El afamado director alemán de cine Wim Wenders, estuvo a punto de ponerse el pijama de madera cuando se zampó un cerro de galletas de marihuana. No lo hizo ahora a sus 63 años, sino que cuando aún era un lolito que vivía la vida loca. En su última película, “Palermo Shooting”, aborda el tema de la muerte y por eso decidió relatar su experiencia.
Era estudiante de cine en Munich, cuando se devoró “de manera completamente irresponsable 20 galletitas ‘especiales’, que se habían preparado para una fiesta”. Admitió que “las galletitas me resultan irresistibles y en esa fiesta no había nada más de comer”.
Fuente Lacuarta