Uno de los casos de quemadura más común es por la altura del foco, ya que muchos cultivadores tienen estipulado eso de los 60cm en un foco de 600w y acaban con cogollos secos en la propia planta. La altura del foco la tiene que determinar la temperatura usando un termohigrómetro, y aunque esté a un metro, tus plantas irán bien y no las quemarás por estar tan cerca de la fuente de luz. Cuando se nos quema por el foco podemos ver claramente que la zona más afectada es la de la punta de la planta, que amarillea hasta que acaba secándose completamente, y si es un cogollo también acabará seco.
Otras de las quemaduras que aparecen en las hojas aparecen por no tener las raíces sanas. Se pueden estropear por varios motivos, como son sequedad extrema varios días seguidos, cultivar la planta en una maceta demasiado grande de inicio, abusar del agua de riego o por abusar de los fertilizantes. Todas esas cosas harán que tus plantas cojan tonos feos y se acaben quemando, ya que harán la fotosíntesis con la luz, y al no poder chupar la suficiente agua por las raíces acabarán deshidratadas y quemadas. Se reconocen esas quemaduras por que empiezan con pecas marrones en las hojas, que acaban extendiéndose por toda la hoja haciéndola marrón hasta que se seca por completo y cae.
Muchas veces tenemos que pulverizar nuestras plantas con abonos foliares o con preventivos anti.hongos y insecticidas, y a la hora de pulverizar hay que tener cuidado con la luz sino puede causar quemaduras graves en tus plantas. Para poder pulverizarlas hay que estar seguros de que un par de horas después no va a recibir luz excesiva, ni del sol ni de los focos de cultivo interior. Si lo hacemos en exterior habrá que hacerlo o a primera hora de la mañana si el clima es malo y hace frío, o a última hora de la tarde si tenemos buen clima y no corremos riesgos de que baje demasiado la temperatura de noche y coja hongos. Si lo hacemos en interior, tendremos que levantar las lámparas lo que podamos hasta que nuestras plantas se sequen en un par de horitas, y si no se puede levantar, sacarlas fuera del cultivo para poderlas pulverizar, y cuando se sequen las volvemos a meter. Se reconocen éstas quemaduras por que se nota que se ha quemado donde había una gota de agua, hace efecto lupa y se quema con la luz, el efecto es simple.
La más desconocida de las quemaduras es la que produce el ventilador en las plantas. Una corriente de aire directa en nuestras plantas puede producir quemaduras en las hojas, que si no las relacionamos nos podemos volver locos buscando el problema. Aunque sea oscilante, si cuando el ventilador pasa mueve en exceso la planta, la hoja se seca más rápido que se hidrata, entonces se acaba secando la hoja y cayendo. Estas quemaduras suelen darse en la zona más alta de las plantas, donde le da el ventilador en las copas, y la planta más cercana al ventilador es la que lo sufre. Bajando la velocidad del ventilador o alejándolo de las plantas conseguiremos frenar las quemaduras. Lo difícil es dentro de un armario, donde lo mejor es poner varios ventiladores de baja potencia en vez de uno solo y potente, ya que nos será prácticamente imposible alejarlo al carecer de espacio.
Éstos son los tipos de quemaduras más frecuentes en el cultivo interior, que es donde suelen quemarse las plantas. En exterior a veces se nos pueden quemar del sol si hace un calor muy excesivo, pero no es frecuente. éste año por ejemplo a sido devastador el calor, y muchas de las cosechas de exterior por el mediterráneo se han fastidiado por el caluroso viento de poniente del verano, pero ya te digo, en 10 años el primero que me ha pasado esto. Esperemos que tarde otros 10 años al menos en volvernos a fastidiar.