Hola buenas, tengo 22 años y llevo fumando varios porros al día sin excepción, desde hace ya varios años. Soy un adicto, o era, porque lo pienso dejar atrás y fumaba a todas horas y sin sentido. No fumaba porque me apetecía, fumaba por norma. Sin porros no salía con mis colegas porque hace ya tiempo que las tardes giran en torno a los porros, claro que como siempre tenía, esto no solía pasar. Estaba harto de estar fumado permanentemente, de fumarme un porro y al rato fumar otro porque no era suficiente. Estaba harto de andar todas las noches solo por la calle vacía, a las 2 de la mañana fumándome mi porro, pensando en que el resto del mundo esta durmiendo para ir a trabajar o a estudiar y yo aquí, fumando esta mierda. Y desde hace bastante tiempo, mientras hacía todo esto pensaba: tienes que dejar de fumar, deja esta mierda. Pero no podía, porque el cuerpo me lo pedía. Porque era un adicto.
Esta semana me he decidido, y me he dado cuenta de que no era el cuerpo quien lo pedía, si no la mente, porque en cuanto me he convencido y he cambiado la forma de pensar no he necesitado fumar en absoluto. He estado con colegas, les he dicho que se fumen su porro tranquilamente delante de mí, que estoy preparado, "la prueba de oro jajaja" les decía. Y la superé, porque sabía que no iba a fumar, porque sabía que ahora sí, que lo había decidido. Lunes, martes, miércoles, no he fumado en todo el día. Ayer, miércoles noche un amigo se estaba fumando uno y dudaba si fumar o no, pero aunque fueran unas simples caladas y ya está, no quería ya que quiero limpiar mi cuerpo y si fumo una sola calada no habré empezado a no fumar el lunes, si no a partir de esa calada y sería vuelta a empezar. No obstante lo hice, le di una calada, una sola. Arrepentido un poco por hacer lo que no iba a hacer, aparte de que una calada es absurda ya que no es suficiente para provocarme ningún efecto, pero si suficiente para romper con mi abstinencia. Pero, al mismo tiempo, con la satisfacción de que lo único que hizo fue convencerme más aún de que lo voy a dejar.
Dicho esto comentaré mi problema:
Estos días que llevo sin fumar, no tengo apetito, casi no como. Empiezo a comer y a medio plato no puedo más, no tengo ganas, y no puedo comer a la fuerza.
Durante el día estoy perfecto, pero de noche, después de cenar, estoy desganado, vacío. Estaba viciadillo a un juego y ni me apetece jugar. No me apetece nada. Solo me tiro en la cama y me pongo algún vídeo de risa para no hundirme.
Cuando fumaba me acostaba a las 3, 4, incluso 5 de la mañana. Desde que no fumo me entra el sueño a las 12, me acuesto más pronto, pero a pesar de eso no descanso. Me cuesta dormirme al principio, luego duermo del tirón hasta las 6 de la mañana, cuando llega lo peor: mi padre se levanta para ir a trabajar y yo, medio consciente medio dormido soy testigo de todo. Sube la persiana, desayuna, se ducha, esto y lo otro... y yo dando vueltas. Luego los niños del vecino salen a clase y yo dando vueltas. Y pasan los autobuses de los colegios y yo dando vueltas. Y oigo cada coche que sale del garaje taladrándome el cráneo, y yo sigo dando vueltas, ya con la espalda reventada, desesperado, ya dándole vueltas también a la cabeza pensando en cosas negativas que se suman a mi tortura.
Es insoportable, no aguanto esta situación. He leído, y está claro, que es por dejar los porros y que solo dura unos días, pero me da igual. Me mata, me consume por dentro, no descanso, no como casi nada. Será por dejar los porros, pero la causa no quiere decir que sea sano, ni que se solucione. Estoy pensando en ir mañana al médico y contarle exactamente esto. Está claro que es por los porros pero eso no soluciona el problema y lo estoy pasando muy mal, sobretodo por las noches.
Y bueno yo creo que eso es todo. Si alguien puede darme algún consejo o ha pasado por lo mismo, lo leeré encantado. Gracias y un saludo!
Esta semana me he decidido, y me he dado cuenta de que no era el cuerpo quien lo pedía, si no la mente, porque en cuanto me he convencido y he cambiado la forma de pensar no he necesitado fumar en absoluto. He estado con colegas, les he dicho que se fumen su porro tranquilamente delante de mí, que estoy preparado, "la prueba de oro jajaja" les decía. Y la superé, porque sabía que no iba a fumar, porque sabía que ahora sí, que lo había decidido. Lunes, martes, miércoles, no he fumado en todo el día. Ayer, miércoles noche un amigo se estaba fumando uno y dudaba si fumar o no, pero aunque fueran unas simples caladas y ya está, no quería ya que quiero limpiar mi cuerpo y si fumo una sola calada no habré empezado a no fumar el lunes, si no a partir de esa calada y sería vuelta a empezar. No obstante lo hice, le di una calada, una sola. Arrepentido un poco por hacer lo que no iba a hacer, aparte de que una calada es absurda ya que no es suficiente para provocarme ningún efecto, pero si suficiente para romper con mi abstinencia. Pero, al mismo tiempo, con la satisfacción de que lo único que hizo fue convencerme más aún de que lo voy a dejar.
Dicho esto comentaré mi problema:
Estos días que llevo sin fumar, no tengo apetito, casi no como. Empiezo a comer y a medio plato no puedo más, no tengo ganas, y no puedo comer a la fuerza.
Durante el día estoy perfecto, pero de noche, después de cenar, estoy desganado, vacío. Estaba viciadillo a un juego y ni me apetece jugar. No me apetece nada. Solo me tiro en la cama y me pongo algún vídeo de risa para no hundirme.
Cuando fumaba me acostaba a las 3, 4, incluso 5 de la mañana. Desde que no fumo me entra el sueño a las 12, me acuesto más pronto, pero a pesar de eso no descanso. Me cuesta dormirme al principio, luego duermo del tirón hasta las 6 de la mañana, cuando llega lo peor: mi padre se levanta para ir a trabajar y yo, medio consciente medio dormido soy testigo de todo. Sube la persiana, desayuna, se ducha, esto y lo otro... y yo dando vueltas. Luego los niños del vecino salen a clase y yo dando vueltas. Y pasan los autobuses de los colegios y yo dando vueltas. Y oigo cada coche que sale del garaje taladrándome el cráneo, y yo sigo dando vueltas, ya con la espalda reventada, desesperado, ya dándole vueltas también a la cabeza pensando en cosas negativas que se suman a mi tortura.
Es insoportable, no aguanto esta situación. He leído, y está claro, que es por dejar los porros y que solo dura unos días, pero me da igual. Me mata, me consume por dentro, no descanso, no como casi nada. Será por dejar los porros, pero la causa no quiere decir que sea sano, ni que se solucione. Estoy pensando en ir mañana al médico y contarle exactamente esto. Está claro que es por los porros pero eso no soluciona el problema y lo estoy pasando muy mal, sobretodo por las noches.
Y bueno yo creo que eso es todo. Si alguien puede darme algún consejo o ha pasado por lo mismo, lo leeré encantado. Gracias y un saludo!