¿Encontraste una planta de cannabis macho en tu cultivo? Aprende cómo identificarlas y qué puedes hacer con esta.
Las plantas de cannabis macho, a menudo pasadas por alto en comparación con sus contrapartes femeninas, desempeñan un papel crucial en la reproducción y el desarrollo de nuevas cepas. Al comprender su función y aprender a manejarlas adecuadamente, los cultivadores pueden optimizar la calidad y el rendimiento de sus cultivos de marihuana.
Si estás interesado en el cultivo de tu propia marihuana, inevitablemente terminarás topándote con una planta de cannabis macho. Por ello, te recomendamos seguir leyendo para conocer todo sobre estas plantas, sus peligros y cómo aprovecharlas dentro de tu cosecha.
¿Qué es una planta de cannabis macho?
La marihuana macho, genéticamente determinada por cromosomas masculinos (XY), no produce cogollos, centrando su energía en la producción de polen esencial para polinizar las plantas hembra y generar semillas. Sin embargo, la polinización no deseada puede resultar en cogollos llenos de semillas, afectando tanto la calidad como el sabor. La importancia de identificar y eliminar las plantas macho a tiempo es crucial para los cultivadores que buscan cosechas de flores de alta calidad.
El proceso de sexado, que implica identificar el sexo de las plantas de cannabis, se lleva a cabo durante la fase de pre-floración, siendo esencial al cultivar a partir de semillas regulares. En el cultivo interior, la determinación del sexo se puede realizar en las primeras dos semanas después del cambio de fotoperiodo, mientras que en el cultivo exterior, este proceso puede llevar más tiempo debido al cambio gradual de luz.
¿Cómo identificar una planta de cannabis macho?
La distinción entre las plantas de cannabis macho y hembra radica en sus flores. Las flores masculinas se manifiestan como pequeñas bolas que liberan polen al abrirse, mientras que las hembras presentan esferas de menor diámetro. La identificación precisa en esta etapa a menudo requiere experiencia, y para eliminar dudas, se recomienda esperar hasta que las hembras desarrollen estigmas y pistilos blancos, características únicas de las plantas femeninas.
La presencia de plantas hermafroditas, capaces de desarrollar tanto semillas macho como hembra, es otra consideración importante. Estas plantas pueden afectar negativamente el cultivo al polinizarlo, y su detección y eliminación también son esenciales.
¿Es malo cultivar cannabis macho?
No es necesariamente malo cultivar cannabis macho, sin embargo, las plantas de cannabis macho se evitan en los cultivos por varias razones, incluyendo:
- Polinización no deseada: las plantas macho pueden fecundar las plantas hembra, generando semillas no deseadas y disminuyendo la calidad de los cogollos.
- Rendimiento del cultivo: la presencia de plantas macho puede agotar la energía de las hembras, reduciendo el rendimiento del cultivo y afectando negativamente la calidad.
- Potencia limitada: las plantas macho no producen flores ricas en cannabinoides, haciéndolas menos útiles para fines recreativos o medicinales en comparación con las plantas hembra.
¿Para qué puede servir la planta cannabis macho?
- Crear una planta feminizada
- Hacer una polinización controlada
Crear una planta feminizada
La inducción de la feminización se puede lograr mediante el uso de etileno, una fitohormona común en las plantas de marihuana femeninas. Alternativamente, se pueden utilizar productos que liberen etileno al descomponerse, como pedazos de fruta en estado de descomposición.
Administra etileno
Para feminizar tus plantas necesitarás etileno, una fitohormona que comúnmente se encuentra en las plantas de marihuana femeninas. Sin embargo, esta sustancia puede no ser fácil de conseguir, por lo que se recomienda utilizar productos que desprenden etileno al estar en contacto con la tierra.
Una opción es enterrar alrededor de la planta pedazos de fruta en estado de descomposición. Las frutas, al alcanzar la maduración y comenzar a descomponerse, tienden a desprender altos niveles de etileno.
Por otro lado, si consigues etileno para cultivos deberás administrarlo con mucho cuidado, utilizando guantes y una máscara facial. Una inhalación directa de etileno puede ser perjudicial para ti. Si lo utilizas, trata de que una concentración adecuada del producto caiga sobre las hojas y los tallos de determinadas plantas macho.
Ajusta el periodo de iluminación
Al administrar etileno, en el proceso de cómo feminizar una planta macho, deberás favorecer las condiciones de la planta. Esto se refiere a que ajustes el tiempo de iluminación de tus plantas, a doce horas de luz por día y doce horas de oscuridad.
Si tus plantas están en el exterior puedes cubrirlas durante su tiempo de oscuridad, pero debes hacerlo todos los días a la misma hora. Además, esta condición de iluminación solo será benéfica para feminizar tus plantas si estas son 100% masculinas. Las plantas hermafroditas no se verán afectadas por algunos de estos factores.
Hacer una polinización controlada
Para generar nuevas genéticas y variaciones en el cannabis, es imperativo realizar cruces entre plantas hembras y machos de marihuana, completando así el proceso de polinización y dando origen a semillas de cannabis con características innovadoras. Esta práctica implica el cultivo de varios especímenes, con la finalidad de elegir aquel que manifieste las mejores cualidades, permitiendo la creación de cepas más robustas y resistentes.
Los individuos machos de alta calidad desempeñan un papel fundamental en cualquier programa de cultivo de cannabis. Al suministrar polen a las plantas hembra, los machos contribuyen con la mitad del ADN que constituirá la descendencia futura. En consecuencia, la selección de machos que exhiban rasgos beneficiosos tiene el potencial de generar una descendencia que herede y perpetúe esas características ventajosas.
¿Cómo hacer una polinización controlada?
- Para iniciar el proceso de polinización controlada en tu cultivo de cannabis, reúne los siguientes materiales: agua destilada o mineral y una jeringa pequeña.
- En el recipiente recolecta el polen, agrega agua y ciérralo herméticamente. Agita bien para asegurar una mezcla homogénea y luego llena la jeringa con esta solución.
- Antes de manipular el polen de una planta macho, asegúrate de lavar bien tus manos y considera incluso cambiar de ropa. Este paso es crucial para evitar la polinización no deseada de plantas hembras.
- Selecciona un cogollo de la planta que deseas polinizar y etiquétalo con alguna etiqueta, alambre o cordel. Utiliza una bolsa o plástico para aislar este cogollo del resto.
- Opta por un cogollo ubicado en las zonas medias o bajas de la planta, y si es necesario, flexiona la rama para facilitar el acceso.
- Con precaución, rocía el contenido de la jeringa sobre el cogollo seleccionado. Asegúrate de sacudir para eliminar cualquier exceso de agua y polen, evitando que este caiga sobre otros cogollos.
- Si lo prefieres, puedes usar la mezcla de polen y agua en un pulverizador para rociar el cogollo. También puedes optar por un pincel, ya sea con polen seco o mezclado con agua.
- Finaliza tapando el cogollo polinizado con una bolsa. Evita crear un efecto invernadero y realiza la polinización preferiblemente al anochecer, dejando el cogollo tapado durante toda la noche.
- Ahora solo resta esperar a que las semillas maduren. Normalmente, esto ocurrirá cuando coseches toda la planta. Guarda las semillas en un bote y consérvalas en un lugar oscuro, fresco y seco.
Aunque las plantas de cannabis macho a menudo son pasadas por alto, desempeñan un papel esencial en el mundo del cannabis. Aunque su presencia puede no ser deseada en cultivos destinados al consumo de cogollos sin semillas, su contribución en la creación de nuevas cepas y la posibilidad de obtener semillas es invaluable para los criadores. Sigue aprendiendo más sobre el cultivo de cannabis leyendo La Marihuana.