Kirsten Gilibrand, senadora demócrata de Nueva York, habló en la cumbre “Cannabis Business Summit” y dijo que el gobierno federal debía apartarse y dejar que los estados norteamericanos tomen sus propias iniciativas para regular la marihuana medicinal.
“Hay un conflicto entre las leyes estatales y federales que confunde a los doctores, pacientes y proveedores”, dijo Gillibrand. “Esta zona gris ha resultado en un pare en la asistencia sanitaria”, agregó.
La senadora aseguró fomentar las reformas que buscan despenalizar la marihuana medicinal. Gillibrand, el senador Cory Booker de Nueva Jersey y el senador Rand Paul de Kentucky introdujeron una propuesta de despenalización al congreso en el mes de marzo pasado.
Esta reunión anual, celebrada el lunes y martes de esta semana, la organizada la Asociación Nacional de la Industria del Cannabis (National Cannabis Industry Association). Este año acudieron 70 empresarios para intercambiar ideas en Nueva York.
Algunos de los temas que se tocaron en los diferentes paneles fueron el uso medicinal de la marihuana, su uso para los jóvenes, los estudios detrás de la planta y cómo lograr mayores inversiones.
Actualmente, la marihuana está dentro de la “Lista 1” de drogas, que indica que el gobierno estadounidense no reconoce su finalidad medicinal. Sin embargo, 23 estados permiten su uso con una prescripción médica.
Dentro de las reformas planteadas por Gillibrand, Booker y Paul, está la propuesta de clasificar la marihuana dentro de la “Lista 2”, de tal forma que tenga la misma categoría de drogas como la morfina, y su uso medicinal será aceptable.
“Necesitamos alzar nuestras voces y decirle a nuestros representantes que apoyen estas leyes”, dijo Gillibrand.
La senadora dijo que sus propuestas legales también eliminarían cualquier restricción financiera a las empresas que venden marihuana para uso médico, y así podrán manejarse como negocios regulares.