El Gobierno británico revisará la legislación sobre el consumo de cannabis con fines médicos, tras la polémica suscitada en el país por la hospitalización de un niño epiléptico después de que su medicación a base de aceite de cannabis fuese confiscada.
Según dijo el ministro de Salud del Reino Unido, Jeremy Hunt, en una entrevista con la emisora pública “BBC”, el ministro del Interior, Sajid Javid, quiere retocar la ley “tan rápido cuanto pueda” para que casos como el ” del niño Billy Caldwell no vuelvan a suceder.
Caldwell tuvo que ser internado la semana pasada en Londres después de que las autoridades confiscaran en el aeropuerto de Heathrow sus medicinas para combatir la epilepsia a base de aceite de cannabis y que fueron adquiridas en Canadá.
Según la legislación británica, el uso de cannabis sólo está permitido para investigación o pruebas clínicas bajo la autorización del Ministerio del Interior.
La salud del menor comenzó a empeorar después de que las autoridades confiscasen su medicina y hasta que finalmente, el responsable de Interior, cediese a los llamamientos de la madre del niño, Charlotte Caldwell. El sábado acordó que fueran devueltos.
En un comunicado, Javid manifestó que se trataba de una situación “extremadamente compleja”, pero que su “principal prioridad” era asegurar que “Billy recibiese el tratamiento más efectivo de forma segura”.
El político afirmó haber adoptado la decisión asesorado por el equipo médico del Hospital Chelsea y Westminster de Londres que atendían al niño y que manifestaron que se trataba de una “emergencia médica”
“No creo que nadie que haya seguido esta historia pueda decir que tenemos la ley adecuada para regularlo”, ha afirmado el ministro de Salud, al tiempo que defendió la gestión de su colega de Interior.
“Creo que es injusto decir que no se actuó rápido, se devolvió el aceite al niño”, afirmó.
El proceso de revisión del uso terapéutico de cannabis ayudará no sólo a reformar la ley, explicó Hunt, sino también a que “no hayan consecuencias no deseadas”.
El uso de cannabis para fines medicinales ya está permitido en países como Canadá, Israel, Perú y Uruguay.