Padres con hijos con trastornos epilépticos pidieron dejar el miedo a utilizar las sustancias activas de la marihuana con fines medicinales, puesto que en su uso han notado una mejoría de sus hijos, por lo que llamaron a la sociedad civil a seguir impulsando una legislación que regule la yerba, a fin de que todos los pacientes que la requieran puedan tener acceso a ella y así mejorar su calidad de vida.
Al ofrecer una conferencia en la Expo Weed, Raúl Elizalde, padre de la pequeña Grace y quien ganó un amparo para importar un medicamento elaborado con aceites derivados de la cannabis, destacó la importancia de generar evidencia científica para derribar el “estigma” que hay sobre el uso de la marihuana. Afirmó que son casi 100 pacientes los que cuentan con el permiso y usan el estupefaciente, mientras que alrededor de otros 50 lo utilizan se manera artesanal.
“Nosotros sabemos que se han dado más de 90 permisos a personas que lo están usando, son unas 100 personas que están consumiendo un producto derivado del cáñamo [derivado de la cannabis] que no es sicotrópico y a su vez hay 50 pacientes que tenemos conocimiento que están haciendo el aceite de forma tradicional porque no tienen acceso a este tipo de tratamientos”.
Comentó que al no haber una regulación sobre la mariguana, se orilla a las personas que no cuentan con los recursos suficientes para acceder al tratamiento, a recurrir al mercado negro para conseguir la yerba y elaborar de manera artesanal los aceites para la mejora de su paciente.
“Los otros 50 pacientes que tenemos en la lista usan la planta de manera artesanal, consiguiendo la planta en el mercado negro, haciendo sus propios productos de manera artesanal, y esto es algo por lo que nosotros queremos que se regule, para que muchas personas que están haciendo esto desde la ilegalidad, no que tengan que hacer esto desde el marco ilegal y que el mismo Estado pueda permitir la importación de estos productos”, señaló.
El papá de la pequeña Grace consideró que la iniciativa para regular el uso medicinal de la marihuana “está un poco corta”, puesto que se requiere detallar cómo se van a importar los productos que no son derivados de la mariguana, sino del cáñamo industrial, el cual no es un sicotrópico, por lo que pidió que se haga una diferencia en la regulación de estos compuestos.
“El cáñamo es la cannabis cuando tiene menos de 1% de concentraciones de THC [Tetrahidrocannabinol] ese es el cáñamo. Se tiene que hacer esta diferencia para poder hacer estos productos y que puedan distribuirse como lo que son: suplementos alimenticios que ayudan a una condición, son impresionantes los testimonios, reducciones de crisis en casi todos los pacientes. Ocho de cada nueve pacientes ven mejoría en sus crisis”.
Tras casi un año de utilizar un medicamento a base de cannabidiol, extracto de la marihuana producido en Estados Unidos, Grace ha tenido una notable mejoría, a decir de su padre, de tener 400 crisis diarias, hoy en día sólo presenta 10. La pequeña luce inquieta y trata de sonreír frente a la cámara, aunque con timidez se esconde tras de su padre. “Ella está más atenta, avanza más en sus terapias, da pasitos con ayuda. Prácticamente nos ha cambiado la vida, nosotros como familia, porque su calidad de vida lógicamente ha mejorado muchísimo. Lo que nosotros buscamos en estos casos es dar una mejor calidad de vida y creo que lo estamos logrando”, indicó.
María Paula, de Yucatán, es otra de las niñas que han reportado una mejoría desde que toman el medicamento derivado de la cannabis. Su padre Juan Acevedo comenta que su pequeña, de a penas seis años, fue diagnosticada con epilepsia refractaria, y de presentar cerca de 150 convulsiones al día, ahora sólo se convulsiona tres.