De la noche a la mañana, Argentina descubrió la exportación de cannabis y apuntó todos sus cañones a desarrollar una industria que, incluso, aún sigue reprimiendo.
El hombre elegido por el presidente Alberto Fernández para fomentar en Argentina la exportación de cannabis es su ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
Él fue quien reunió a otras carteras del gabinete nacional interesadas en la hierba y armó un plan de fomento para el desarrollo de la industria.
Esa iniciativa, presentada en sociedad hace apenas dos semanas, ya ingresó al Congreso donde se le dará un tratamiento exprés para lograr lo que todos quieren, la exportación de cannabis.
En una entrevista con la agencia oficial Télam, Kulfas fue determinante: “El cannabis puede tener un gran desarrollo exportador”.
El ministro de Desarrollo Productivo defendió el proyecto de ley para regular la cadena de producción, industrialización y comercialización de la planta de cannabis.
También sus semillas y sus productos derivados para uso industrial y medicinal, durante un plenario de comisiones en el Senado.
Kulfas anticipó que la ley le permitirá a la Argentina “entrar a un mercado internacional con un producto de calidad y trazable”.
El objetivo es claro: “vender al mejor precio posible por la calidad que presenta”.
Sí, Argentina va en forma decidida por la exportación de cannabis, y no quiere perder más tiempo.
Es por eso que un plenario de comisiones del Senado comenzó a debatir el proyecto de ley para regular la cadena de producción, industrialización y comercialización de la planta cannabis, sus semillas y sus productos derivados para uso industrial y medicinal.
La intención es firmar un dictamen el próximo lunes y llevarlo al recinto de sesiones a mediados de julio.
En la primera jornada, los legisladores que integran las comisiones de Agricultura, Ganadería y Pesca, de Presupuesto y Hacienda y de Seguridad Interior y Narcotráfico, escucharon al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
El hombre fuerte del Gobierno en el tema adelantó que la exportación de cannabis podría significar un ingreso anual de 50 millones de dólares y la creación de 10.000 empleos.
Cómo busca Argentina entrar al mercado de exportación de cannabis
El proyecto establece un marco regulatorio de la cadena de producción, incluyendo la investigación científica con vistas a satisfacer el mercado local y generar exportación de cannabis.
El marco normativo enviado por el Poder Ejecutivo al Congreso no solo quiere la exportación de cannabis sino que también busca “desbaratar el mercado informal de aceites y otras preparaciones herbarias irregulares que existe en la actualidad”.
También promete que “terminará con la proliferación de productos que carecen de cualquier tipo de control respecto de su composición y calidad”.
“Nos gustaría que esta ley nos pueda posicionar como marca país. Porque esta industria puede tener gran desarrollo exportador y mucha presencia internacional”, dijo Kulfas, el principal promotor para lograr la exportación de cannabis en Argentina.
El primer objetivo del proyecto consiste en “establecer un marco legal que autorice las etapas de siembra, cultivo, cosecha, producción, almacenamiento, transporte y comercialización”.
También “importación, exportación y posesión de semillas de cannabis, de la planta de cannabis, y de sus derivados, con fines de aplicación medicinal, terapéutica, paliativa o de investigación científica”.
Esperan lograrlo a través de un fuerte esquema regulatorio.
El segundo objetivo, según se detalla en la iniciativa, “consiste en legalizar los diferentes eslabones productivos y de comercialización del cáñamo o cáñamo industrial y sus subproductos”.
Además, se aclara que “si bien el cáñamo no es un estupefaciente en los términos de la ley penal por no generar efectos psicoactivos, resulta necesario regular y controlar la actividad para evitar que en los cultivares de cáñamo se oculten cultivos ilegales de cannabis psicoactivo”.
¿Quién podría pensar hacer una cosa semejante?
Exportación de cannabis en Argentina, una fuente de empleo
El mercado de cannabis medicinal y cáñamo industrial crece exponencialmente y será una fuente de empleo de calidad, según promete el Gobierno de Argentina.
Al momento de analizar las solicitudes de licencias para producir marihuana medicinal o industrial, se establecerán requisitos y antecedentes que se solicitarán al peticionante antes de concretar la exportación de cannabis.
Esto es para “maximizar los controles destinados a prevenir actividades ilegales, incluyendo el lavado de activos”.
En el otorgamiento de las licencias, la ARICCAME contemplará “el propósito de contribuir al desarrollo de las economías regionales y de promover la actividad de cooperativas y de pequeños y medianos productores agrícolas”.
El proyecto también contempla sanciones por incumplimientos a las reglamentaciones: desde el apercibimiento a la inhabilitación para operar en los plazos que se prevean, pasando por la multa, la suspensión y la caducidad de la autorización.
El cargo también anticipó que la ley le permitirá a la Argentina “entrar a un mercado internacional con un producto de calidad y trazable” para que “podamos vender al mejor precio posible por la calidad que presenta”.
“Esta es una industria que se puede desarrollar de manera desconcentrada porque hay espacio para todos: para las pymes, los productores pequeños y las grandes empresas”, agregó Kulfas.
El funcionario enumeró que la ley, una vez que sea sancionada, permitirá la “creación de empleos de calidad, la generación de divisas por exportaciones y oportunidades de desarrollo para todo el país”.
“Los cálculos conservadores indican que de aquí a 2025 se crearán 10.000 nuevos empleos”, dijo.
Además, vaticinó que, por año, la industrialización generará “500 millones de dólares de ventas al mercado interno y 50 millones de dólares en exportación de cannabis”.
Según el presidente de la Comisión de Agricultura, el senador puntano Adolfo Rodríguez Saá, el próximo lunes 5 de julio se emitirá dictamen, por lo que el proyecto puede estar para ser debatido en el recinto de sesiones una semana después.