El cannabis se ha entrelazado con la cultura en Nepal durante siglos, haciendo que los intentos de las autoridades por controlarlo sea muy complicado
La actitud ambivalente de Nepal hacia el cannabis, conocida popularmente como ganja en Nepal y la India, se hizo evidente una vez más en el festival Shivaratri del 13 de febrero. Los sadhus despreocupados con sus cuerpos manchados de ceniza aparecen en miles de la nada, y toman posiciones teatrales alrededor de las chimeneas enviando rizos de humo de ganja a los minúsculos cielos.
Los sadhus, los seguidores del Dios Shiva
También esta vez, se quedarán en estos puestos asignados durante varios días. Sus cuerpos escasamente vestidos brillan bajo el resplandor del fuego de la leña dispuesta para ellos. Los Sadhus aparecen fumando ganja a pesar de la prohibición de este año por parte de la administración de uso libre. Las noticias pueden haber sorprendido a algunos en los seguidores de Shiva, especialmente a los jóvenes y adultos que esperan esta ocasión para fumar, usualmente sentados alrededor de los Sadhus en lo que ellos llaman estados anárquicos.
Esa fue la razón por la cual las autoridades prohibieron el consumo de ganja. El propósito fue prevenir de otras actividades relacionadas con las drogas que ocurren al amparo de esta libertad durante este período. Seguramente, los sadhus también llegaron este año con la creencia de que además de facilitar el karma del fumar ganja, los organizadores les darían paquetes de ganja para consumir durante una semana de su estancia en la zona. Todo eso ha cambiado este año.
Aunque esto no termina allí. Muchos sadhus que visitan los lugares culturales en las fechas marcadas como sagradas en el calendario de Vikram se han visto este año y sin dejarse intimidar por el clima helado. Sería ingenuo pensar que los Sadhus solo vienen a Pashupati a sentarse callados en sus respectivas zonas. De hecho, son los únicos trotadores del mapa geo-cultural cuyas visitas no hacen política. El filósofo francés Michel Certeau, que ha escrito grandes reflexiones sobre el poder de moverse en estos espacios con piernas tan delgadas y desafiando las monstruosidades arquitectónicas establecidas, se habría quedado estupefacto al ver a estos inquietos mendigos. Lo peor sucede cuando los Sadhus se usan para la política no secular.
La ganja en las poblaciones del Nepal
La historia de la actitud ambivalente de Nepal hacia la ganja es muy larga. Las narraciones de la noche Shivaratri con abundancia de ganja son copiosas. En muchos pueblos fumar ganja era un lujo y un privilegio de los fuertes personajes masculinos de las familias. La ganja desencadena discusiones y levanta las cejas de los ancianos, cuya responsabilidad es ver que ningún joven en la familia adquiriera el hábito de fumar marihuana, convirtiéndose en adictos y en una carga para la familia.
El karma es que siempre se esta expuesto en las zonas en las que se fuma ganja elevándose en los cielos privados de las casas tradicionales. Muchos jóvenes crecen mirando e inhalando el humo de la ganja que flota en los estrechos cielos. Muchos jóvenes de esos pequeños pueblos se convierten en destinatarios pasivos, en las fases más importantes de sus vidas. Sus hermanos y gurús discuten sobre metafísica cuando fuman ganja. Muchos jóvenes crecen con la ganja vinculando ideas con algún tipo de filosofía esotérica. Cuando algunos jóvenes llegan a la universidad en Katmandú para estudiar, ven por primera vez a muchos sadhus, especialmente en Pashupatinath , y muchos haciendo uso gratuito de la ganja en todas partes.
Los hippies de los años sesenta
Aunque, la mayor sorpresa llegó cuando las hordas de jóvenes hippies llegaban en oleadas a Katmandú hacia finales de los años sesenta del siglo pasado. Una de las razones por las que elegían Nepal para visitar, era porque podían obtener ganja y fumarla sin restricciones. Esa ganja se olía siempre en el aire de Swoyambhu, Jhoche, una parte del bazar Thamel y Asan. En la actualidad, sonaría inimaginable y extraño en la asfixiante metrópolis. Entre los hippies de aquellos años habían varios escritores y filósofos talentosos,que se alojaban en pequeñas habitaciones abarrotadas donde se sentaban a fumar ganja, leyendo poemas y discutiendo sobre temas de filosofía. En estos espacios el humo de ganja se ahogaba en el mismo karma, la misma confluencia de ganja y metafísica, una vez más. Poetas como Glinka, Angus MacLise e Ira Cohen fueron prominentes. Ira Cohen se consideraba un gran poeta experto en ganja. El The Kathmandu Post publicó:
“La siguiente persona fue Ira Cohen, que vivía en otra sección del complejo Gurju. Este neoyorquino era un poeta de orden único y un fotógrafo que usaba espejos mientras tomaba fotos. Me impresionó estas fotografías espejo y no tenía idea sobre el proceso. Fue quizás el último merodeador que salió de Nepal en 1974 con el corazón roto por la prohibición del gobierno de Nepal de la libre venta de ganja. En un “poema espejo” extrañamente dedicado a Allen Ginsberg, considera el “Singh Durbar en llamas” el 9 de julio de 1973 como “la justicia de Shiva presentada una semana antes de la revocación de todas las licencias / de hachís en Nepal”. La odisea de Cohen terminó a los 76 años en su Nueva York natal en 2011 “(15-05-2016).
La ganja también se investiga y es discutida por académicos, médicos y culturalistas en Nepal, ya que el cannabis siempre ha forjado extrañas narrativas en este país del tibet. Pero esta nación, siempre ha adoptado una actitud ambivalente hacia la ganja, y como un símbolo de continuidad y resonancia cultural, la ganja seguirá planteando desafíos a las administraciones que siempre han adoptado una actitud ambivalente hacia ella.
One Response