El hachís es la extracción de cannabis más famosa y consumida en el mundo. Pero… ¿conoces realmente su historia? No te pierdas este post donde te contaremos el origen del hachís.
Qué es el hachís
El hachís es un material que se obtiene a partir de la resina o tricomas de los cogollos de cannabis. Una vez los cogollos están secos, son separados de la materia vegetal.
Posteriormente se amasan o prensan hasta obtener una sustancia gomosa y compacta. El solo calor de las manos, es suficiente para ablandar el hachís y manipularlo con facilidad.
El hachís en España
En España existe una gran tradición de consumir hachís. Esto se debe en gran parte por la influencia de Marruecos, el país mayor productor mundial.
Que muchos españoles tengan la costumbre de mezclar el cannabis con tabaco, se debe principalmente a hacer lo propio con el hachís.
Se debe tener en cuenta que como tantos otros países, la cultura cannábica española es relativamente joven. Hasta hace pocas décadas muy poca gente fumaba cogollos.
El hachís que actualmente entra en España está prácticamente todo adulterado. Para que os hagáis una idea, para hacer un gramo de hachís son necesarios unos 10 gramos de cogollos.
Si se trata de un hachís doble cero, hecho sólo con los mejores tricomas exteriores del cogollo y considerado el de mayor calidad, serán necesarios unos 100 gramos de cogollos.
Lógicamente de estos 100 gramos se conseguirá un gramo de doble cero, pero aproximadamente otros 9 gramos de buen hachís.
Puede que más o menos todos conozcamos euro arriba o euro abajo los precios que maneja el mercado negro. Así que sin echar manos de la calculadora, podremos comprobar que las cuentas no salen.
La calidad de un hachís se puede comprobar de varias maneras, como puede ser su textura, color y olor. Un buen hachís será consistente pero se ablandará fácilmente con el calor de los dedos.
También tendrá un olor intenso y aromático. En cambio un hachís de mala calidad tendrá un olor rancio o como a moho. También si su color es verduzco, significará que tiene un alto contenido en materia vegetal.
Pero hay matices. Porque a la hora de adulterar el hachís se puedes usar tintes para variar su color. O aceites o miel para que parezca más pegajoso. E incluso perfumes para mejorar su aroma.
Así que inevitablemente, la calidad de un hachís deberá pasar la prueba de consumo. Bastará una sola calada para saber si el origen del hachís es bueno o malo.
Cual es el origen del hachís
Aunque puede que a alguno le pueda sorprender, el origen del hachís no es Marruecos. De hecho, el cultivo de cannabis en nuestro país vecino no comienza hasta mediados del siglo pasado, por lo que es relativamente moderno.
La palabra “hachís” proviene de la palabra árabe hashish, que tiene varios significados como pueden ser hierba seca, césped e incluso cáñamo.
A los investigadores les resulta muy complicado señalar con exactitud el país del origen del hachís. Algunos coinciden situarlo en la antigua Persia, lo que hoy es Irán.
Otros señalan a las montañas del Hindu Kush, uno de los primeros lugares donde tuvo lugar la domesticación del cannabis.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR
Cómo hacer hachís con un pañuelo
Cómo hacer hachís con un “hash maker”
Y otros hablan de la India, donde luego de trabajar en las plantaciones de cannabis, las manos de los agricultores estaban llenas de resina. Luego la raspaban y amasaban, dando lugar a las famosas charas.
Una de las primeras referencias escritas sobre el hachís se encuentra en la recopilación medieval en lengua árabe de los cuentos de “Las mil y una noches”.
En el relato “El comedor de hachís” se cuenta la historia de un hombre rico, que tras gastarse toda su fortuna en mujeres, se dirige a un baño turco.
Allí ingiere una bola de hachís y se inmersa en un sueño donde de nuevo rico de nuevo. Pero al despertar descubre que la gente, al reconocerle, le señala y se ríe de él.
No puede olvidar su experiencia con la droga. Y a partir de ese día comienza a restituir el orgullo y la confianza en sí mismo.
Otras leyendas lo atribuyen a Qutb ad-Dīn Haydar, un monje de clausura también el fundador del sufismo, una de las ramas del Islam.
Tras caer en una depresión, se adentró solo en el campo. Cuando regresa sus discípulos se dan cuenta de que parece un hombre nuevo, feliz y enamorado de la vida.
Haydar atribuye su felicidad al hachís, por lo que sus discípulos enseguida comienzan a consumirlo. Tal fue su placer por esta planta, que incluso pidió ser enterrado rodeado de cannabis.
Sea cual sea su origen exacto, sobre el año 900 dC el hachís se extendió rápidamente por todo el mundo árabe, aunque en Europa no se introdujo hasta el siglo XVIII.
Durante las campañas napoleónicas en Egipto a los soldados les daban hachís para mantenerlos alentados en momentos de agotamiento.
A mediados del siglo XIX, algunos médicos occidentales empezaron a explorar los usos medicinales de esta extracción.
Hay también constancia de que algunas importantes figuras literarias de la época como Charles Baudelaire y Víctor Hugo, consumían hachís.
