El desarrollo del cannabis medicinal en Argentina está lejos de ser federal, pero provincias y municipios ya le toman el gusto.
Ahora, BAE Negocios da cuenta de un nuevo proyecto que estará ubicado en un predio de unas 100 hectáreas en la localidad de San Pedro, en la provincia de Buenos Aires.
En el lugar habrá tierras para cultivar y también plantas para fabricar diferentes productos.
La utilización del cannabis medicinal es cada vez más adoptada en todo el mundo y en Argentina gana cada vez más adeptos.
Atentos a este contexto, son cada vez más las empresas que buscan participar de esta industria.
En ese sentido, la localidad bonaerense de San Pedro está dando un primer paso, que puede ser fundamental en el desarrollo de la actividad.
La empresa Clúster Cannábico acaba de firmar una carta de intención con el municipio para crear el primer parque industrial para la producción integral del cannabis y sus derivados.
100 hectáreas
“La idea es concentrar en un predio de unas cien hectáreas a empresas de diferentes rubros que quieren participar del negocio”.
“En el lugar habrá tierras para cultivar y también plantas para elaborar el producto terminado”.
“Ya hay muchos interesados de diferentes perfiles: desde empresas farmacéuticas, científicas y tecnológicas hasta productoras de cosméticos, alimentos y bebidas”.
“Por lo general, son emprendedores jóvenes aunque tampoco descarto que se puedan sumar compañías grandes”. Le explicó a BAE Negocios Pablo Fazio, Presidente del proyecto del clúster.
El empresario asegura que tienen en vista unos cinco terrenos en la zona e indica que el elegido debe cumplir varias condiciones.
“No puede estar cerca del centro urbano, tiene que tener buenos accesos que garanticen una adecuada logística para la exportación y debe contar con todos los servicios de energía”.
La inversión para la compra de las tierras y para todas las obras de infraestructura estará a cargo de la compañía que lidera Fazio.
La iniciativa pública-privada, se inscribe en el marco de la Ley 27.350/17 y su reglamentación, que habilita en el país la producción, investigación científico-medicinal y uso terapéutico y paliativo de la planta de cannabis.
No obstante, Fazio asegura que para qué este proyecto, en particular, y el mercado, en general, tengan un crecimiento exponencial “hace falta avanzar con un marco normativo para vender industrialmente, ya que la reglamentación hoy no lo permite”.
“La regulación es restrictiva pero sabemos que al Gobierno le interesa avanzar con el tema”.
A favor de la actividad
“Incluso, el ministro de Salud (de Argentina), Ginés González García, y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, se expresaron a favor del crecimiento de la actividad”.
Con respecto a la elección de San Pedro como destino del proyecto, el ejecutivo indicó que “estamos cerca de los puertos más importantes del país, hay profesionales y mano de obra calificada en cultivos intensivos y tenemos muchas esperanzas en la reactivación del sector agroindustrial por su rol dentro de la economía del partido, generando muchos puestos de trabajo”, señaló.
“Este es probablemente uno de los proyectos de cannabis más ambiciosos de América Latina. Donde el Estado asume un rol central como articulador, facilitador y ordenador de la actividad. Y genera los incentivos adecuados para que los privados encuentren el ambiente más propicio para desarrollar sus actividades; innovar, generar valor agregado, producir y salir a poner a Argentina en un lugar importante en la industria del cannabis a nivel global”, concluye Fazio.
Tres años y algunos meses después de la sanción de la ley que permite el uso medicinal de la marihuana en Argentina, y luego de 80 años de prohibición, los consumidores que hasta ahora debían moverse en la clandestinidad a riesgo de ir presos recibirán la noticia que tanto esperaban:
El Gobierno permitirá finalmente que los usuarios terapéuticos puedan cultivar en sus hogares la planta de cannabis. Además de habilitar su expendio en farmacias y proyectar cultivos y producción pública.
FUSIONES
Tras casi un año de no concretarse casi ningún acuerdo, las empresas de cannabis se preparan para fusiones y adquisiciones.
Es que las valoraciones realistas de las acciones y la perspectiva de legalización en Estados Unidos atraen compradores a un sector que ha sido diezmado por el exceso de oferta y otros problemas, según ejecutivos e inversores.
Las compañías rentables del sector buscan abrirse camino en segmentos de nicho y expandir sus marcas. Se apuesta a que las elecciones presidenciales de noviembre llevarán a que la marihuana se vuelva legal en todo Estados Unidos.
Los acuerdos de distribución también podrían ayudar a las firmas a llegar a consumidores. Y quienes han mostrado un mayor apetito por los productos de marihuana desde el inicio de la pandemia del coronavirus (covid-19), indica el sitio mexicano Expansión.
Aphria, uno de los productores más grandes de Canadá, está abierto a realizar compras si agrega una marca de consumo conocida a su portafolio de bebidas o si ayuda a la compañía a superar la falta de producción de chocolate, dijo a la agencia Reuters el presidente ejecutivo Irwin Simon.
Canopy Growth, el mayor productor de marihuana canadiense por valor de mercado, tenía alrededor de 2.000 millones de dólares canadienses en efectivo a fines de junio.
Persiguiendo adquisiciones
El sólido balance le permite perseguir adquisiciones y las condiciones actuales del mercado brindarían oportunidades frecuentes; dijo un portavoz de la empresa, que está respaldada por el fabricante de cerveza Corona Constellation Brands.
Desde su punto álgido en agosto de 2018 en el período previo a la legalización de la hierba recreativa en Canadá, el índice de acciones de cannabis ha bajado un 70%.
Las fusiones y adquisiciones cayeron un 80% y la obtención de capital se desplomó un 70% a 2.710 millones de dólares al 31 de julio.
Sin embargo, a medida que la demanda de marihuana aumentó en los confinamientos, los precios de las acciones se han recuperado. Lo que aumenta las posibilidades de que haya fondos disponibles para algunos acuerdos.