La regulación del cannabis en México responde a factores sanitarios, pero también es una cuestión de derechos humanos.
La realidad en el país azteca no es diferente a la que sufren millones de cultivadores y usuarios de marihuana a lo largo del continente.
Es que, mientras los Estados comienzan a contemplar a la santa planta como un negocio, cada vez es más dura la represión para aquellos que entienden que la marihuana no tiene dueño.
Es así como el 80 por ciento de los adolescentes que fueron imputados en México afrontaron cargos por posesión de marihuana.
Entre 2016 y 2018, la cantidad de delitos de narcomenudeo registrados en las causas penales iniciadas en los órganos jurisdiccionales estatales aumentó a más del doble, según informa El Occidental.
Justamente en México, donde los carteles que comercializan drogas operan una suerte de estado paralelo en el que, ni siquiera la policía, es capaz de imponer orden.
De ese 80 por ciento de adolescentes imputados, el 94 por ciento fue por posesión de entre cinco y 100 gramos de esta sustancia; en cambio, cuatro de cada 10 adultos imputados por el delito de narcomenudeo lo fueron por la tenencia de estimulantes de tipo anfetamínico y cannabis.
De acuerdo al instituto estatal de estadísticas, INEGI, de los adultos, el 58 por ciento fueron imputados por la posesión de entre cinco y 100 gramos.
Con relación a las causas penales que iniciaron proceso en los tribunales de justicia del país, se indicó que en 2018 se registraron 31.338 delitos relacionados con drogas a nivel nacional, de los cuales 84,7 por ciento correspondieron a delitos de narcomenudeo y el 15,3 por ciento a delitos contra la salud.
Entre 2016 y 2018, la cantidad de delitos de narcomenudeo registrados en las causas penales iniciadas en los órganos jurisdiccionales estatales aumentó más del doble.
En cuanto a las sentencias, entre 2016 y 2018 hubo una disminución en el número de delitos relacionados con drogas que recibieron algún tipo de sentencia, sea condenatoria o absolutoria.
Nueve cada 10 de delitos de narcomenudeo y contra la salud cometidos por adultos fueron sentenciados en sentido condenatorio, mientras que ocho de cada 10 delitos de narcomenudeo cometidos por adolescentes recibieron una sentencia condenatoria.
El INEGI detalla que el delito de narcomenudeo representó 14 por ciento del total de delitos del fuero común cometidos por los adultos que ingresaron a prisión en 2018, siendo el segundo delito más importante por el que son privados de la libertad, solo por detrás del delito de robo.
Por otro lado, los delitos federales asociados con narcóticos (delitos contra la salud y narcomenudeo) constituyeron la principal causa por la cual las personas adultas ingresaron a los centros penitenciaros estatales y federales en 2018.
El 44 por ciento de los delitos asociados con narcóticos cometidos por la población adulta privada de la libertad en los centros penitenciarios estatales no tenían sentencia.
Y el 30 por ciento de los delitos cometidos por los adultos que se encuentran recluidos en centros penitenciarios federales enfrentaban la misma situación.
AMINSTÍA A INDÍGENAS
La presión judicial contra el cannabis también afecta a los pueblos originarios de México.
Son 180 los indígenas los que purgan condenas en distintas cárceles de Hidalgo, al norte de la Ciudad de México, y que habrían sido vulnerados en sus derechos durante el proceso judicial.
Serían liberados si la Ley de Amnistía, que analiza el Congreso del Estado, resulta aprobada, estimó el diputado local, Víctor Osmind Guerrero, al portal 398AM.
El presidente de la comisión de Seguridad Ciudadana y Justicia de la LXIV Legislatura local, agregó que adicionalmente unos 50 jóvenes recluidos por delitos menores, como portación de pequeñas dosis de marihuana, también saldrían.
Del número de reclusos mencionado, “80 por ciento (180 personas) son indígenas que fueron vulnerados en sus derechos durante los procesos penales”, señaló el legislador local del gobernante partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
“En muchos casos estos indígenas no contaron con defensores en sus lenguas maternas y se encuentran recluidos en los Centros de Readaptación Social (Cereso) de Pachuca, Tula, Tulancingo y cárceles distritales de la Huasteca”.
Víctor Osmind Guerrero dijo que el resto de los presos, 20 por ciento, son “en su mayoría jóvenes involucrados en delitos simples, sobre todo aquellos que fueron detenidos en portación de cannabis (marihuana) en pequeñas dosis”.