Nikita era un husky al que detectaron un tumor por el que padecía fuertes dolores que la llevaron al punto de dejar de comer. Su propietario, Douglas Kramer es veterinario, e impotente al ver el sufrimiento de su mascota decidió probar a calmar el dolor con cannabis. La mejoría fue inmediata, Nikita dejó de llorar y empezó a comer. Las últimas semanas de este husky al menos las vivió descansado.
A Georgia también le diagnosticaron un tumor y su propietaria, aunque al principio tenía ciertos reparos, también se animó a dar el paso y su perra mejoró visiblemente, “sabía que no era una cura”, pero la marihuana fue de gran utilidad para que el can dejase de tener dolor. La historia de Miles es parecida, a su dueña Denise fue un amigo quien le recomendó que usase esta planta para probar.
El uso de derivados del cannabis como uso medicinal está comenzado a aceptarse en las personas, pero útimamente también una corriente de veterinarios reclaman investigar en ese camino, una hipótesis a la que parece acercarse la ‘American Association medical verterinary‘.
Aprovechando la oportunidad, dos empresas de Seattle están vendiendo los suplementos a base de cannabis para los animales domésticos.
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