“Aspiré un sorbo. Fue hermoso. Y mi vaporizador y yo hemos estado juntos desde entonces.”
En Cannabist leíamos a Whoopi Goldberg como nueva colaboradora o colunnista. Mi vaporizador y yo mantenemos una relación privada. Claro, a veces muestro mi “vapor” a un amigo y lo compartimos. Pero sobre todo es para mi para combatir mi dolor. Su capacidad para ayudarme y llevar cómodamente el glaucoma en muy importante para mi día a día.
Cuando se lo enseño a un amigo, la reacción del 99 por ciento de las veces es: “Mierda, ¿de dónde sacaste esto y cómo puedo yo conseguir uno?” Se quedán seriamente impresionados por mi “vaporizador pluma”.
Whoopi Goldberg es una nueva colaboradora columnista en The Cannabist , allí hablará sobre el cannabis, legal en los estados que han legalizado la marihuana medicinal , y muy tentada a ensalzar las virtudes del vaporizador personal. No esperaba que su primera columna sea una historia de amor con este aparato, una especie de comedia semi-romántico. Pero funciona, y es verdad, por lo que lo cuento.
Este vaporizador en forma de pluma o bolígrafo ha cambiado mi vida. No, no estoy exagerando. De hecho, su nombre es Sippy. Sí, ella o él es femenina. Y sí, la llamé Sippy porque cojo diminutos, pequeños sorbos – sorbos descarados, incluso – de ella. Y con cada sorbo viene mi alivio – de la presión, el dolor, el estrés, el malestar.
Hace dos años, que dejé de fumar cigarrillos, realmente traté de fumarme un porro. Tuve que “realmente intentarlo” porque tuve un mal rato con él. De repente tuve pulmones virginales, y me sentía muy molesta por todo.
“Creo que tengo algo que te gustaría,” me dijo mi hija después de que yo le comentase mi dificultad con los porros. Cuatro días más tarde, ella se presentó y me trajo un vaporizador gigante en una caja. Tenía un gran tubo y una base robusta era bastante grande, y tan pronto como lo vi yo sabía que no podía hacer lo que yo quería.
“Es un vaporizador,” me dijo mi hija. Pero yo sabía que era demasiado. Me dijo: “Aquí, puede inhalar lentamente tanto como quieras. Y es vapor, no se fuma. “Cuando estaba conmigo en la costa este, yo sabía que podía trabajar con ese vaporizador en el escritorio. Pero tan pronto como se fue fue demasiado complicado.
Siete semanas después, mi hija me dijo de nuevo: “Creo que tengo algo que te gustará.” Cuando volvió me dijo,”Basta con una sola aspiración.” Y eso es lo que hice.
Tomé un sorbo. Fue hermoso. Y mi vaporizador-pluma y yo hemos estado juntos desde entonces.
Me encanta mi Sippy, es cierto. Y ahora hay tantos tipos diferentes de vaporizadores personales– algunos con bobinas, algunos tienes que limpiarlos y otros no. Me gustan los simples vaporizadores con cartuchos de aceite de THC, ya que, si no eres fumador o no se puedes inhalar profundamente, es una maravillosa manera de ingerir cannabis.
¿Qué tipo de Kush está en mi “vapor personal” en este momento? La OG Platinum dominancia indica , por supuesto.
Estos “vapors” son ligeros, compactos y portátiles. El vapor es inofensivo y sutil y para mí, una gran parte del cannabis es demasiado fuerte – y cuando tomo comestibles rara vez salgo de la habitación . Con mi vaporizador personal, tengo más control sobre la cantidad de THC que ingiero. Si el dolor de cabeza empieza, yo sé que con un corto sorbo se hace cargo de el. Si la presión dentro de mi cabeza late con fuerza, dos o tres sorbos es la mejor receta.
Estos dolores de cabeza inducidos por el glaucoma que se encienden como los trenes de mercancías – como un BOOM , mi cabeza comienza a estallar, los ojos comienzan a molestarme, todo mi cuerpo comienza a tensarse. Después de utilizar mi vapor se relaja y calma todo. Esto ayuda a detener el dolor de mi cabeza y conel dolor de ojos por el glaucoma, se va el dolor. Es maravilloso.
El efecto es diferente, también. Se siente como un suave y cálida brisa en la playa. Es como si alguien deshace una tenaza, muy lentamente. No es abrumador – y ciertamente no estoy en busca de un “gran colocón” . Estoy en busca de aliviarme.
Solía tomar Advil a puñados por esta misma razón, y ya no tomo más Advil- no por mi ojo. No supone tomar Advil todos los días, y yo las tomaba, productos hechos por el hombre. Pero yo ya puedo hacer esto sin hacerme daño. Además ayuda a que yo sepa cuándo debo hacerlo. Tengo días de trabajo donde tengo que estar clara y si lo necesito después del espectáculo está allí. Y si no siento ningún dolor, se queda en mi bolso.
Utilizo mi Sippy donde quiera que vaya. Y yo soy muy respetuosa cuando estoy en una ciudad que no puede entender lo que hago, así que no hago alarde de ella. La conecto a mi ordenador para cargarlo y aguanta durante mucho tiempo. Es fácil y discreto de usar, y para la gente como yo, que consume marihuana con fines medicinales, es ideal por una serie de razones. De hecho, yo la he recomendado a un montón de gente que conozco y que están pasando por la quimioterapia.
Cuando esos amigos prueban mi vaporizador portátil por primera vez me preguntan dónde pueden conseguir uno para ellos, les digo, “No es legal aquí. Pero si vas al oeste, lo puedes conseguir si es lo que quieres. “Y algunos de ellos se van al oeste donde adquieren un vaporizador personal para ellos. Y por esto no podría estar más feliz, porque es importante que la gente sepa que hay alternativas para el manejo del dolor, y ésto es especialmente mágico.
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