Secret Ducky es una de las variedades más raras y exclusivas de la actualidad. Desarrollada por el banco español Xtreme Seeds, se trata de un trabajo de crianza partiendo de unas semillas adquiridas hace años de la conocida como Duck Foot. Su nombre hace referencia a sus hojas palmeadas similares al pie de un pato, palmeadas en lugar de con los típicos peciolos o puntas. De estas semillas se seleccionaron tanto machos como hembras, que fueron combinadas con Chiflo, híbrido de Chitral y Flo. El resultado fueron plantas vigorosas y muy estables. Posteriormente se cruzaron de nuevo con un macho Duck Foot de esta primera selección durante dos generaciones, con lo que consiguieron fijar el rasgo de hojas palmeadas. Todas las plantas conservan esta curiosa característica, lo que la hacen únicas.
En la actualidad aún continúa el debate sobre la Duck Foot australiana. Las discusiones sobre si es una subespecie de cannabis o una mutación que ha quedado fijada en la descendencia son constantes. Pero lo cierto es que estamos ante una planta totalmente diferente a todas. Sobretodo en la fase de crecimiento no semeja a una planta de marihuana, se puede pasar junto a ella sin darse cuenta de lo que realmente es. Y es por ello que resulta una de las variedades más discretas que existen. En cualquier exterior puede crecer totalmente desapercibida, perfecta para jardines y guerrillas.
En cambio cuando la planta entra en floración, no cabe duda de lo que estamos cultivando. Sus cogollos son muy típicos, bastante resinosos y de un volumen en ocasiones exagerados. Es una variedad de crecimiento muy vigoroso, ramificado y resistente. Aguanta muy bien las inclemencias meteorológicas y todo tipo de estrés. Por eso es muy interesante en zonas frías y húmedas como el norte de España y Europa. La producción es envidiable. Forma gruesos cogollos algo aireados, los que facilita la aireación y desciende el peligro de infección por hongos. Se cosecha en unos 60-70 días, en exterior sobre mediados de octubre.
Su sabor es también diferente a las típicas variedades actuales, con un gusto entre metálico y terroso. Si se deja sobremadurar, se vuelven más intensos y además aumenta su potencia. Los efectos son variables y difíciles de clasificar. Se podría decir que está a medio camino entre una índica relajante y una sativa psicodélica. En general es una variedad de efectos moderados. Pero se dan extraños casos en que algunos fenotipos tienen una potencia pocas veces vista, tan fuerte que incluso fumadores con mucha experiencia y gran tolerancia comentan que en alguna ocasión han sufrido alucinaciones, algo parecido a una levitación. Es por ello que suena lógico conservar un clon de cada planta por si acaso alguna de las plantas cultivadas resulta ser una de estos demoledores ejemplares. Todo ésto hace de Secret Ducky una planta muy interesante, de las que se deberían cultivar al menos una vez en la vida.