Por Enrique Fornés.- Puestos de trabajo relacionados con la marihuana. En cada playa española puede haber este verano un “weedman”. Y en puntos turísticos de las ciudades: Museo del Prado, Puerta del Sol, Sagrada Familia, Las Ramblas, Ciudad de las Ciencias…
Os propongo una idea. Hay trabajo de “consultor activista ambulante” en España para 500 personas, 50 puestos de trabajo estables en ciudades grandes españolas y 450 más en temporada turística.
“Weedman”, es un chico de Nueva York que se dedica a exponer un cartel en la calle imitando a un pobre, se deja hacer fotos con los turistas y recibe la voluntad. Tiene unos ingresos de 200 dólares diarios, trabajando solo 4 horas al día. Los españoles podemos “copiar y ampliar” el concepto y ofrecer servicios de “consultor activista antiprohibicionista ambulante”.
Si estás en desempleo, piensa seriamente hacerte “Hombre yerba”, “Mujer yerba”, o dicho en inglés original: “Weedmen” o “Weedwoman”. Es un trabajo digno y útil socialmente, que remueve conciencias, quedando una foto como testigo.
Los medios necesarios para convertirse en un “Weedman”/Weedwoman” destacan por su economía. Necesitas:
– Una cartulina de color claro (0.70 euros).
– Un rotulador negro de punta gruesa (2 euros). Un lápiz y una goma.
– Una gorra cannábica para recibir la voluntad.
– Vestimenta con motivos “cannábicos”, “antiprohibicionistas”, para ofrecer un aspecto agradable o divertido, activista.
Tal como concibo este puesto de trabajo, debes ofrecer información al público, saber la ubicación de los growshop cercanos, guiar para recurrir multas por tenencia ilícita, puntos de mercado negro donde se compra yerba, estar al tanto de noticias antiprohibicionistas, ser amable, dejarse hacer fotos aunque la gente no te entregue dinero, sonreír, tener siempre papel de fumar, dar siempre una buena imagen activista en favor de la legalización, despenalización o normalización del cannabis. Estimular que den siempre unas monedas pidiendo con la gorra o la mano y una amplia sonrisa.
No te preocupes si tus conocimientos del cannabis son limitados. Lo principal es imitar a un pobre con los carteles en inglés y español.
Puedes dar en mano octavillas con lemas activistas (“No + multas”) y propaganda de asociaciones cannábicas. Dar papelitos informativos con los servicios gratis que ofreces ayudará a sentirte pleno activista y proyecta una imagen dinámica.
Puedes ponerte una cuerda a la espalda, con el cartel en inglés, para el público que viene en esa dirección, y llevar el otro cartel en castellano en las manos, para el público de frente. Los turistas querrán hacerse fotos con uno u otro cartel, con sus cámaras de fotos. Lo normal es que te den 1 euro, unos más, otros menos.
Puedes llevar una cámara tuya, para dar el servicio de hacer la foto y enviársela por correo electrónico a quien no lleve cámara de fotos.
Puedes tener decenas de ideas creativas sobre servicios que ofrecer, “vestimenta”, complementos (un día llevar un porro de cartulina gigante), carteles informativos anexos, pegatinas, y “puntos calientes” de receptividad de la gente para hacerse la foto (la esquina adecuada, eso te lo enseñará la experiencia).
Más adelante, con el tiempo, prestarás los servicios activistas ambulantes que la gente demande, punto de información, por ejemplo como hacerse socio de ONGs que luchan contra el hambre y todo lo que surja a una persona tan interesante como son las itinerantes.
Es básico recordar, que el alma de esta idea, es la que tuvo el chico norteamericano al imitar a los mendigos con un cartel “pidiendo para marihuana”. Imitar a los pobres bajo una frase de humor de carácter antiautoritario, ahí está la clave del éxito. De ahí no te tienes que salir: ten siempre un cartel con esa frase. Nunca dejes de ser un “weedman” como el original de la noticia. No olvides imitar a un pobre con una cartulina de política antiautoritaria, aunque prestes otros servicios. Eso te dará dinero. No olvides tu origen, por el peligro de dejar de tener sentido tu trabajo. Aunque amplíes servicios.
Hacer dos carteles como los de la foto, en inglés y español, lleva su tiempo. Dos horas, concretamente. No vale cualquier cartel. El público que observa el cartel ha de llegar a la conclusión visual de que “se lo ha currado”. El cartel hay que hacerlo a mano, primero a lápiz, borrando con goma las equivocaciones, después marcarlo con rotulador y luego rellenarlo de negro.
El cartel, tal como concibo este puesto de trabajo, es el orgullo de cada “Hombre Yerba” o “Mujer Yerba”. Poner siempre el mismo texto original, que sea siempre igual: “Help!, we need money for weed!” o la traducción que he hecho: “Por favor! una ayuda para marihuana!”. Observa los carteles de las fotos, cómo y en qué soporte está confeccionado. Haz caso al dicho “cuando algo funciona, no cambies ni una coma”.
Os contaré por qué os propongo este trabajo de “consultor activista ambulante” definido como “útil socialmente” y “muy próspero”: conozco el caso de una mujer, en la Plaza de la Virgen de Valencia, que se gana 200 euros diarios dando “una ramita de romero” y recibiendo la voluntad. Quien más, quien menos, al turista que conoce el romero, sonríe cuando se le deposita en la mano la ramita de romero y da 1 euro.
Sabiendo ese dato, hace meses leí la noticia en internet de “Weedman” en Nueva York que ganaba 200 dólares diarios. La divisa al cambio no es lo relevante. Lo relevante es “la cantidad redonda de 1 moneda” cuando se pide “en buen sitio y con dedicación”. Y eso son 200 euros o dólares en monedas al día, la mayoría monedas de 50 céntimos o 1 euro. Siendo el euro más caro actualmente, salimos ganando los europeos.
Si la policía local te hostiga, como le sucedió al chico norteamericano, apunta en una libreta día, hora y sucesos ocurridos. Más adelante podrás interponer/ o no, una denuncia. Este consejo vale para todos los casos de “acoso” que sufras en tu vida venga de quien venga.
Si la policía local te pide información, les informas que tu practicas una actividad nueva que no existe hasta la fecha, eres un “consultor activista antiprohibicionista”, gratuito ambulante, sin ser lo mismo estás a mitad camino entre los de “médicos sin fronteras” que no necesitan autorización administrativa (haces activismo, das información) y los “artistas callejeros” (te haces fotos con la gente a cambio de una propina). Ejerces tu libertad de expresión. No es mendicidad, no pides, ofreces servicios de información gratuita y simpatía. Si quieres, les das a los policías una tarjeta de visita que ponga: “Consultor Activista Antiprohibicionista. Cultiva tus derechos”.
Si quieres, haz la prueba de si funciona esta idea del “weedman”, puedes empezar mañana y puedes permitirte en un mes darte de alta en seguridad social, como autónomo, consultor de asuntos políticos, sociales, o cualquier epígrafe similar. Eso te dará seguridad, reconocimiento familiar y confianza.
Os pongo las dos fotos de los carteles “de prueba” que he hecho y la noticia de “Weedman” de hace siete meses, a la que nadie hizo caso en la práctica.
Espero os guste la idea y se la digáis a amigos en paro. Lo único que se necesita es tener mucho morro o mucha necesidad. Este verano en cada localidad turística de la costa podéis hacer el agosto con los “guiris” y españoles turistas con sentido del humor. Es compatible con tener trabajo de media jornada. Otra opción a la crisis es dar “ramitas de romero” (idea también genial).
Si inicias esta actividad en España, escríbeme un correo, o deja un post aquí con tu testimonio, para hacer un seguimiento de las experiencias. Gracias.
Salud y suerte.
Fdo. Enrique Fornés Ángeles. Licenciado en derecho, activista antiprohibicionista.
Valencia, julio 2012.
enriquefornesangeles@hotmail.com
Fuente LiberadaMaria.org