¿Quieres saber que es un PK y cómo usarlo eficazmente en tu cultivo de cannabis? Es este post encontrarás todas las respuestas .
¿Qué es un PK?
PK son dos elementos químicos. P es fósforo y K es potasio. Junto al nitrógeno (N), forman los llamados nutrientes primarios o macronutrientes.
No son ni más ni menos importantes que los nutrientes secundarios (calcio, magnesio y azufre) ni los micronutrientes (manganeso, hierro, boro, zinc, cobre, cloro, cobalto y molibdeno).
Simplemente son los más demandados por las plantas a lo largo de un cultivo. Y dependiendo de la fase de cultivo, la demanda de unos y otros es muy variable.
Así que un PK es un abono que contiene básicamente fósforo y potasio. Puede contener además algún otro elemento como el calcio para mejorar la asimilación de ambos.
El papel del fósforo en el cultivo de cannabis
El fósforo es un nutriente muy importante en la fotosíntesis, en el transporte de nutrientes, en la síntesis y descomposición de glúcidos, síntesis de proteínas, actividad de las diastasas y como transmisor de energía.
También uno de los componentes del ADN y se relaciona con el vigor general de la planta, así como la producción tanto de semillas como de tricomas.
Las mayores concentraciones de este nutrientes se pueden encontrar tanto en las zonas de crecimiento (puntas de raíces y brotes aéreos), como en el tejido vascular.
La plantas de marihuana y todas en general, emplean grandes cantidades de fósforo no sólo en la floración, sino en fases tempranas. Desde la germinación, hasta en la clonación.
Carencias de fósforo
Las carencia de fósforo causan retrasos en el crecimiento. Además las hojas se desarrollan con un tamaño menor al habitual, se vuelven de un color azulado y pueden presentar algunas manchas. Tallos, peciolos y nervios de las hojas tienden a adquirir un color rojizo.
Al tratarse de un nutriente móvil, las hojas más viejas serán las primeras en verse afectadas. Se debe a que la planta envía el fósforo almacenado en las hojas viejas a las zonas de crecimiento para minimizar la carencia.
Las puntas de estas hojas más viejas primero se oscurecen y encorvan hacia abajo. Cuando la carencia avanza, desarrollan zonas muertas de un color púrpura.
En carencias severas, las hojas terminan secándose, arrugándose, retorciéndose y terminan desprendiéndose de la planta.
En plantas en floración, ésta suele retrasarse. Además el desarrollo de los cogollos es menor. En plantas con semillas, la producción de éstas también será más pobre.
Las plantas en general serán más susceptibles al ataque tanto de plagas como de hongos. Se debe a que la planta será más débil.
Las carencias de fósforo no sólo se deben a una falta de este nutriente. Se puede deber también a cultivar en un sustrato arcilloso o a un encharcamiento prolongado del mismo.
También influye el nivel de pH del suelo. Con un pH superior a 7.0, es un nutrientes que no puede ser asimilado correctamente. Lo mismo sucede con un pH inferior a 5.8.
Excesos de fósforo
Un exceso de fósforo puede tardar varias semanas en pronunciarse, sobre todo cuando el pH del medio es el correcto.
Cuando el sustrato presenta niveles de fósforo que la planta no es capaz de asimilar, se reduce la asimilación de calcio, cobre, zinc y magnesio.
Un exceso de fósforo generalmente se manifiesta como una carencia de alguno de los nutrientes anteriores, siendo la más común el de zinc.
El papel del potasio en el cultivo de cannabis
Las plantas de cannabis usan potasio en todas las fases de su desarrollo. Es un nutriente que incrementa la resistencia de la planta frente al ataque de bacterias y hongos.
Es esencial para que la planta pueda extraer el agua y los nutrientes del suelo, para después asimilarlos mediante un proceso de osmosis.
Interviene directamente en la fotosíntesis favoreciendo la síntesis de los hidratos de carbono, proteínas y aminoácidos.
También fomenta la producción de azúcares y almidones, y es fundamental en la división celular. Además aumenta la resistencia de las plantas frente a sequías y ataques externos, a la vez que refuerza sus tejidos.
Resulta necesario para la elaboración de las proteínas que aumentan el contenido en aceites y mejoran el sabor en las plantas de cannabis.
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Carencia de Potasio
Las plantas con carencias de potasio a simple vista crecen sanas. Pero son más susceptibles al ataque de plagas, hongos y enfermedades.
Al ser un nutriente móvil como el fósforo, son las hojas más viejas las primeras en presentar las carencias. Desde los bordes y las puntas, desarrollan moteados. Finalmente se rizan hacia arriba, se vuelven amarillas y se mueren.
Esto se debe principalmente a que la temperatura interna se dispara y las proteínas de las células se queman y degradan.
También es habitual que los tallos se debiliten y se vuelvan quebradizos, aunque la planta siga ramificando con fuerza.
Además y siendo un nutriente esencial en la fase de floración, la producción se verá seriamente afectada, además de retrasarse.
Exceso de potasio
Una sobrefertilización de potasio no es sencilla de diagnosticar. La planta mostrará síntomas de carencias de magnesio y de los micronutrientes hierro, manganeso y zinc por una mala asimilación.
Cuando la planta presenta alguna carencia de los nutrientes mencionados, generalmente es causa de un exceso de potasio.
Cuando y cómo se usa un PK
Como vemos, tanto el fósforo como el potasio son dos nutrientes imprescindibles a lo largo de todo el cultivo. Pero será en floración cuando las plantas más los demanden.
Y es a partir del pico de floración (mitad de floración) cuando la demanda de PK se dispara. Los cogollos una vez formados, requerirán altas cantidades de estos dos nutrientes para su engorde.
Un PK por lo tanto se usa generalmente a partir de la mitad de floración y hasta unos 7-10 días antes de la cosecha. Después tocará hacer un lavado de raíces para obligar a la planta a consumir los nutrientes almacenados en las hojas.
Los PK también se les conoce como potenciador de floración o revienta cogollos. Y siempre son un suplemento para acompañar a un nutriente base de floración.
La planta además de fósforo y potasio, seguirá demandando nitrógeno en dosis bajas, además de todos los nutrientes secundarios y micronutrientes. Usando sólo un PK, las carencias de otros nutrientes serán inevitables.
Las proporciones de fósforo y potasio pueden ser muy variables dependiendo del fabricante. Desde los clásicos PK 13/14, hasta los más concentrados PK 50/40.
Un PK 13/14 (13% de fósforo y 14% de potasio) no es mejor ni peor que un PK por ejemplo 50/40. Simplemente se necesitará una dosis mayor de uno que de otro.
Si añadimos la dosis recomendada por el fabricante de uno y de otro y después comprobamos la EC de la solución nutriente, podremos comprobar que serán similares en ambos casos.
Al ser en cualquier caso un abono bastante concentrado, los fabricantes siempre recomiendan comenzar con dosis bajas. Y semana a semana, se han de ir subiendo.
Conclusión
Un PK o potenciador de floración asegurará el engorde de los cogollos y mejorará su sabor al ser nutrientes que directamente intervienen en la producción de azúcares, proteínas, transmisión de energía… No prives a tus plantas de estos dos nutrientes y te lo agradecerán con unas cosechas impresionantes.