Medicinas hechas con cannabis, un maletín de fibra de cáñamo, productos con canabidiol, publicaciones, pipas y hasta una cerveza de marihuana. El museo del Cáñamo y la Marihuana de Ciudad de México (CDMX) lo tiene todo. Su pequeño espacio que se pierde entre los 170 diferentes museos que tiene la ciudad está ubicado en el primer piso de uno de los edificios más antiguos de la Calle de Madero, en pleno corazón del centro histórico.
Hace 3 años que el sitio busca enseñar al público que la planta del cáñamo no es únicamente para fumarse. “Se piensa que exclusivamente es una droga cuando en realidad es algo que tiene muchísimos usos y que ha sido empleado a lo largo de la historia: la gente no sabe que las velas de los barcos con los que Cristóbal Colón llegó a América estaban hechas con cannabis y que las cuerdas de los navíos de esa época estaban fabricadas con cáñamo. Además, La primera biblia que hizo Gutenberg estaba impresa en papel de cáñamo, al igual que el primer borrador de la constitución de Estados Unidos y su primer bandera”, explica Julio Zenil, director del museo y organizador de la Expo Weed local.
El museo cuenta con un área donde se muestran alimentos elaborados con la planta como proteína de cáñamo, semillas de marihuana tostadas y peladas, aceite, barras proteínicas, paletas té y cerveza. “Es considerado un superalimento pues su proteína es un gran sustituto para la carne, y el aceite de la semilla es rico en omega 3 y 6”, agregó su director.
En uno de los espacios más dedicados están exhibidas materias primas realizadas con cáñamo como papel “pues del cáñamo se puede obtener cuatro veces más pulpa para papel que de los árboles”, bioplásticos inteligentes cuya degradación se puede programar a gusto del consumidor, materiales para construcción más ligeros y económicos que el cemento que además son aislantes térmicos; así como textiles “que son 4 veces más resistentes que los de algodón”.
Vitrinas después de 100 años de prohibición
En una vitrina, se muestran los distintos tipos de medicamentos que contienen cannabidiol, sustancia altamente efectiva para el tratamiento de enfermedades como la epilepsia y la esclerosis múltiple; al igual que cosméticos y jabones producidos a través del aceite de la semilla de marihuana.
“Si nos damos cuenta, es una planta que ha acompañado a la humanidad a lo largo de su historia, pero que lleva 100 años prohibida; y por ello este museo es una forma muy didáctica y apta para toda la familia de enseñar que, esta planta es un aliado muy poderoso para nuestra especie y que se pueden hacer muchas cosas más allá de fumarla”, conluye Zenil.
En las últimas semanas, no sólo acudieron turistas y curiosos sino también mucha gente local, que sigue a diario las alternativas del proceso de despenalización que se desarrolla en el Congreso. El Museo del Cáñamo y la Marihuana de México abre sus puertas de lunes a viernes de 10:00 a 20:00 y los sábados de 10:00 a 16:00.
Por Rama