En el carnaval son muy típicos en España postres como los buñuelos de Águilas, las filloas, la leche frita o las orejas. Pero sin duda el postre más famoso en nuestra geografía en estas fechas son las torrijas. Su origen se remonta a la época romana, con la primera referencia a un producto parecido mencionado en la obra de Apicio, un gastrónomo romano del siglo I autor del libro De re coquinaria y que ha servido para conocer la gastronomía en el mundo romano. Este recetario menciona que “una rebanada de pan debe sumergirse en leche” y al que llama aliter dulcia u “otro plato dulce”.
En el siglo XIV, el recetario de Le viandier de Taillevent menciona la receta de las tostées dorées o “tostadas doradas”. La rebanada de pan en este caso, se rebañaba posteriormente en yema de huevo batido antes de freirlas y espolvorearlas con azúcar. En España la palabra “torrija” aparece documentada en el siglo XV. Juan del Encina utiliza “torreja” en un villancico de su Cancionero (1496) “miel y muchos huevos para hacer torrejas”. Al parecer y dado su gran contenido en calorías y poder saciante, se les preparaban a las parturientas para facilitar el parto y favorecer su recuperación.
Cómo pasaron a ser un dulce típico del Carnaval y la Cuaresma no se sabe. Tal vez se debiese a la necesidad de aprovechar el pan que sobraba durante un período en la que no se podía comer carne. Lo cierto es que por lo sencillas que son, lo baratas y sobretodo lo sabrosas, no tardó en extenderse su consumo. Y en nuestro blog cannábico como es habitual, adaptamos todo tipo de recetas para incluir cannabis. Es una opción muy saludable para consumirlo, sea con fines terapéuticos o recreativos. Éso si, aunque consumir cannabis ingerido es más saludable que fumarlo, no te olvides de la cantidad de calorías que tendrán nuestras torrijas cannábicas.
INGRED IENTES
- Una barra de pan del día anterior
- 250 ml de leche entera
- 250 ml de nata líquida
- Una rama de canela
- La monda de un limón
- Huevos
- Azúcar
- Una pizca de sal
PREPARACIÓN
Comenzamos cortando rebanadas de pan de aproximadamente centímetro y medio de grosor. El pan duro absorbe mejor la leche y también es más consistente. Usaremos medio gramos de cannabis por torrija, así que cuenta las torrijas y divide entre dos para calcular la cantidad de cannabis que debes usar. Si ya tienes experiencia en la cocina cannábica, mejor que nadie conocerás qué dosis es la que mejor te irá.
A continuación prepararemos la leche cannábica. Ponemos en un cazo a infusionar la leche, la nata, la monda de limón (sin la parte blanca para que no amargue), la rama de canela y el cannabis triturado. Removemos continuamente a fuego medio durante unos 30-40 minutos. Colamos sobre una fuente honda para retirar la materia vegetal, la canela y la monda de limón, y reservamos hasta que enfríe.
La leche cannábica debe estar fría, ya que de lo contrario al rebañar el pan se podría deshacer. Cuando haya enfriado, en un recipiente batimos los huevos con una pizca de sal. Ponemos a fuego medio una sartén con aceite y comenzamos bañando el pan en la leche dejando que absorba una buena cantidad, escurrimos sin apretar y pasamos al recipiente con el huevo batido. Rebañamos en el huevo, escurrimos ligeramente y pasamos a la sartén.
Hacemos pequeñas tandas de 2 o 3 torrijas, dejando que se doren bien por los dos lados. Aproximadamente un minuto por cada lado es suficiente. Retiramos y las ponemos sobre un plato o fuente con un papel de cocina para eliminar un poco del exceso de aceite y espolvoreamos una buena cantidad de azúcar sobre cada una de ellas. También puedes añadirles miel e incluso cacao en polvo. Sea como sea, una torrija siempre está deliciosa.