Una de las grandes dudas a la que se enfrenta todo cultivador, es la selección de la variedad que se pretende cultivar de entre las miles que existen hoy en día. En este post te daremos algunas pistas y consejos para conseguir acertar dentro de la que cabe. La elección de la variedad, no deja de ser algo muy personal, y lo que a uno le puede gustar, a otro no. Empezamos hablando de las dos grandes familias cannábicas, por un lado las índicas, y por otro las sativas.
- Las índicas son variedades procedentes en su mayoría de Afganistán, Pakistán y la India. A grandes rasgos, son plantas de floración bastante rápida, de tamaño pequeño-mediano y efectos relajantes o narcóticos.
- Las sativas por otro lado proceden de las zonas tropicales del planeta, como Tailandia, Colombia, México, Jamaica… Son plantas generalmente de floración larga, tamaño mediano-grande y efectos psicoactivos y alegres.
Por lo tanto, cuando se quiere una planta que nos proporcione un efecto relajante, no debemos optar por variedades sativas. Y si queremos una planta para divertirnos y activarnos, no debemos optar por variedades índicas. Del mismo modo, las variedades sativas no son apropiadas para todos los climas, especialmente los de veranos cortos ya que se cosecharán bien entrado el otoño. La combinación de índica y sativa da lugar a un híbrido que ofrece las características de ambas. Un híbrido 50/50 no es tan psicoactivo como una sativa, ni tan relajante como una índica.
Después, por otro lado tenemos las autoflorecientes, que son variedades que no dependen de fotoperíodos para completar sus ciclos. Las autos, sean autoflorecientes índicas, autoflorecientes sativas o híbridos índica/sativa, crecen aproximadamente un mes y florecen independientemente de las horas de luz que reciben y de su tamaño. Aunque hoy en día hay autoflorecientes muy logradas, de gran potencia y producción, todavía no están a la altura de las variedades fotodependientes en estos dos aspectos. Pero en cambio permiten cosechas super rápidas, perfectas para llenar un poco la despensa mientras se espera a que las plantas de temporada estén listas para cosechas.
Las autoflorecientes también son ideales para el cultivo en terrazas o balcones, siendo la única opción de la que disponen muchos cultivadores que no pueden permitirse un interior y no disponen de espacio en el exterior. Al ser plantas que normalmente no alcanzan alturas superiores a 1 metro, son también muy discretas. Y al cosecharse en pocas semanas, se pueden cultivar varias tantas a lo largo de la primavera y el verano.
Otro aspecto que buscan mucho cultivadores, son variedades de cannabis medicinal. Y es este aspecto, casi podemos decir que todas las variedades lo son. Algunas más indicadas para determinadas dolencias o tratamientos que otras. A grandes rasgos, una variedad con alto contenido en THC por ejemplo es muy apropiada para el tratamiento del glaucoma, las migrañas o la depresión. Una variedad con alto contenido en CBD es indicada tratar dolores, reducir tensión muscular o tratar trastornos del sueño.
Y para terminar, algo por lo que se interesan mucho los cultivadores es por el sabor. En este aspecto poco podemos decir, ya que para gustos hay como decimos cientos de variedades. Cítricas, afrutadas, inciensadas, almizcladas, florales, a queso, combustible… no todas las plantas tienen el mismo sabor y aromas, y es una decisión personal esta elección.