A partir de este mes de Julio, Uruguay se convierte en la primera nación del mundo que controla el mercado de la marihuana desde su producción hasta su comercio final con fines terapéuticos o recreativos.
La ley que lo autoriza fue impulsada por parte del expresidente José Mújica en 2013, y se preveía que entraría en vigor al año siguiente. A la normativa le han seguido varios decretos y ordenanzas relacionados a la reglamentación del uso terapéutico del cannabis, y a su comercialización y venta para consumo adulto.
Cuatro años más tarde, con el expresidente Mújica fuera del poder, la ley ha entrado en vigor casi a regañadientes. Se crearon registros de consumidores y de productores para el autoconsumo. Y el Estado controla el cultivo, envasado y comercio del cannabis a través de una treintena de farmacias. La marihuana, de gran calidad, se comercializa en envases de cinco gramos a un precio equivalente a 1,30$ el gramo, tres veces más económico que en el mercado ilegal. Los usuarios solo pueden adquirir hasta 10 gramos semanales.
El funcionamiento de la medida va a ser seguida por varios Gobiernos de todo el mundo que, como Mújica, están buscando diferentes opciones para combatir el narcotráfico. Sin embargo, los detractores de la ley, entre los que se cuenta el propio sucesor de Mújica, están armándose de argumentos en contra de la normativa.