Pakistan Chitral Kush es una variedad que los que la han podido cultivar y catar, coinciden en que se trata de algo totalmente diferente. En este post te contamos todo sobre ella.
El origen de Pakistan Chitral Kush
Cada vez se hace más complicado conseguir variedades landrace. Los motivos son varios. Desde la gran dificultad del cultivo de sativas puras en interior. O la mayor producción de los híbridos modernos.
Gracias a algunos pocos bancos de semillas podemos seguir disfrutando de estas landraces y cuyas descendientes ocupan hoy prácticamente la totalidad del mercado.
La Pakistan Chitral Kush o PCK es una variedad que su nombre ya de entrada nos da pistas de su procedencia. Se trata de una variedad de Pakistán, procedente de Chitral.
Chitral es un gran territorio en el distrito de Khyber Pakhtunkhwa, al norte del país y en pleno Hindu Kush, un macizo montañoso que comparte principalmente sus más de 1.000 km de extensión con la vecina Afganistán.
En las laderas y valles al pie de esta gran cordillera, han crecido durante cientos de años algunas de las variedades más resinosas del planeta y llamadas comúnmente hash plant o plantas de hachís.
Las condiciones climáticas de esta zona ha hecho que en su evolución sean plantas de floración temprana, forzadas en gran parte por la sequía, la altitud de su cultivo y la llegada prematura de un otoño hostil.
También estas condiciones hace que estas plantas produzcan grandes cantidades de resina. No deja de ser una protección que desarrolla la planta contra el sol y el calor, pero también contra el frío.
Por todos es bien es conocida la fama del hachís afgano o pakistaní. Su fama sobre todo, porque aunque su calidad está lejos de toda duda, hoy en día la práctica totalidad del hachís sale de Marruecos, incluso el afgano.
El cultivo de Pakistan Chitral Kush
La Pakistan Chitral Kush, que comparten tanto Cannabiogen como ACE Seeds, es una planta que representa las mejores variedades pakistanís del Hindu Kush.
Se dice que procede del cultivador Alex “la mano negra”, gran apasionado de las variedades landrace que tristemente nos dejó hace más de una década.
Es una planta con el típico patrón de crecimiento piramidal y compacto, de hoja pequeña, distancia internodal corta/media y peciolos anchos. No es una variedad que adquiera una gran altura.
Por ponerle un inconveniente, es que es una planta ligeramente propensa a las plagas y en especial a la araña roja. De todas las variedades del jardín, puede que sea a la que primero ataquen.
En cambio soporta bien las humedades y el frío. Y su corto período de floración hace que en lugares de veranos cortos y donde las primeras lluvias del otoño siempre se adelanten, ya las tengamos a buen recaudo en el secadero.
Tampoco es una planta muy exigente en cuanto abonos. Una alimentación orgánica y ligera es lo más apropiado para conseguir los mejores sabores.
Desde que se dio la a conocer Pakistan Chitral Kush a finales de los 2000, ha puesto nuevamente de moda las variedades de color morado, siendo quizá la característica que más famosa la ha hecho.
Porque existen dos fenotipos bien diferenciados. Uno es el típico verde, de cogollos más grandes y compactos. Y el otro es morado.
Algunos ejemplares morados muestran colores que van desde rosáceos hasta rojo intenso o púrpura, sin duda los más espectaculares.
El contraste entre el verde brillante de las hojas y el totalmente de los cogollos completamente de color rojo/sangre es impresionante.
Estos ejemplares más oscuros, en su punto óptimo de maduración producen además un hachís de un color también morado que ya entra por los ojos sólo verlo.
De todos modos el cultivador que busque una planta súper productora no la encontrará en la Pakistan Chitral Kush. Pero si busca un sabor único, en pocas plantas más lo encontrará.
Aroma, sabor y potencia
Los dos fenotipos además de visualmente, se identifican claramente por sus aromas, sabores e incluso potencia. En cualquier caso los dos ofrecen una gran producción de resina que ofrece un gran rendimiento y un sabor exquisito.
El fenotipo verde presenta un aroma terroso, a café, caramelos y algo cítrico. El sabor principalmente es dulce y a musgo.
El fenotipo morado es menos productivo, pero su aroma y sabor delicioso. Se pueden apreciar claras notas a uva, frutas del bosque, cereza…
En cuanto a la potencia, es una planta para todos los públicos. Tiene unos efectos muy limpios, relajantes pero sin perder la viveza que pueda impedir hacer cualquier tipo de actividad.
Como un buen vino o un buen licor, es para disfrutar del momento, calada a calada, llenado el paladar de unos sabores excepcionales que durarán tiempo después de la última espiración.
Posiblemente y como decíamos, la Pakistan Chitral Kush no sea ni la variedad más productiva, ni la más resistente ni la más potente. Pero es una variedad única que todo lo que ofrece, ninguna otra lo hará.
Cuando se cultiva, se recomienda conservar un esqueje de cada planta hasta ver en floración cual es su inclinación. Como decimos los fenotipos morados son un espectáculo visual y gustativo que merece la pena conservar.
Además por su condición de índica afgana pura, puede ser la mejor de las madres o el mejor de los padres para hacer cruces. El color morado casi siempre se hereda y los híbridos serán igual de espectaculares que la madre o padre.
