Canadá, uno de los grandes países del norte de América, que goza de los elogios de gran parte del mundo e integra el grupo de las siete naciones más importantes del mundo, se ha convertido en la segunda república del planeta que libera el cannabis para su uso recreativo. La noticia corrió como reguero de pólvora e incentivó a muchos inversores a volcarse a un negocio que, ahora sí, parece tener una banca maría friendly.
Las acciones de Aurora Cannabis Inc. subieron un 3,3% en la preapertura de la bolsa del pasado martes. La jornada anterior, la compañía de cannabis con sede en Edomonton y que tiene ocho instalaciones de producción autorizadas, cinco licencias de venta y operaciones en 18 países, reportó ganancias netas fiscales que en el primer trimestre aumentaron de 3.6 millones de dólares a 105.5 millones en sólo un año. En el trimestre anterior, el beneficio fue de 79.9 millones de dólares.
La firma comunicó que los ingresos totales aumentaron un 260% respecto al año anterior y un 55% respecto al trimestre anterior, mientras que los ingresos por cannabis aumentaron un 236% respecto del año anterior y un 65% respecto del último trimestre a $ 24.6 millones.
“El comienzo de las ventas de consumo para adultos en Canadá ha sido muy exitoso para Aurora, con un sólido desempeño en todas las categorías de productos y marcas”, dijo el Director Ejecutivo Terry Booth. “Dada la fuerte demanda insatisfecha de los consumidores en todo Canadá, confiamos en que nuestra capacidad de producción en rápido aumento resultará en una aceleración continua del crecimiento de los ingresos”.
Es legal, pero por favor no la fumen
El Ney York Times publicó un reportaje sobre como comunicar la ola liberadora a los más jóvenes, de acuerdo a los riesgos que puede tener un consumo demasiado frecuente, aunque no se registran antecedentes en el mundo que indiquen que la legalización provocó un aumento exhorbitante de la demanda.
Atentos al temor de parte de la ciudadanía, el gobierno canadiense comenzó una campaña de educación pública por 83 millones de dólares, la mayor parte de ella destinada a los jóvenes, que advierte sobre los peligros de la marihuana.
“Mucha gente joven tiene la noción de que esta es una sustancia muy benigna sin riesgo; es orgánica, natural y es medicinal”, afirmó al NY Times Bill Blair, ministro del país a cargo de la legalización de la marihuana, y ex jefe de policía de Toronto. “Cuando uno comienza a darle a la gente los hechos que reemplazan a la mitología y la información errónea, la gente toma decisiones más inteligentes y mejores”, agregó.
“Que sea legal, no significa que sea segura”, dijo el Dr. Paul Roumeliotis, funcionario médico de salud del este de Ontario, en el centro este del país. “Ese es nuestro mensaje real”, acotó desde la otra orilla. Lo cierto es que, de acuerdo con un informe reciente de la agencia de censos, el 32,7% de los adolescentes había fumado marihuana en los tres meses previos a la legalización.
Por Rama