Las variedades autoflorecientes en exterior están cada vez más de moda, pues cuentan con una serie de ventajas que las hace únicas.
Lejos quedan las primeras autoflorecientes que comenzamos a ver hace entre unos 15 años. Esas primeras variedades, rara vez superaban los dos palmos de altura.
Los rendimientos lógicamente no eran elevados, pero sí muy acorde con su pequeño tamaño. Pero aún así resultaron muy interesantes.
Y esto hablando desde el punto de vista de que abrieron la puerta al cultivador principalmente de exterior, a cosechar en fechas que con una variedad de temporada, no podría.
Tanto es así que hoy en día casi todos los bancos de semillas dedican parte de su trabajo al desarrollo de este tipo de genéticas.
Las autoflorecientes de hoy
Hoy en día, las autoflorecientes siguen estando uno o varios peldaños por debajo de las variedades fotodependientes. Tienen unos sabores muy conseguidos. Son plantas que en algunos casos pueden llegar al metro y medio de altura.
Las producciones no están nada mal si tenemos en cuenta el período total de cultivo. Como decimos, las producciones son acordes a su tamaño.
Y la principal característica, es que se pueden cultivar en cualquier época del año. Esto se consigue gracias a un gen que consiguen fijar mediante generaciones.
El cannabis es una planta fotodependiente, es decir que depende de fotoperíodos para completar sus ciclos. Tras el solsticio de invierno las horas de día comienzan a aumentar y las noches se van haciendo más cortas.
Este aumento es muy poco uno o dos minutos al día y hasta el solsticio de verano. En ese momento, los días se van acortando y las noches se van haciendo más largas.
Las plantas de cannabis crecen cuando los días crecen a lo largo de la primavera y mediados de verano, y florecen desde mediados de verano en adelante.
La subespecie ruderalis
La subespecie ruderalis son variedades que tienen su origen en Siberia y Kazajistán, donde las pocas horas de luz y su escasa intensidad hicieron que estas plantas se adaptasen al clima.
Han llegado a evolucionar hasta el punto de no depender de un fotoperíodo para completar los ciclos. Pero también son variedades de poco interés, ya que tienen un bajo contenido en THC.
Pero por contra, son variedades de una enorme resistencia y facilidad de cultivo. Al fin y al cabo son plantas silvestres y casi considerada una mala hierba que crece a orillas de caminos y carreteras.
Esta característica de autofloración o de comenzar a florecer una vez hayan alcanzado las 3-4 semanas de crecimiento, ha sido el origen de las variedades autoflorecientes que hoy conocemos y que hoy por hoy.
Cuando se consigue fijar el gen rudelaris autofloreciente es una variedad que siga manteniendo altos niveles de THC, buen sabor y buena producción de una madre fotodependiente… el resultado es como decimos muy interesante.
Hoy en día ocupan el segundo puesto en ranking de ventas. Tan sólo están por detrás de las semillas feminizadas. Y bastante por delante de las regulares.
Y no es para menos, ya que para muchos cultivadores supone la única posibilidad de poder autoabastecerse ya que no todos tienen ni jardines ni la posibilidad de montar un cultivo interior.
Cómo son las variedades autoflorecientes en exterior
El comportamiento de las variedades autoflorecientes en exterior es siempre el mismo. Crecen de 3 a 5 semanas y comienzan a florecer independientemente de la cantidad de horas de luz.
Pero como cualquier otra variedad de cannabis le encanta el sol, y cuanto más sol, más crecen. Es por ello que las mejores fechas para su cultivo son precisamente ahora.
Faltan más o menos un mes y media para el solsticio de verano. Eso quiere decir que tendrá una buena cantidad de horas de luz para crecer.
Conseguir las plantas de mayor tamaño antes de que comience la floración es fundamental, y cuando mayor cantidad de sol, también más crecerán.
Pero es que además, toda la floración coincidirá con los días más largos y soleados del año, lo que permitirá conseguir unas excelentes cosechas.
En general, de ahora y hasta mediados del verano, son las mejores fechas del años para cultivar variedades autoflorecientes en exterior
Y también en general, se caracterizan por ser plantas muy manejables, de pequeño-mediano tamaño y perfectas para cultivar en cualquier espacio por reducido que sea.
Por ejemplo en pequeñas terrazas, balcones, galerías o jardines, donde sería impensable el cultivo de variedades de temporada.
Se pueden camuflar entre otras plantas y no son muy llamativas, manteniéndose alejadas de las miradas de los curiosos. Y también de los ladrones de plantas, una plaga cada vez más habitual y activa.
Poder cosechar una planta en pleno mes de julio o agosto es un lujo. Esto hace que las variedades autoflorecientes en exterior sean la opción de muchos cultivadores.
Es también una manera de tener un poco de reserva para fumar antes de que se cosechen las plantas de temporada, más productivas al tener más tiempo para alcanzar un gran tamaño.
La fecha límite para el cultivo de autoflorecientes lo debería en parte el clima de cada zona. En el norte de España por ejemplo, conviene cosecharlas a final del verano pues el otoño comienza muy temprano.
En el sur de España, se puede prolongar un poco más la cosecha al poseer otoños secos. En todo caso, hablamos de cosechar, no de comenzar un cultivo.
Toma como referencia el período de floración de la variedad, y empieza último cultivo echando cuantas para no exceder la fecha de corte demasiado.
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