El presidente electo de Uruguay, Tabaré Vazquez, que en su primer gobierno prohibió fumar en sitios públicos, ahora deberá terminar de concretar la venta de marihuana en farmacias impulsada por José Mujica, una medida que ve con desconfianza.
Este oncólogo de 74 años, que entre 2005 y 2010 fue el primer presidente de izquierda del país, se impuso el domingo sin sorpresas y por amplia diferencia (53.6% de la votación total) en segunda vuelta al centroderechista Luis Lacalle Pou (41.06%), de 41 años y candidato del Partido Nacional.
En 2006, Vázquez convirtió a su país de 3.3 millones de habitantes en el primero de América Latina en declararse libre de humo de tabaco, una decisión que incluso ha enfrentado al Estado uruguayo con la multinacional Philip Morris (PMI) en un litigio internacional.
La causa uruguaya es respaldada por Organización Mundial de la Salud (OMS) y ONG internacionales, que consideran el caso emblemático en la lucha mundial contra el consumo de tabaco.
Herencia compleja
Para algunos es contradictorio, que el mismo país que prohibió fumar en lugares públicos cerrados —se puede fumar en la calle— regule el mercado de la marihuana. Las autoridades aseguran que la venta de cannabis no es una liberalización sino un mercado con límites y controlado por el Estado.
Pero de hecho, los analistas coinciden en que la herencia de la marihuana es uno de los hierros calientes que recibirá Vázquez de su antecesor Mujica.
“Puede ser uno de los asuntos más complejos” para el futuro presidente, dijo Rafael Piñeiro, doctor en Ciencia Política y profesor de la Universidad Católica. “Tabaré Vázquez nunca hubiera impulsado un proyecto de las características del que impulsó Mujica”, añadió.
De todas formas, “Vázquez es una persona que no se va a desentender de los compromisos que asumió la anterior administración. Por lo tanto, puede introducirle reformas marginales en la regulación pero no creo que haya modificaciones muy significativas de la política salvo que encuentre problemas muy fuertes de aplicación”, indicó el politólogo.
Video: Buscan comercializar marihuana en Uruguay
También para Ignacio Zuasnábar, de la consultora Equipos Mori, el tema no solo será complejo para Vázquez y su gobierno, sino también para el Frente Amplio (FA, izquierda) en su conjunto.
“Primero porque los niveles de rechazo popular a la ley se mantienen, dos tercios de los uruguayos están en contra de la ley”, explicó. “Y en segundo lugar por las complejidades de la implementación”.
Zuasnábar estimó no obstante que “la impronta de Vázquez podría cambiarla solo con ciertos márgenes, porque (la regulación) está establecida en el programa del Frente Amplio”.
Realizar correcciones
Desde que se aprobó hace casi un año, la ley, inédita en el mundo, que reguló todo el mercado del cannabis, desde su producción hasta su comercialización, la implementación avanza con pies de plomo.
A mediados de año se abrió el registro para autocultivadores, el mes pasado el de clubes de cultivo y todavía resta poner en marcha la parte más polémica de la ley y la más esperada para evaluar lo que el propio Mujica considera un “experimento”: la venta de cannabis en farmacias, con un tope de 40 gramos mensuales por usuario.
Algo que es visto con cierto recelo por el propio Vázquez, quien desde el lanzamiento de la propuesta impulsada por Mujica ha recomendado fuertemente no consumir marihuana.
En una entrevista en octubre con el semanario Búsqueda, Vázquez sostuvo que “es increíble” que las farmacias vayan a vender cannabis, pero indicó que así será “si la ley lo autoriza”.
Advirtió no obstante que “va a haber una evaluación estricta y muy de cerca sobre el impacto que tenga en la sociedad esta ley”.
Mientras, en el gobierno esperan que la marihuana llegue a las farmacias antes del 1 de marzo, fecha del cambio de gobierno, dijo una fuente del Ejecutivo.
Si bien la fuente reconoció que la sucesión puede cambiar la impronta de la normativa, advierten “la ley está y no será fácil derogarla”.