Una falsa moral en torno a la ley contra las drogas en Argentina sigue trabando el acceso de cientos de pacientes a la medicina sagrada.
Ahora, la provincia de Santa Fe vuelve a la carga en sus peticiones al gobierno nacional para que habilite la producción pública de aceite de cannabis.
Así lo informa el periódico El Ciudadano de esa provincia.
Es que Nación habilitó la comercialización de pocas marcas importadas, pero no su producción local.
El laboratorio público provincial (LIF) está preparado para elaborarlo.
El producto que viene del exterior es caro, y circulan los caseros, sin controles. La facultad de Bioquímica alertó sobre su mala calidad.
Alarma académica
Un estudio del laboratorio de la facultad de Ciencias Bioquímicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), concluido este año, encendió la alarma: el 70% del aceite de cannabis analizado, entre la amplia variedad que circula en el mercado, tiene una dosis de principio activo menor que la que necesitan los pacientes, lo que pone en duda su efecto terapéutico.
Su comercialización fue habilitada por el gobierno nacional, pero no su producción en el país, por lo que hay importados legalmente de alto precio y locales o extranjeros más baratos pero que, al ser ilegales, no están sometidos a los controles que aseguren su calidad y composición.
“Santa Fe está lista para producir un producto que cuente con la debida preparación y supervisión profesional, pero por demoras de Nación no podemos ni importar la materia prima ni producirla en nuestro territorio”, destacó el diputado provincial Joaquín Blanco sobre el doble estándar de la habilitación argentina.
Los resultados de los análisis realizados por el laboratorio de la facultad de Ciencias Bioquímicas concluyen que siete de cada diez muestras que reciben, provenientes del mercado ilegal, tienen un bajo contenido de cannabinoides (CDB y THC), por lo que no cumplen con su función terapéutica.
“En el estado de situación actual, las personas deben pagar costos altísimos para adquirir el producto importado, recurrir a preparados en forma artesanal o que se compran en el mercado negro. Incluso, si hoy uno ingresa a Mercado Libre, puede comprar el aceite, pero el problema es que es imposible saber cuál es el contenido real de ese frasco”, añadió el legislador.
“Si Anmat (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) otorga la autorización al LIF (laboratorio público provincial) para la producción del aceite, éste tipo de irregularidades se vería reducida”, aclaró el legislador.
Provincia pionera
El diputado destacó los resultados del estudio a raíz de que Santa Fe cuenta con la ley de Cannabis Medicinal desde hace tres años.
La norma, por los choques con la regulación nacional, no pudo ser aplicada en su totalidad.
“La esencia de la ley es la producción pública de estos medicamentos, y así poder cubrir la demanda a todos los pacientes, pero no nos autorizan la importación de cannabis (una posibilidad es desde Uruguay) para que nuestro laboratorio público pueda hacerlo”, destacó Blanco, uno de los autores de la ley.
Santa Fe cubre hoy la demanda de 45 pacientes de la obra social Iapos, que importa el aceite desde Estados Unidos.
“Si nos autorizan la producción propia, podemos ofrecer en todo el territorio un producto realizado por profesionales y con supervisión médica, y así los pacientes no tendrían que acceder a un aceite con bajo contenido de cannabinoides”, expresó Blanco.
El legislador agregó que eso “facilitará la generación de estadísticas públicas, que estarán al alcance de todos” y la investigación de los efectos del aceite en otras enfermedades.
“El LIF es una de las instituciones más importantes del país en materia de producción de medicamentos, nos resulta discriminatorio que sigan demorando las gestiones, cuando, por ejemplo, se autorizó al Gobierno de Jujuy a cultivar cannabis junto a una empresa privada de Estados Unidos, convirtiéndose en el único centro de producción legal en el país”, añadió Blanco.
“Debemos garantizar a las personas que necesitan el aceite de cannabis, que consigan uno de calidad, acorde a los efectos terapéuticos deseados. En Santa Fe tenemos los profesionales, las herramientas y el marco legal para poder hacerlo pero Nación debe dejarnos”, finalizó el diputado.