En nuestro post de cocina cannábica de hoy, os enseñaremos a hacer una deliciosa mousse de limón y marihuana.
Es un postre perfecto para disfrutar a cualquier hora del día y una opción diferente de ingerir cannabis sin ser en los típicos bizcochos o galletas.
Qué es la Mousee y de dónde procede
La mousse es uno de los postres más internacionales que existen, ya que ha sido adoptado por países de los 5 continentes.
Su origen es francés y mousse se puede traducir como espuma. Y es que precisamente su textura espumosa hace referencia a su nombre.
Esta textura tan especial se debe a las claras de huevo batidas a punto de nieve. Después se integra la crema base con los ingredientes principales, consiguiendo conservar en su interior pequeñas burbujas.
La mousse aparece por primera vez en el recetario Les soupers de la cour del cocinero francés Menon, en el año 175. En él, se describían tres mousses, de café, de chocolate y de azafrán.
Se servían en unos vasitos de plata o vidrio que recomendaba guardar en hielo un par de horas hasta el momento de consumirlas.
Aunque una mousse se suele relacionar con un rico postre como la mousse de limón, mango, maracuyá o de chocolate, lo cierto es que se pueden hacer mousse salada como de paté, marisco, pescado, carne, setas, queso…
Ingredientes Mousse de Limón y Marihuana para 4 personas
- 1-2 gramos de cannabis
- 500 ml de nata para montar
- 200 gramos de azúcar
- Zumo de tres limones
- Ralladura de dos limones
Elaboración
Aunque originalmente la mousse se elabora como hemos comentado al principio con claras de huevo, también es común hacerla usando nata montada.
Con nata no nos quedará tan espumosa como con claras de huevo, pero a los más golosos les encantará. Además, es necesario integrar el cannabis en algún ingrediente graso, y en este caso, pues usaremos nata porque es perfecta.
Así que comenzamos infusionando el cannabis con la nata.
Añadimos en un cazo la nata y el cannabis triturado. Y a fuego medio y sin dejar de remover, dejamos que se cocine durante unos 30 minutos.
Este proceso, además de para integrar los cannabinoides en la nata, es necesario para la descarboxilación de la marihuana, ya que el THCA que no es psicoactivo, se transforma en THC que sí lo es.
Pasados los 30 minutos, colamos para retirar la materia vegetal. Dejamos que se enfríe la nata cannábica a temperatura ambiente y la metemos en la nevera para que enfríe totalmente.
La nata se monta más rápido cuando está muy muy fría, por lo que este paso es mejor hacerlo el día anterior.
Con la nata bien fría, será hora de montarla. Puedes hacerlo a mano, pero terminarás en uno o dos minutos si lo haces con una batidora de varillas.
Se debe conseguir una textura como decimos esponjosa y firme, que al poner boca abajo el recipiente que hayamos usado para montar la nata, se mantenga en su interior.
Esto sobre todo es importante para conseguir muchas micro burbujas, que serán las que proporcionen esa fantástica textura de la mousse.
A continuación añadimos poco a poco el azúcar, siempre sin dejar de batir.
Los limones lávalos bien y añade sobre la nata azucarada la ralladura de dos de ellos. Procura solo añadir la parte amarilla de las pelas de los limones. La parte blanca proporciona un sabor amargo que no interesa.
Exprime los tres limones y añade para terminar el zumo de ellos, poco a poco y sin dejar de batir. Este paso es mejor hacerlo a mano, con unas varillas o lengua pastelera, con movimientos lentos y envolventes.
Para terminar, cuando veas que la textura es la apropiada, vierte la misma cantidad de mousse de limón y marihuana en 4 copas o vasitos. Deja que enfríen en el frigorífico un poco antes de disfrutarlas.
Recomendaciones
Si es la primera vez que consume cannabis ingerido, ten en cuenta que hasta pasada más de media hora no comenzarás a apreciar los efectos.
Es importante no excederse con las dosis y respetar un tiempo prudencial antes de ingerir más.
Esta receta de mousse de limón y marihuana contiene 4 raciones de 0,5 gramos de cannabis. Es una cantidad más que respetable con la que pasarás unos grandes momentos.
Con un poco de experiencia, podrás ajustar las dosis a tus necesidades para ni quedarte corto ni pasarte.
