado es una tierra suelta, permeable, ideal para el desarrollo de la Salvia Divinorum.
Pero también es una tierra que se deshace fácilmente con los movimientos. Por eso utilizamos envases semirrigidos.
Antes de transplantar un plantin:
Asegurarse que el pan de tierra está bien integrado. Esto sucede cuando las raíces se desarrollan lo suficiente para ocupar todo el espacio del envase.
La tierra para maceta nueva:
Utilizar tierra fértil de buena calidad.
Mezclarle bien 10% de compost de lombriz, 10 % de turba, más 10% de perlita.
La maceta nueva.
Obviamente debería ser, por lo menos, del doble de capacidad que la actual. Con buenos orificios de drenaje en la base.
Cubrir la base con 2 centímetros de leca.
Ponerle tierra hasta la altura en que apoyaría el terrón quitado del envase anterior.
Colocar el plantin en el centro, apoyado en la tierra.
Llenar los costados hasta dos centímetros por debajo del borde de tierra del plantin.
Regar suavemente hasta empapar toda la tierra nueva.
El nivel de la tierra nueva va a descender al escurrir el agua del riego.
Agregar más tierra hasta cubrir la tierra del plantin con 1 o 2 centímetros más de altura.
Volver a regar, mojar todo el plantin con lluvia fina. Dejar escurrir.