En la construcción, los ladrillos de cáñamo llamados popularmente “hempcrete” son muy aislantes y se componen de cáñamo, cal y agua
Desde que el Tribunal Constitucional de Sudáfrica falló a favor del consumo privado del cannabis, se ha producido un aumento en los distintos usos de la planta cannabis sativa en el país. Como resultado, también el incremento de una de sus variedades, el cáñamo, ha tenido un gran repunte en la industria de la construcción nacional.
Mike Greeff, CEO de la compañía sudafricana Greeff Christie’s International Real, según leíamos en África, decía que la utilización del cáñamo en la industria de la construcción es ir en la dirección correcta. “El cáñamo es un producto natural que se cultiva fácilmente y, además de ser muy respetuoso con el medio ambiente, es extremadamente versátil en sus aplicaciones”.
En la construcción, los ladrillos de cáñamo llamados popularmente “hempcrete” son muy aislantes y se componen de cáñamo, cal y agua y siendo una alternativa ecológica al medio ambiente. Además de ser un material altamente impermeable, ignífugo y 100% reciclable, también es reutilizable como fertilizante después de ser triturado.
Ladrillo de cáñamo o hempcrete, no solo aislamiento perfecto
El aislamiento de este material es perfecto para construcciones, también industriales y comerciales, y da mejores resultados que la mayoría de aislantes modernos, además e tener una mas larga vida. Este material para la construcción, fabricado con cáñamo, tiene una mayor transpiración para la humedad y es mucho mas resistente al moho que suele producirse con el paso del tiempo.
La longevidad de este magnifico material para la construcción es la durabilidad de su fuerte celulosa que se localiza en la pared celular de la planta. Esta importante característica crea la capacidad de pasar de húmedo a seco y viceversa (casi indefinidamente) sin degradar. Como aislante, el cáñamo tiene excelentes capacidades de termorregulación gracias a la existencia de pequeñas bolsas de aire, que se forman naturalmente entre sus fibras. Esto resultaría en un ahorro sostenido en sus costos de calefacción y refrigeración.
Estos ladrillos de cáñamo o hempcrete, son más económicos, son mas resistentes y duraderos. También, como diferencia al hormigón, no se res-quebraza y no necesita juntas en la construcción. El cultivo de esta planta absorbe el dióxido de carbono gaseoso cuando crece, reteniendo el carbono y liberando oxígeno. Según Askscience, en un metro cúbico de pared hecha con hempcrete se puede absorber y encerrar hasta 165 kg de carbono durante muchos años.
También, este material de cáñamo es perfecto para personas que sufren alergias además de tener propiedades antibacterianas. Otra característica muy interesante es que en caso de incendio, este material no arde en llamas, implemente se enciende, teniendo así propiedades ignífugas del material de construcción.
El cultivo de cáñamo resurge en Sudáfrica y uno de sus usos, el de la construcción de viviendas, tiene el potencial de cambiar la forma en que vemos estas construcciones, dice Mike Greeff.
Una casa muy especial de cáñamo
Situada en Margent Farm, una instalación rural de I + D que desarrolla bioplásticos con cáñamo y lino, Flat House es una innovadora casa de carbono con un contenido radicalmente bajo. La casa de tres dormitorios fue diseñada con el objetivo de crear prototipos de construcción sostenible prefabricada basada en cáñamo para aplicarla a escalas más grandes de construcción de viviendas.
Flat House, como se llama la casa en Margent Farm, es la conversión de un cobertizo agrícola con marco de acero, dentro del cual se ha hecho una nueva estructura de casetes prefabricados con marco de madera que se llenaron con un mantillo de cáñamo, cal y agua conocidos como hempcrete.
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