Michoacán, México.-Teodoro Barajas Rodríguez destacó que “la situación amerita que la universidad promueva el debate y tengamos más elementos para reflexionar sobre lo que ha pasado”
La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) se sumó al debate público en torno a la legalización de la marihuana en algunas entidades de los Estados Unidos y sus repercusiones en México, a través de la mesa redonda Cannabis Habemus, con la participación de expertos en jurisprudencia, psicología, química y promoción cultural, con acceso gratuito para la población.
La disertación tuvo la participación del Secretario de Difusión Cultural y Extensión Universitaria en la UMSNH en calidad de moderador, Teodoro Barajas Rodríguez, quien destacó que “la situación amerita que la universidad promueva el debate y tengamos más elementos para reflexionar sobre lo que ha pasado”, antes de dar la palabra a la jurista en proceso de doctorado, Alma Rosa Bahena Villalobos.
En su intervención, Bahena Villalobos dijo que existen avances en materia de salud pública, aunque se detectan adiciones a leyes que demostraron ser ineficaces: “hay incongruencias normativas en el artículo 478 de la Ley Federal de Salud cuando señala que no se ejercerá acción en contra de los poseedores de marihuana, hasta con cinco gramos, cuando sean farmacodependientes, pero se aplicarán penas de cuatro a ocho años de prisión a distribuidores”.
Además, existen contraposiciones en materia de derechos humanos que garantizan el derecho al libre desarrollo de la personalidad, y aunque la Suprema Corte de Justicia de la Nación emitió resoluciones en ese sentido, las mismas son subjetivas al referirse a la protección de valores, gustos, ideas y expectativas pero con restricciones.
Alma Rosa Bahena agregó que, a pesar de las estrategias disuasivas implementadas por el Estado, no es perceptible la disminución en ese sentido pero sí un aumento exponencial en la violencia, la militarización y la desaparición de ciudadanos.
Por su parte, el doctor en Psicología, Roberto Oropeza, se refirió al hábito adquirido por los consumidores de marihuana, o de otras sustancias como el alcohol o el tabaco, al observar a otros hacerlo, aunque en el caso de la marihuana existieron posturas médicas en décadas anteriores que le atribuían el facilitar la introspección del individuo, aunque éstas cayeron cuando se comprobaron efectos nocivos a largo plazo.
Los argumentos a favor de la legalización, explicó, se refieren a que la marihuana no provoca daños graves al organismo, que se puede abandonar su uso en el momento en que el usuario lo quiera, y que no hay adicción física, sólo psicológica, aunque argumentó también que ninguna de esas posturas tienen una demostración científica. Sin embargo, sí se comprobó un ánimo negativo en los usuarios, ideación suicida, pánico y ansiedad junto a casos de esquizofrenia.
Por su parte, el investigador al servicio del Instituto de Investigaciones Químico-Biológicas, Mario Armando Gómez Hurtado, señaló que la marihuana contiene alrededor de 400 elementos de los cuales 60 son responsables de la alteración de los sentidos, hilaridad, relajación y alteración de la motricidad hasta llegar a la catalepsia, en algunos casos.
Destacó que la ingestión por vía oral requiere de mayores dosis para causar los efectos que son más perceptibles por las vías respiratorias, debido a la acidez del estómago, aunque las barreras naturales en mujeres embarazadas no son de utilidad ante los elementos de la marihuana, mientras que su uso en lo terapéutico permite sustituir a la morfina por la marihuana ya que causa menos adicción, así como para contrarrestar al Parkinson y al alzheimer.
Por último, el promotor cultural Rafael Orozco Flores, aludió al uso ritual de los enervantes en las culturas amerindias y la permanencia de los mismos a pesar de la prohibición legal impuesta por el régimen español en América desde 1620, lo que habla “de una percepción distinta a la que tenemos” en el ámbito indígena.
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