Se podría decir que no existe cultivador de marihuana en exterior, que no haya sufrido alguna vez el ataque de minadores de la hoja. Es muy común encontrarse alguna o algunas hojas con un marcado surco de color blanco, como si con un rotulador hiciésemos un borrón sobre ella. En interior en cambio es una plaga tan poco común que personalmente nunca he oído de ningún caso en todos mis años de cultivador.
CARACTERÍSTICAS
El minador es una larva de un insecto que vive en el interior de la hoja, de ahí su nombre. Al protegerse en su interior, llega a ser complicado combatirlas con insecticidas de contacto. Pueden ser larvas tanto de micro dípteros o micro-lepidópteros, es decir moscas y mariposas pequeñas, tanto diurnas como nocturnas.
Por ser la larva de gran cantidad de insectos y tan variados, llega a ser complicado describir su aspecto. Más larga o más corta, más ancha o más delgada, más grande o más pequeña… en cualquier caso su comportamiento y daño que efectúa en la planta es el mismo.
CICLO BIOLÓGICO
A lo largo de la primavera y el verano, insectos encuentran en nuestras plantas un buen lugar para las puestas de los huevos. Éstos los pueden poner sobre la hoja, bajo la hoja, o en el interior de los tejidos donde estará más protegida.
Del huevo nace una larva que enseguida se alimentará de las células de la epidermis de la hoja, desde su interior. Así van dejando las típicas marcas en forma de surco irregular que ya hemos comentado. Según va creciendo la larva, se puede observar como la galería es cada vez más ancha.
Cuando la larva tiene el tamaño adecuado, se transforma en pupa. Ésta puede quedarse en la hoja o dejarse caer al suelo. De las pupas saldrán los insectos adultos, que comenzarán un nuevo ciclo biológico. En condiciones favorables, los minadores pueden completar el ciclo de huevo a larva en sólo 15 días.
ATAQUE Y DAÑOS
Los ataques en cultivos de marihuana se producen en las hojas y muy rara vez los tallos. En otras especies pueden atacar también los frutos, como en el caso de los frutales y muchas legumbres como judías o berenjenas.
Pese a no ser una de las plagas más agresivas, reduce la capacidad de las hojas de realizar una correcta fotosíntesis. Mientras en una planta de pequeño tamaño el daño en algunas hojas no frenará su crecimiento, en una pequeña planta sí puede ralentizarlo.
Además, las heridas ocasionadas por los minadores de la hoja facilitan la aparición de otros patógenos como hongos, virus o bacterias, entre otras.
CONTROL Y TRATAMIENTO
En principio es una plaga sencilla de eliminar en plantas de pequeño y mediano tamaño. Una vez localizado el típico surco en una hoja, en uno de sus extremos se encontrará la larva. Podemos aplastarla con los dedos. Remedio más ecológico no se podrá encontrar.
En plantas de gran tamaño es complicado hacer una revisión completa y puede que no veamos alguna hoja afectada. En el caso de tener que recurrir a algún insecticida, optaremos por insecticidas sistémicos que penetren en el organismo de la planta, ya que los de contacto no son efectivos.
El aceite de neem usado en el riego, es absorbido por la planta y permanecerá activo durante unas 3 semanas. Así se evita que insectos chupadores se alimenten de ella. Al parecer el Neem hace que la savia de la planta tenga un gusto amargo, algo que desagrada a los insectos.
También son útiles las trampas cromáticas amarillas, ya que moscas y mariposas sienten atracción por ese color. Por último, depredadores naturales como Crisopas, Orius, arañas o avispas parasitoides son uno de los métodos de control más efectivos.