Los minadores en el cultivo de cannabis pueden ser una plaga problemática si no recibe su tratamiento.
Este post y los siguientes los dedicaremos a hablaros de las principales plagas que pueden afectar a los cultivos de cannabis en exterior. En esta ocasión le tocará el turno al minador de la hoja.
El minador de la hoja es una de las plagas más comunes de la que pocos cultivadores se libran. No obstante y afortunadamente, no es una plaga que cause grandes daños como veremos.
Es también una de las plagas que más fácilmente se identifican por las características marcas que dejan en las hojas de la planta.
¿Qué es el minador de la hoja?
Los minadores es el nombre genérico con el que se conocen a las larvas de algunos insectos que viven en el interior del tejido de las hojas.
La gran mayoría de estos insectos son generalmente de lepidópteros (mariposas y polillas) y dípteros (moscas, mosquitos, tábanos…).
También algunos escarabajos y avispas muestran este comportamiento. Pero aún siendo los insectos tan diferentes, los daños con prácticamente los mismos.
Durante los meses de primavera y verano, las hembras de estos insectos depositan sus huevos en el tejido interno de las hojas, donde se encuentran a salvo del ataque de cualquier depredador.
El ciclo biológico depende mucho de la especie. Puede atravesar varios estadios antes de llegar a adulto, como decimos, dependiendo del insecto del que se trate.
Pero realmente el problema para el cultivador no son los insectos en sí, sino como decimos son las larvas que crecerán en el interior de las hojas.
Una vez los huevos eclosionan, la larva comienza selectivamente a comer tan sólo las capas que tienen la menor cantidad de celulosa.
Esto la obliga a ir desplazándose siempre en el interior de la hoja haciendo minas. Y de ahí su nombre. Éstas generalmente son irregulares y de un color claro.
Es por así decirlo, como si hiciésemos con un rotulador un garabato en la hoja. Estas minas se pueden extender por gran parte de la hoja.
Cuando llega el momento, la larva del minador se transforma en pupa. En este nuevo estadio, deja de alimentarse de la planta.
Dependiendo del insecto, puede permanecer en la hoja durante la metamorfosis, o dejarse caer el suelo para completarla bajo tierra u hojarasca.
Tras unos días, un insecto adulto emergerá y comenzará un nuevo ciclo. Generalmente, a partir de mediados del verano cesan su actividad hasta el inicio de la primavera siguiente.
En gran medida los daños que causan son proporcionales al tiempo que transcurre entre la eclosión del huevo y el último estadio.
Daños causados por el minador de la hoja
Como comentamos, los daños no son muy graves, ya que realmente es extraño que afecten a una gran cantidad de hojas. Además una larva siempre permanece en la misma hoja.
Las minas que producen causan necrosis y a la larga reduce la capacidad fotosintética de esa hoja. Aunque en una planta con cientos o miles de hojas, esto resulta insignificante.
Cuando se trata de plantas pequeñas con muy pocas hojas, sí que puede llegar a frenar su crecimiento al reducir la capacidad para realizar la fotosíntesis.
Además como cualquier otra plaga, puede ser un importante vector de virus si el insecto adulto se alimentó previamente de otra planta enferma.
Control y tratamiento de minadores en el cultivo de cannabis
No es una plaga fácil de prevenir, ya que el insecto adulto no permanece en la planta ni se alimenta de ella. Simplemente deposita los huevos y se va.
Además el huevo en el interior de la hoja estará protegido contra insecticidas de contacto. Hasta que el huevo eclosione y la larva comience a alimentarse, será prácticamente imposible detectar su presencia.
Las revisiones periódicas a la planta ayudarán a localizar los primeros ataques y permitirán actuar rápidamente. Esto es válido para cualquier tipo de plaga.
Una vez veamos las típicas minas en alguna hoja, será muy sencillo localizar la larva en alguno de sus extremos. Claro está si es que no ha completado ya su ciclo y no se encuentra ya en la planta.
En caso de que la larva aún se encuentre en la hoja, simplemente podemos apretar con los dedos para aplastarla sin tener que recurrir a ningún insecticida.
En el caso de recurrir a algún insecticida, éste debe ser preferiblemente sistémico. De este modo penetrará en el organismo de la planta distribuyéndose por los tejidos y a través de ellos.
Por ejemplo el aceite de Neem usado en riego, hace que la savia de la planta posea un gusto amargo. Esto no resulta nada agradable para los insectos que se alimenten de ellas.
El minador de la hoja además se siente atraído por el color amarillo. El uso de trampas fotocromáticas reducirá significativamente la puesta de huevos en nuestras plantas, aunque no lo evitará del todo.
También son muy eficaces los depredadores como Crisopas, Orius, avispas parasitoides, arañas… Y no sólo contra minadores de la hoja, sino contra otras muchas plagas como pulgón o mosca blanca.