Puerto Rico anunció la aprobación del nuevo reglamento 8766, autorizado el mes julio por el Departamento de Estado local, y que flexibiliza los requisitos iniciales para el cultivo, manufactura, dispensarios, transporte y laboratorios de cannabis para desarrollar esta industria con fines medicinales.
El primer paso que posible esto se dio gracias a la aprobación del Reglamento para el Uso, Posesión, Cultivo, Manufactura, Producción, Fabricación, Dispensación e Investigación de la Marihuana Medicinal que entró en vigor el pasado mes de enero.
Además, la nueva regulación permitirá a un paciente no residente en Puerto Rico la obtención y consumo de marihuana medicinal si cumple con los requisitos, como una tarjeta válida de consumo de un estado; además de la aprobación de su médico certificando la condición médica del paciente, y autorizando el cannabis medicinal en el caso de ser estadounidense. Si el paciente no es de Estados Unidos debe presentar su historial médico demostrando que sufre de alguna enfermedad que puede ser tratada con cannabis y obteniendo una recomendación de un médico de Puerto Rico.
“Es un paso importante para mejorar la salud de los ciudadanos de la isla, sumado a que su prescripción se compatibilizará con los miles de pacientes que vienen a recibir tratamiento médico a Puerto Rico, donde esperamos replicar experiencias como la del estado de Colorado (EE.UU.), en donde el consumo de marihuana con fines medicinales, ha influido de manera crucial en la calidad de vida y en su crecimiento económico”, dijo Alberto Bacó Bagué, Secretario del Departamento de Desarrollo Económico y Comercio.
Las enfermedades o síntomas que se pueden tratar con marihuana medicinal es muy amplia. Se incluyen el cáncer, Parkinson, alzhéimer, VIH, esclerosis, enfermedad de Crohn, fibromialgia, artritis, ansiedad, epilepsia, anorexia, migrañas, lesiones en el cordón espinal, la hepatitis C y otras condiciones con síntomas como caquexia, dolor crónico, náuseas severas y espasmos musculares persistentes. Eso sí, solo se permitirá el uso del cannabis producido en forma de pastillas, gotas orales, inhaladores, tópicos, ungüentos, cremas y vaporización.