El 27 de abril de 1822 nació el Presidente de EEUU Ulyses S. Grant (General Grant) . El hombre enterrado en la tumba de Grant tenía ideas que a día de hoy se podrían compartir con el actual inquilino de la Casa Blanca o sus candidatos.
Grant, aventajado alumno de West Point detestaba el trabajo en curtiduría de su padre. Sus aspiraciones eran convertirse en un profesor de matemáticas de universidad. No se veía como militar de profesión, aunque con el tiempo, Grant se convirtió en uno de los grandes generales de la historia norteamericana, comandante de todas las fuerzas federales en el último año de la Guerra Civil, y a la edad de 46 años fue el Presidente de los Estados Unidos.
Si bien con un dolor insoportable, murió de cáncer de garganta, Grant escribió sus memorias en un intento de dejar ingresos para su viuda. Su buen amigo, Mark Twain, los publicó después de su muerte. Tuvieron un gran éxito comercial y de critica, situándose hoy entre las mejores autobiografías militares que se han escrito.
En septiembre de 1845, llega con el ejército de Estados Unidos a la frontera mexicana en el río Nueces, y Grant informó sobre el negocio muy activo del contrabando. El comercio ilegal era la razón principal de la ciudad de Corpus Christi, que a diferencia de hoy, el flujo del contrabando en el siglo XIX era de los Estados Unidos a México y no al revés. Grant dijo, “El precio era enormemente alto, y el contrabando es un éxito muy rentable. El comercio de tabaco era enorme teniendo en cuenta la población abastecida”. El gobierno mexicano mantenía un impuesto al monopolio sobre las ventas de tabaco, lo que creó una enorme oportunidad económica para aquellos que tomaban la iniciativa de violar la ley para suministrar la demanda del mercado negro.
Los planes del Subteniente Ulysses S. Grant de regresar a West Point y enseñar matemáticas se arruinaron por el estallido de la guerra con México. En la anexión de Texas, Grant dijo: “En cuanto a mí, yo estaba amargamente opuesto a la medida, y hasta hoy considero que la guerra, que se ha producido es una de los más injustas jamás libradas por ser de una nación más fuerte contra otra más débil. Fue a instancias de una república siguiendo el mal ejemplo de las monarquías europeas … fue de ocupación, separación y anexión, desde el inicio del movimiento hasta su consumación final, una conspiración para adquirir territorio, de las cuales los estados esclavistas podrían formarse para la Unión Americana … La rebelión del Sur fue en gran parte una consecuencia de esta guerra. La naciones, como sus individuos, son castigados por sus transgresiones. Conseguimos nuestro castigo con la guerra más sangrienta y costosa de los tiempos modernos”. La guerra civil costó más de 600.000 vidas estadounidenses y sus efectos económicos se hicieron sentir en el Sur durante un siglo después.
El escepticismo del presidente Grant se eriza ante la ineficacia de la prohibición como un medio para regular el consumo de drogas: “Sé por experiencia propia de cuando estaba en West Point, del hecho de que el tabaco, en todas sus formas, estuviese prohibido con su mera posesión severamente castigada, e hizo que la mayoría de los cadetes, incluido yo mismo, tratásemos de adquirir el hábito de usarlo “. La conducta humana en este campo no ha cambiado en los últimos años . La actualización de los argumentos y observaciones de Grant a mediados del siglo XIX, en la actualidad son bastante fáciles de sustituir y aplicables al nuevo contrabando, de hierbas prohibidas, la marihuana.
La prohibición en la época de Grant cuando estaba en West Point también se ha demostrado cierta en este siglo por el enfoque opuesto tomado en los Países Bajos de permitir que los adultos tengan un acceso abierto a la “hierba prohibida”, el cannabis. Durante la experiencia holandesa de 30 años, sin presiones de prohibición a sí mismos no ha expandido el uso de marihuana entre adolescentes y adultos, las tasas de uso son y han permanecido, sustancialmente menores de lo que son en los Estados Unidos, bajo un estricto sistema de prohibición, arrestamos 830.000 personas por año en un intento fallido de América por controlar el consumo de cannabis entre nuestros adultos.
Es hora de acabar con la guerra insana contra la marihuana, larga “guerra injusta”, ya que “las naciones, como los individuos, son castigados por sus transgresiones.” El castigo por esta guerra contra la marihuana da con muchas personas entrando en tribunales y prisiones, un mercado negro libre de impuestos, y, a veces, con la guerra real en nuestras plazas.
“Sea la paz”, fue última línea de su carta de aceptación de candidaturas, se convirtió en el eslogan ganador de Grant para la campaña presidencial de 1868. Que haya paz. ¿Qué más se podría decir entonces después de la guerra más sangrienta y más costosa de los Estados Unidos? Ahora estamos en el siglo XXI y después de más de 75 años de la guerra más larga de los Estados Unidos, contra la marihuana, y 20 millones de víctimas civiles, “Que haya paz”. Pongamos fin a la guerra contra la marihuana, impuestos y regulación en su lugar.
