El gobierno ruso dio luz verde al cultivo de cáñamo con fines industriales. El cáñamo se utilizará en salud y medicina veterinaria. Como aclara informó Rossiyskaya Gazeta, está permitido cultivar variedades de cáñamo con un contenido máximo del 1% DE tetrahidrocannabinol (THC).
La resolución del Gabinete ruso correspondiente se publica en el portal oficial de Internet de información legal, escribe TASS.
Para el cultivo con fines industriales, se permite el cáñamo con un contenido de tetrahidrocannabinol en la cantidad de no más de 0.1%. Ya hubo una prohibición sobre el cultivo de estas plantas en el 2007, posteriormente fue derogada por un decreto firmado.
En noviembre del año pasado, el principal especialista independiente ruso en abuso de drogas del Ministerio de Salud, Yevgeny Bryun, informó que en Rusia se habían iniciado estudios sobre el uso de la marihuana con fines medicinales.
El narcólogo explicó que la esencia de la investigación está en la búsqueda de cannabioides que no causen psicosis. Señaló que la investigación acaba de comenzar. Por lo tanto, si no se encuentra cannabis que no cause psicosis, el uso médico de la marihuana no será legalizado.
El Ministerio de Salud de Rusia propuso permitir la importación de hachís y cannabis al país para actividades científicas, educativas, de expertos y de búsqueda operativa.
Siglo pasado Rusia uno de los mayores cultivadores del cáñamo del mundo
A principios del siglo pasado, en Rusia las grandes extensiones del cultivo de cáñamo eran una nota predominante. Hace unas semanas se anunció que en el país se construiría un gigantesco complejo dedicado al cultivo y producción de cáñamo. Este estará situado en el término de Solnechnogorsk no muy lejos de la capital Moscú.
En una primera etapa del proyecto se utilizará una parcela de más de cinco mil hectáreas se prevé que se comenzará a sembrar en 2021. Los inversores asignarán 2.400 millones de rublos (172 millones de Euros). La iniciativa empresarial calcula que se necesitarán 420 empleos durante todo el proceso.
En la segunda etapa se realizará un procesamiento primario: se transformarán aceites y fibras. Y se construirá un área de producción de 1.500 metros cuadrados, donde participarán unas 50 personas. Los inversores asignarán 2.600 millones de rublos (185 millones de euros) para su creación.
La tercera etapa se programa procesar alimentos, productos y fibras especiales. Así se producirá fibra cotonizada, cosméticos y productos alimenticios como mantequillas y leches, proteínas, harina o barras energéticas. En esta etapa que llegará en 2024, se prevé crear 130 empleos y una inversión de 3.600 millones de rublos (257 millones de euros).
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