Dijimos antes en La Marihuana que el proyecto de cannabis argentino saldría con premura y el Senado lo confirma al dar media sanción.
También contamos que, en esa carrera contra el tiempo, el proyecto de cannabis argentino entró con prisa al Congreso.
Es que, son varios los que opinan que el país sudamericano lo tiene todo para triunfar y es por eso que el proyecto de cannabis argentino puede llegar a ser un gran candidato en la región.
También se cree que llegó el tiempo para sacar todo el potencial a un mercado emergente como lo es el del cannabis medicinal y el cáñamo industrial.
Es por ello que, a pocos días de ingresado al parlamento y luego de recibir dictamen favorable por parte de las comisiones especializadas, el proyecto de cannabis argentino da otro paso.
Tal como informa Ámbito, el Senado dio media sanción al marco regulatorio para el cannabis medicinal y el cáñamo industrial.
La norma busca fomentar el desarrollo de la cadena productiva y generará 10.000 puestos de trabajo en el corto plazo.
Entre los senadores, recibió 56 votos afirmativos, cinco negativos y una abstención.
El proyecto de cannabis argentino viaja, ahora, a la Cámara de Diputados donde se seguirá discutiendo un marco regulatorio para el desarrollo de la industria del cannabis medicinal y el cáñamo industrial.
Tal fomento al desarrollo de la cadena productiva generará 10.000 puestos de trabajo en el corto plazo, según afirmó el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, hombre fuerte del proyecto.
Kulfas también destacó que el proyecto de cannabis argentino generará 500 millones de dólares en un año.
Lo que se busca es establecer un marco legal que autorice las etapas de siembra, cultivo, cosecha, producción, almacenamiento, transporte, comercialización, importación, exportación y posesión de semillas y planta de cannabis.
El marco regulatorio del proyecto de cannabis argentino también incluye a la planta de cannabis, y de sus derivados, con fines de aplicación medicinal, terapéutica, paliativa o de investigación científica.
Senadores debaten el proyecto de cannabis argentino
Al inicio del debate tomó la palabra el senador Adolfo Rodríguez Saa, como miembro informante del oficialismo.
El también titular de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca destacó la potencialidad de cáñamo industrial.
Asimismo, explicó: “El cáñamo era legal y se producía en nuestro país, pero la dictadura hizo clandestina a una actividad que en el mundo está aceptada. Estamos sacando esa prohibición”.
Luego fue el turno del senador radical, Mario Fiad, quien hizo referencia a la experiencia de su provincia, Jujuy (norte), con el cannabis medicinal y mostró su apoyo al impulso que se le quiere dar a la actividad.
“Jujuy ha liderado con su emprendimiento los programas de producción e investigación del cannabis con fines medicinales”, subrayó.
La senadora del Frente de Todos, Silvina García Larraburu, indicó: “Este proyecto genera mucha alegría y también esperanza porque vamos a estar consagrando derechos y dando posibilidades en este difícil contexto de pandemia”.
“Estamos creando y regulando un nuevo mercado desde un anclaje basado en la salud pública”, completó.
Coincidió la senadora Eugenia Catalfamo, quien puntualizó en la cuestión de salud.
“Esta iniciativa genera una oportunidad única, constituye un verdadero triunfo para todos los argentinos y argentinas”.
“La propuesta busca mejorar la salud y la calidad de vida de aquellas personas que requieren del tratamiento medicinal del cannabis”, explicó.
La legisladora radical, Pamela Verasay, planteó algunos cuestionamientos al proyecto y criticó su falta de “federalismo”.
“El marco regulatorio que se está proponiendo para la industria del cannabis está tomando funciones que pueden desarrollar las provincias, que tienen facultades para regular y reglamentar sus actividades económicas”, advirtió.
La senadora del PRO, Laura Rodríguez Machado, pidió “sacar de la clandestinidad al cultivo de cannabis, regular el cannabis medicinal y tener control de la producción de cáñamo”.
No obstante, consideró que “este proyecto viola la Constitución sobre facultades provinciales: la producción agropecuaria de manera masiva”.
Otro que se opuso fue el senador por Río Negro, Alberto Weretilneck, quien argumentó que la marihuana es “mucho más dañina que el alcohol y que se trata de una droga de inicio”.
“No hay ninguna agencia en el mundo que haya aprobado a la marihuana como un medicamento”, alertó.
“Yo no estoy de acuerdo en sumarme a ese mensaje de que la marihuana no tiene impacto negativo en las personas”.
“La marihuana ya ha sido calificada como perjudicial y dañina, algunos hablan de cannabis para que parezca una versión atenuada”, lanzó.
Por último, la mendocina del Frente de Todos, Anabel Fernández Sagasti, aseguró que “este marco regulatorio nos va a permitir a todas y todos aprovechar la gran potencialidad que tiene el cannabis en todas sus variantes y en varias áreas del desarrollo humano, no sólo desde el punto de vista productivo, medicinal, sino también ecológico”.
Proyecto de cannabis argentino incluye una agencia rectora
El proyecto de cannabis argentino también propone fomentar iniciativas de inversión pública, privada o mixta en los distintos segmentos de la cadena sectorial del cannabis medicinal.
Así, se contempla la creación de una agencia reguladora que oficiará como órgano rector y articulador de la cadena productiva del cannabis.
La agencia pensada en el proyecto de cannabis argentino también tendrá a su cargo las múltiples instancias de regulación involucradas.
Se llamará Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame).
Tal como se establece en el artículo 4 del proyecto de cannabis argentino, tendrá autarquía técnica, funcional y financiera.
Además, orbitará en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Productivo y tendrá jurisdicción en todo el territorio nacional.
Entre sus funciones centrales, estará regular el funcionamiento de la cadena del cannabis medicinal y el cáñamo industrial.
Así como fiscalizar el cumplimiento de las disposiciones que para ello emita y coordinar las acciones necesarias con el resto de las autoridades públicas competentes.
Con todo, puede verse que el proyecto de cannabis argentino es una realidad, y marcha muy rápido.