Tras la legalización del cannabis medicinal en Perú, un grupo de madres también ha comenzado su propia lucha para intentar que también se legalice el autocultivo para el tratamiento de enfermedades.
En la actualidad, según fuentes oficiales más de 300 familias peruanas han podido mejorar su calidad de vida gracias al aceite de cannabis. Anthony, de 16 años sufre esclerosis tuberosa. Para su madre el cannabis es una esperanza. “Convivir con el dolor de ver a mi hijo convulsionar por más de 10 veces al día nos sumía en el sufrimiento familiar”, declaró en un informe para la prensa peruana.
Después de más de ocho meses de polémica en el país y gracias a las movilizaciones de padres, el Congreso de la República daba la autorización de uso de marihuana con fines medicinales. Se une así junto a México, Chile, Uruguay, Colombia, Estados Unicdos, Brasil y Costa Rica en los países del continente americano donde el uso del cannabis medicinal es legal.
Con todo, son muchas las madres que mantenían desde hace años su autocultivo para fabricarse su aceite de cannabis, las que piden al gobierno que la ley se amplie a la autoproducción en forma colectiva o personal, para el tratamiento de enfermedades terminales, males crónicos o también aquellas consideradas como raras. Ésto supondría modificar el código penal y quitarle el carácter punitivo a todo tipo de posesión del cannabis.
¿Qué contiene este aceite que todo lo cura?
La madre de Anthony, Ana Álvarez contempla en su hijo el resultado de su lucha. Ahora ambos pueden descansar muchas más horas. Como ella, 7 millones de personas con epilepsia, cáncer y enfermedades degenerativas han encontrado en el aceite de cannabis una medicina a la que no pueden acceder debido a su enorme costo.
Una sola planta de un metro de altura cultivada de manera legal y sin el miedo a recibir una sanción, puede ser la mejor medicina disponible para muchas personas que no tienen recursos para conseguir costosos medicamentos.
Según Miguel Palacios Celi, decano del Colegio Médico del Perú, “los efectos paliativos de esta planta medicinal permiten controlar las naúseas y estimula el apetito en los pacientes que reciben quimioterapia”. Al respecto de sus efectos adictivos precisó “que en el caso de los niños se seleccionan las sepas con mayor cantidad de CBD para su uso farmaceútico”.
Además, la nueva ley permite la investigación, importación y comercialización del cannabis y derivados con fines medicinales y terapéuticos. También autoriza otorgar licencia al poder ejecutivo para que las universidades e instituciones médicas y de salud hagas estudios científicos en laboratorios certificados.
