A pesar de las numerosas señales optimistas en ese sentido, el turismo cannábico no será una realidad en Uruguay en esta temporada veraniega.
El plan comprende ofrecer a quienes visiten Uruguay la posibilidad de comprar cannabis producido por el estado, tal como pueden hacer nacionales y residentes.
El turismo cannábico es un viejo reclamo de muchos operadores del ramo en Uruguay, que plantean la necesidad de ampliar el mercado en torno a la hierba.
Es también una apuesta para el propio Gobierno uruguayo, que sabe que el turismo cannábico es una realidad, aun en la ilegalidad, y quiere cortar con ello.
“Yo creo que estudiarlo eso, hay quién opina que capaz ya está pasando, que capaz ya viene gente a Uruguay buscando cannabis, como turista y capaz que consigue”.
“Entonces, ¿por qué no blanqueamos?, entonces, ¿por qué no hacemos eso como una cosa seria?”, propuso en 2020 a La Marihuana el presidente de la Junta Nacional de Drogas, Daniel Radío.
Lo cierto es que, en términos legales, no hay que hacer demasiado para lograrlo.
Martín Fernández, abogado del Instituto de Estudios Legales y Sociales del Uruguay (Ielsur), dijo que quitar el impedimento para el turismo cannábico “no debería ser una reforma legal de gran envergadura”.
El letrado afirmó que alcanza con un nuevo decreto del Poder Ejecutivo.
Además, consideró que “incorporar a los turistas es algo que está dentro de las finalidades de la ley”.
En consecuencia, expresó que “cuando se deja un grupo fuera del mercado regulado lo que se hace es obviamente incentivar un mercado ilícito”.
“Es evidente que el turismo tiene que estar incorporado dentro de la política de regulación”.
“Si hay un grupo de demanda de cannabis y los tenés por fuera lo que van a hacer es recurrir a mecanismos del mercado gris o ilegal”, agregó el abogado.
El turismo cannábico podría ser una realidad en Uruguay con la sola reescritura de un artículo de la ley sancionada en 2013.
Allí donde dice que todos los uruguayos y uruguayas, o extranjeros residentes, mayores de 18 años pueden comprar cannabis o cultivarlo, solo habría que borrar la primera parte.
Sin embargo, y tal como publica El Observador, existen problemas jurídicos y prácticos que impiden esta temporada el turismo cannábico.
Son problemas de índole jurídica y práctica los que impedirán que, este verano, los extranjeros que lleguen a Uruguay puedan acceder al cannabis regulado a través de vías legales.
Ahora, las autoridades trabajan para definir si se puede implementar la idea para 2023.
Turismo cannábico en Uruguay tendrá que esperar
El titular de la Junta Nacional de Drogas, Daniel Radío, dijo a El Observador que la idea de tener turismo cannábico en Uruguay deberá esperar.
El freno a hacerlo este año llegó luego de una serie de reuniones celebradas en los últimos días.
En las mismas, se procuró sin éxito llegar a una fórmula que permitiera viabilizar la iniciativa de turismo cannábico.
“No llegamos“, ratificó Radio.
Uno de los problemas que planteaba la iniciativa estaba relacionada con propia ley que puso en manos del Estado el control sobre la producción, distribución y comercialización de hierba.
Entre otros aspectos también faltó discutir el que implica el registro para los potenciales interesados en acceder al producto.
En ese marco, no consideró viable la posibilidad de obligar a los turistas que lleguen a Uruguay, en la mayoría de los casos por un breve período, a incorporarse a ese registro.
¿Quién vendería la hierba para el turismo cannábico?
Otro problema, según Radío, giraba en torno a aspectos eminentemente logísticos.
“La otra es técnica, ¿Quién va a producir ese cannabis?, ¿Qué características va a tener?, ¿Cuánto porcentaje de THC va a tener?”
“También, ¿Dónde se va a vender?, ¿cómo van hacer los turistas?, ¿cómo van a garantizar su condición de turistas?”, se preguntaba Radío el año pasado.
La única posibilidad real por la que los turistas podrían comprar cannabis sería a través de la red de farmacias adheridas.
Es que sería inviable que optaran por las otras dos modalidades previstas: asociarse a alguno de los clubes cannábicos o, menos aún, recurrir al autocultivo.
Y no por falta de voluntad de los clubes, los cuáles han estado esperando durante todo este año el llamado del despacho de Radío para arremangarse y ayudar al turismo cannábico.
El sistema cuenta hoy con 25 farmacias que comercializan el producto.
Pero ninguna está en Punta del Este o en Colonia (oeste), dos de los principales puntos de concentración de turistas.
Para Radío eso podría significar la imposibilidad de cumplir con las expectativas de acceso que se pudieran generar.
A corto plazo ninguna alternativa parece posible, por lo que las autoridades comenzarán a trabajar para, en una de esas, poder implementar la idea en la próxima temporada.
Una de las variables que se manejan es implementar la distribución mediante máquinas expendedoras.
Así, con la ayuda de la tecnología, faciliten el registro y el acceso de los turistas al cannabis.
