Hace por lo menos dos años que Uruguay ve pasar la oportunidad única de generar un nuevo commodity que enriquezca las arcas del estado y los productores locales. Son muchos los empresarios locales que reclaman al gobierno un poco más de audacia y celeridad para ofrecer los marcos regulatorios necesarios para que la industria por fin explote.
En ese contexto, y a la espera de nuevas elecciones presidenciales, factor clave en la toma de decisiones comerciales en Sudamérica, se anunció que ya está lista la primera exportación de cannabis allí producido. Este año la empresa Fotmer dispondrá de seis toneladas de producción; la segunda etapa será de 10 toneladas y el objetivo es llegar a 400.
Con las ventas de cannabis con fines terapéuticos al exterior, Uruguay termina de concretar su apuesta por la legalización total de la planta. Fotmer, empresa de capitales estadounidenses y uruguayos que instaló 18 invernáculos –casi 30.000 m2 techados-, prepara su primera exportación que será a Alemania, luego Canadá y Australia, informó la AFP.
Según datos de Naciones Unidas a 2016, el club de exportadores legales de la droga lo encabezaban Reino Unido (67,7% del total), Holanda (16,4%) y Austria (8,7%).
“Acá estamos. Cortando marihuana. Esta es la extracción de flores. Una planta tiene que llevar entre cinco y 10 minutos por persona” para ser procesada, explicó a la AFP Santiago Bardanca, de 33 años, supervisor en Fotmer. La producción, cortada y secada, será preparada para exportar a Europa, Canadá y Australia.
Uruguay “ha sido visionario” y ahora “el mercado está creciendo”, por eso el país –donde la droga de uso recreativo se vende en farmacias-, puede hacer punta en producción de cannabis medicinal, explica el empresario.
Su meta es clara: este año dispondrá de seis toneladas de producción. La segunda etapa llegará a 10 toneladas, luego 30, y el objetivo final 400, para una inversión total de 15 millones de dólares. Todo el proceso sigue protocolos específicos para abastecer a la industria farmacéutica que es, explica Lewis, el principal destino de su producción de flores y extractos.
Objetivo: proveedor principal
“Nuestro objetivo es convertirnos en un proveedor principal de cannabis de uso médico aprovechando las ventajas legales e institucionales que ofrece Uruguay”, afirma, mientras las cajas destinadas a la planta de secado avanzan aisladas del mundo exterior, en un perímetro altamente asegurado.
Todo comenzó con 10 plantines que fueron clonados hasta llegar a 10.000. “Es emocionante”, comenta Lewis con su equipo al final del proceso, mientras sostiene las primeras bolsas plateadas cargadas de marihuana para exportación. Pesan tres kilos. A un precio en el mercado internacional de tres a siete dólares el gramo, la carga de cada bolsa oscila entre 9.000 y 21.000 dólares.
En el continente americano, los estados de Colorado y Washington en Estados Unidos, y países como Canadá, Colombia y Chile han avanzado en diferentes esquemas de regulación del cannabis. Uruguay estableció una ley pionera para regular su uso recreativo, y ahora apuesta al cannabis medicinal para sacar rédito económico a la iniciativa.