Una planta de cannabis macho puede arruinar una cosecha. Son fechas donde los cultivadores de cannabis en exterior deben estar pendientes cuando trabajan con plantas procedentes de semillas regulares .
Aunque todavía faltan semanas para que comience la floración, conviene prestar mucha atención al sexado de las plantas.
Muchas lo harán mostrando las preflores antes del inicio de la floración. Otras en cambio no mostrarán su sexo hasta que comiencen a florecer.
¿Por qué es peligrosa una planta de cannabis macho?
De un modo u otro, una planta de cannabis macho siempre es un peligro. Su polen fecundará las flores o cogollos de las plantas hembra. Y el resultado serán cientos o miles de semillas.
El polen de una planta de cannabis macho puede recorrer en condiciones favorables cientos de kilómetros. Así que si nuestro cultivo peligra, también peligrarán los cultivos cercanos.
Las hembras fecundadas, producen cogollos muy resinosos, pero mucho más pequeños debido a que toda la energía la concentra en la formación de semillas.
Además, siempre es molesto encontrarse alguna semilla en un cogollo. Ésta se puede romper sin darnos cuenta al triturar la hierba, dándole un sabor al porro realmente desagradable.
Las plantas que durante la fase de crecimiento no han sexado, lo harán por el fotoperíodo natural en unas 3-4 semanas.
Diferenciar un macho de una hembra es muy sencillo. Las hembras en los nudos muestran unas preflores en forma de gota de agua con dos pelillos que son los pistilos.
Las plantas de cannabis macho unas pelotitas que engordarán hasta abrirse en una típica flor de 5 pétalo, liberando el polen al aire.
A toda costa debemos evitar que las flores de cualquier macho lleguen a este punto, por lo que se debe prestar atención con todas aquellas plantas que a estas alturas aún no han sexado.
¿Qué se puede hacer con una planta de cannabis macho?
¿Pero es necesario cortar las plantas de cannabis macho y tirarlos a la basura? Pues en muchos casos no, y te contamos alguna de las utilidades que puedes dar a las plantas de marihuana masculinas.
Haz algún cruce
Para esto se deben evitar las plantas hermafroditas, que transmitirían a las semillas un gen tan poco interesante. No es sencillo pero sí muy gratificante.
A partir de las 3-4 semanas de floración de una hembra es el mejor momento para polinizar, por lo que mantener una planta macho hasta esa fecha no es fácil.
La solución será la de ir eliminando las flores hasta entonces. Se puede hacer una poda extrema, dejando tan sólo una rama que será la que usemos.
En la semana 3ª de floración de las hembras, dejamos que una o dos flores macho engorden antes de quitarlas y meterlas en una bandeja que podemos improvisar con papel de aluminio.
Estas flores pueden terminar de abrir dentro de casa, lejos de corrientes de aire y de nuestras plantas hembra para evitar polinizaciones accidentales.
Este polen lo diluimos en un poco de agua preferiblemente destilada. Y con una jeringa y con cuidado, vamos echándoselo a algún cogollo que después marcaremos para no olvidarnos de cual es.
Es importante tener mucho cuidado. De un sólo cogollo se pueden obtener cientos de semillas. Y si no somos delicados, en lugar de un cogollo polinizado tendremos muchos.
Con una bolsa de basura o plástico cubre la planta o las plantas a excepción del cogollo o rama que vayas a polinizar para evitar disgustos.
Las semillas tardan de 4 a 6 semanas en madurar. Poco a poco irás comprobando también su color y evitar que se desprendan de las semillas o se las coma algún pájaro glotón.
Preparar un zumo de cannabis saludable
En el cannabis verde, hasta el 90% del THC, el ingrediente psicoactivo está realmente presente en su forma ácida THCA que no es psicoactivo.
Sólo mediante la descarboxilación estos cannabinoides en esta ácido se transforman en sus formas neutras y psicoactivas.
El cannabis ingerido en fresco apenas tiene efectos psicoactivos, pero sus propiedades ejercen un efecto neuroprotector que puede ayudar a prevenir la degeneración de la dopaminérgica en neuronas con parkinsonismo.
Estudios también afirman que algunos de ellos llegan a aumentar el flujo sanguíneo en la zona cerebral y mejoran la actividad cortical. También son capaces de destruir patógenos respiratorios y ejercen un efecto antiinflamatorio en general.
Las plantas de cannabis macho contienen los mismos ácidos cannabinoides que las plantas hembra, aunque en cantidades y concentraciones mucho menores.
El jugo de cannabis se hace normalmente con cogollos y hojas, licuado junto a frutas como manzanas, peras, kiwi, o hasta verduras como zanahorias o pepino.
Puesto que del macho sólo podremos aprovechar sus hojas, usa una parte de hojas por 10 partes de fruta y/o verdura.
Hacer una extracción de cannabinoides
Como decimos, las plantas macho también contienen cannabinoides, aunque en muy bajas concentraciones. Así que se puede hacer una sencilla extracción.
La proporción de cannabinoides de una planta de cannabis macho con respecto a las de las plantas hembra son aproximadamente de 1:9-1:10.
Por lo tanto, tampoco debemos esperar una extracción de gran potencia, pero sí muy interesante. Tampoco esperemos encontrar los típicos y visibles tricomas.
Las extracciones que podemos hacer son las que incluyan la disolución de los cannabinoides. Por ejemplo una mantequilla cannábica o tintura de cannabis.
La primera es tan sencilla como cocinar las hojas durante unos 30 minutos en mantequilla, colando a continuación. Para la segunda, se pueden macerar las hojas unos 30 días en alcohol como vodka, ron, brandy, whisky…
Y recuerda… antes de cortar una planta de cannabis macho
Quienes en exterior cultiven semillas regulares, a lo largo de las siguientes semanas (hemisferio sur) será cuando las plantas comiencen a sexar, si alguna no lo ha hecho ya. Cuando se pretende un cultivo sin semilla, se deben retirar los machos para evitar polinizaciones. Y confiar en que cultivadores cercanos también los eliminen, ya que en condiciones favorables el polen puede recorrer varios kilómetros.
Muchos cultivadores que cuentan además con un cultivo en interior, no suelen desperdiciar la ocasión para hacer alguna selección y conservar algunos esquejes. Lo habitual es seleccionar una buena hembra basándose en rasgos como resistencia al hermafrodismo, vigor y rendimiento, potencia, sabor, rapidez de floración, producción de tricomas, altura, olor, estructura floral o color floral.
Menos habitual es seleccionar un macho, pero sin duda será una buena oportunidad haciéndolo viendo su comportamiento en exterior. El motivo no es otro que hacer algún cruce para conseguir algunas semillas. Para un cultivador pocas cosas hay tan satisfactorias como cultivar y fumar una creación propia, el fruto de su trabajo. No es nada complicado y es fácil evitar polinizaciones accidentales que puedan arruinar toda una cosecha.
Las planta masculinas de cannabis básicamente sólo son útiles para perpetuar la especie. Todos los rasgos que posee una planta hembra son heredados por los genes del macho, pero muchos de ellos no son directamente observables en el propio macho. Ésto se debe a las diferencias de fenotipo que existe entre hembras y machos. Mientras en una hembra los rasgos son visibles, con los machos se evalúa por la calidad de su descendencia.
Los rasgos más importantes
Los rasgos más importantes de las plantas de cannabis masculinas y que son fácilmente observables son por orden de importancia la resistencia al hemafrodismo, el vigor, la estatura y el período de maduración floral, es decir el tiempo que tardan las flores en su completo desarrollo y madurez. Ésto último en exterior y con hembras cercanas llega a ser complicado, así que tan sólo se podrá arriesgar lo mínimo y fijarse en la que antes desarrolla las flores.
Incluso rasgos que se pueden apreciar en los machos como olor, estructura floral o color, e incluso potencia, deberían ser completamente secundarios. Aunque los machos también contienen cannabinoides que se podrían apreciar al fumar, los efectos son tan sutiles no deberían prevalecer sobre ellos. Tampoco interesan los rasgos débiles que se puedan transmitir a la descendencia.
Lo interesante siempre sería cuando se cuenta con un interior, es asegurar un esqueje de cada una de las plantas. No es extraño dar con alguna de cualidades excepcionales que por no conservar, se perderá para siempre. Nunca se sabe en qué paquete de semillas está la semilla entre un millón. Aunque cuantas más semillas se cultiven más probabilidades habrá de encontrarla, a veces la suerte está del lado del cultivador que compra 3 o 5 semillas.
Una vez con los esquejes asegurados y perfectamente identificados, tan sólo tendremos que esperar a que sexe su respectiva madre y siempre observando los rasgos antes dichos. Y antes de que las flores de las plantas macho lleguen siquiera a hincharse, paso previo a que se abran y desprendan el polen, debemos retirarlos todos. Los esquejes o el esqueje seleccionado, podremos mantenerlo en estado vegetativo hasta que decidamos usarlo.
2 Responses
Pues yo hace años una plantación me salio todas macho (por mi ignorancia pues era la primera vez que plantaba solo y siempre había dejado las cosas “complicadas” a otros). El caso es que decidí probar a fumar y no estaba nada mal. Era algún tipo de variedad Sativa y no me daba dolor de cabeza ni tenia mal gusto ni nada de eso, como dice a veces la gente que tiene. He incluso puedo asegurar, pues estuve fumándola durante meses que tenia algo de efecto psicoactivo o por lo menos calmante.. no se, algo tenia, y estaba bien.
Desde luego mucho mejor que fumar tabaco, que solo oscurece la sangre (descripción subjetiva) y produce más nervios de los que supuestamente calma.
Muy Útil esta información. Se aprende mucho aqui