Por Miguel Gimeno.
“En el fondo, el hombre no puede reemplazar más que precariamente la fertilidad que da a la tierra la formación natural del humus”. Rudolf Steiner.
Sabias palabras del filósofo de origen croata Rudolf Steiner, padre de la antroposofía, rama filosófica que se segregó de la sociedad teosófica descendiente del pensamiento de Goethe. Y de sus sabias palabras vertidas en diversas charlas y sobre todo en el Curso Sobre Agricultura Biológica Dinámica que transcurrió en Junio del año 1924 en Koberwitz, nació la Agricultura Biológica-Dinámica (A. Biodinámica) que aún hoy consideran algo “esotérica” algunos agrónomos actuales.
La A. Biodinámica basa su principio en la conjunción de las fuerzas cósmicas y las telúricas en pro del desarrollo vegetal, animal y humano de un agroecosistema. En sus postulados se resalta la importancia de aprender a aplicar en la agricultura las fuerzas cósmicas como son el calor y la luz, con la intención de reforzar y equilibrar las propias fuerzas de la tierra, es decir, el suelo de cultivo (vida del suelo), el agua presente y la forma de los nutrientes con tal de hacerlos asimilables por las plantas, al tiempo de descongestionar a la tierra de aquellos minerales que han quedado bloqueados en la misma, de tal forma que los torna disponibles para las plantas, y permite alcanzar un estado óptimo de fertilidad en el suelo.
Poco a poco, este movimiento no sólo agrícola, sino también social, se fue propagando por Europa central en pequeños sectores rurales hasta ir extendiéndose por el resto del continente, pero siempre dentro de pequeños círculos sociales del mundo rural. Hoy son miles de granjeros en todo el mundo los que practican la A. Biodinámica, y cada día se extraen nuevas conclusiones en el manejo y desarrollo de lo que se conocen como “Preparados Biodinámicos”. La meta de todo trabajo biodinámico ha de residir en la activación de todo el potencial vital que puede dar de sí un agroecosistema determinado, y los Preparados Biodinámicos juegan un papel primordial para conseguir alcanzar tal propósito. Los “Preparados Biodinámicos”, por tanto, podrían ser perfectamente considerados como la principal herramienta de trabajo de los agricultores biodinámicas. Aunque en estas líneas intente explicar, si es que llego yo a comprender la total magnitud de conocimiento superior que alberga el seno de la A. Biodiámica, la elaboración exacta y el modo de empleo de dichos preparados, sólo si fueramos capaces de pensar y sentir como un biodinámico llegaríamos a asimilar con total plenitud el obrar de los mismos.
“Las fuerzas de la Tierra y del cosmos … obran dentro de la agricultura a través de las sustancias de la tierra”. Rudolf Steiner.
Como se puede desprender de lo expuesto hasta ahora, los preparados biodinámicos mucho más lejos de ser meros guías de los procesos de descomposición, son verdaderos captadores y transmisores de las energías cosmo-telúricas, con el fin de ayudar al mundo vegetal en su conversión como órganos sensitivos de la madre Tierra. Por ello los procesos de elaboración son mucho más complejos que pensar en una simple reacción química de dos o más principios activos. Para elaborar eficaces preparados biodinámicos se utilizan como recipientes diversos órganos de animales, dependiendo del fin que se pretenda alcanzar. El uso de órganos animales es debido a la necesidad de aportar “lo vivo” a los preparados, con la intención de que éstos órganos animales usados actúen en el proceso de transformación de los preparados de tal forma como lo hacen en su función natural en el organismo animal del que formaban parte. El efecto que producen los órganos es máxime si los animales proceden de la misma granja en la que son elaborados, y evidentemente, como todos no tenemos la posibilidad de tener una granja, los preparados biodinámicos se pueden adquirir en los centros y granjas biodinámicas. Como se trabaja con animales muertos, los agricultores biodinámicos cuando elaboran los preparados y manipulan órganos muertos lo hacen con ropa que les proporcione una protección adecuada, así como guantes de goma, y los restos de los animales muertos son tratados y eliminados de acuerdo a la reglamentación vigente de cada lugar.
Las partes de animales usadas como recipientes en la elaboración de los preparados están intrínsecamente ligadas al fin que se pretende alcanzar con cada preparado en cuestión. Se utilizan cuernos de vacas que hayan tenido varios partos en la elaboración del Preparado de Boñigas ó 500 y el Preparado de Sílice ó 501, los cuernos reflejan hacia el interior del cuerno toda aquella energía etérea y astral, en ocasiones y ante la escasez de cuernos de vaca se utilizan en su lugar pezuñas de la vaca. La vejiga de ciervo se utiliza en el Preparado de Milenrama ó 502, la vejiga del ciervo mediante procesos metabólicos recoge las fuerzas cósmicas que penetran a través de sus sentidos. El intestino delgado de la vaca también se usa en el Preparado de Manzanilla ó 503, al igual que se usan cráneos sean de origen vacuno, ovino, caprino, porcino o incluso caballar, en la elaboración del Preparado de Roble ó 505. Para el Preparado de Diente de León o 506 se usa como envoltorio animal el mesenterio y el omento.
El momento es único, cada segundo, cada minuto, cada hora……, días, meses,.. años, ……… milenios, son únicos, no hay dos iguales. Y el cielo y su impronta también es única, y la posición de la luna, el sol, o determinados planetas, constelaciones,…., son determinantes de ese momento. Con ello, la influencia del momento en que se deben realizar los procesos que integran la elaboración de cada preparado es importante, porque va a determinar muchos aspectos fundamentales. Sólo hay que observar un poco las estaciones del año para poder sacar pequeñas conclusiones que nos ayuden a comprender si cabe un poco esta compleja filosofía agraria. El proceso respiratorio de la tierra es claro, durante la primavera-verano el ascenso de savia a las sumidades de las plantas indican un claro proceso de expiración, la tierra exhala energía hacia el exterior, de ahí que todas las especies vivaces comiencen la brotación con la llegada de la primavera. Y por el lado contrario, si observamos el otoño e invierno comprenderemos que el proceso respiratorio de la tierra es inhalante, los árboles frenan el crecimiento en seco, y las especies de hoja caduca llegan a aparentar perder toda vida, la tierra inhala las energías cósmicas. La influencia del astro rey, nuestro sol, también es determinante por el grado de luminosidad que posee, ideal para la elaboración de determinados preparados que van a ser destinados para controlar enfermedades fúngicas, como es el caso del preparado de sílice que se elabora en los meses de verano.
Simplemente voy a enumerar los diversos preparados biodinámicos que se utilizan sin explicar su elaboración ya que resultaría tarea extensa y a la que no estoy preparado para poder transmitirla. Aunque ya he citado algunos al hablar de los recipientes, los preparados biodinámicos son el Preparado de Boñigas o 500, el de Sílice o 501, el de Milenrama o 502, el de Manzanilla o 503, el de Ortiga o 504, el de Roble o 505, el de Diente de León o 506, y el de Valeriana ó 507, que formarían la base inicial de los preparados, pero actualmente y tras los diversos años de experiencia y experimentación llevados a cabo por los agricultores biodinámicos algunos de ellos se han mejorado, combinado, o de cualquier otra forma evolucionado, como son el Preparado de Fosa de Abedul, el Preparado Combinado de Nicolaus Remer, la modificación realizada por Maria Thun del Preparado de Tortas de Boñigas, el iniciador de la fermentación “Pfeiffer Starter” de Ehrenfried Pfeiffer, el Preparado de Ortiga modificado según el Instituto Agrario Michael Fields…. Los preparados 500 y 501 se utilizan directamente sobre el cultivo, y el resto de preparados se utilizan para mejorar la calidad del humus en la pila de compost.
La elaboración de los preparados también está ligada al comento cósmico, como ya hemos citado, cada preparado tiene su momento determinado por los astros en el que se deben realizar los distintos procesos que integran su particular elaboración. Esto sería muy complejo de explicar y abarcaría un extensión basta de texto escrito. Por ello vamos a centrarnos más en lo que se define como la dinamización de los preparados.
La dinamización de los preparados consiste en transmitir al agua las fuerzas que han absorbido los preparados en su elaboración, convirtiéndose la portadora de estas energías que serán transmitidas con el riego a las tierras de cultivo. Para la dinamización se ha de utilizar preferentemente agua de lluvia, estanque o de arroyo, pero también se puede utilizar agua de ciudad, con la premisa que esté un tiempo en reposo. Las energías que contienen los preparados biodinámicos pasan al agua a través de la espiral que se produce si la remolineamos. Para el remolineo los agricultores biodinámicos usa una vara de abedul o de roble. La dinamización consiste en remover el agua de lluvia y con el preparado que se pretenda dinamizar, siempre por separado, nunca se mezclan, durante un intervalo de tiempo de entre 20 minutos para el Preparado de Valeriana por ejemplo, hasta un máximo de 60 minutos para el caso de los preparados de Boñiga y de Sílice. Las fuerzas vitales transmitidas al agua duran activas no más de 3 horas, por lo que se debe rociar el preparado antes de que transcurra dicho tiempo.
Por Miguel Gimeno