México. Legalizar o no legalizar

Legalizar o no legalizar, ¿ése es el dilema?

Por El Duende Preguntón

Varios días después de que el presidente de TV Azteca, Ricardo Salinas Pliego, hiciera pública su postura a favor de la legalización de las drogas, pajarracos, el presidente Felipe Calderón respondió que considera “inútil” el planteamiento del empresario, que es también el de muchos expertos nacionales e internacionales, que ven en la legalización y regulación de los estupefacientes ilegales una salida a la violencia, la criminalidad y la corrupción que genera en México el multimillonario negocio ilícito de las drogas.

“Creo que es un debate muy difícil. Pero el punto principal en ese sentido es que si Estados Unidos no legaliza o incluso no plantea ese tipo de debate, no tiene sentido que nosotros lo hagamos”, dijo Calderón en una entrevista con la cadena de televisión estadounidense CNN. Aunque consideró que “hay argumentos serios a favor y contra la legalización”, el Presidente fijó claramente su posición en contra: “No estoy de acuerdo”, precisó, sobre todo si en el mercado negro de consumo más grande del mundo, que es el estadounidense, no se discute el tema.

La semana pasada, en EL UNIVERSAL se publicó la posición del empresario que, según la revista Forbes, hoy es el segundo hombre más rico de México —sólo superado por el millonetas número uno de todo el mundo, el ingeniero Carlos Slim—, y según la opinión de Salinas, legalizar el consumo y regular desde el Estado la venta y distribución de las drogas permitidas, acabaría con los graves problemas de inestabilidad, corrupción y violencia que padecemos hoy los mexicanos por el combate al narco.

El debate no es nuevo, y aunque Calderón fija una posición más bien tradicional, pajaritos, y recurre al argumento más utilizado de los “prohibicionistas”, que apela a que sólo se tome una medida como la legalización si lo hacen al mismo tiempo todos los países del mundo, en este caso Estados Unidos.

En parte tiene razón el Presidente, pero si cada país no asume y enfrenta seriamente su responsabilidad y abre al menos un debate o consulta entre su sociedad, los argumentos esgrimidos por Calderón pueden sonar a pretexto para no entrarle de frente y con valor al tema.

¿Por qué si el mandatario presume que en el combate al narco él “tomó el toro por los cuernos” no hace lo mismo con el debate sobre la legalización, que es la otra cara y propuesta para enfrentar el mismo problema?

EU ya no sólo es el principal consumidor y mercado negro de las drogas que se producen en todo el mundo; ahora también se ha convertido en el primer productor mundial de marihuana, básicamente de interiores o hidropónica, para abastecer un gigantesco mercado interno. Se sabe que este cultivo supera hoy en valor monetario a toda la zafra de cereales norteamericana —según la propia DEA— y alimenta de 200 a 300 mil cultivadores.

Allá también hay, pajarracos, decenas de miles de laboratorios clandestinos y cocinas caseras, que elaboran drogas de diseño de los tipos analgésico, estimulante y sicodélico. Incluso, el tema de la legalización no es nuevo en la Unión Americana, donde ya en este momento 14 estados consideran “legales” algunas drogas como la marihuana y permiten el consumo y la portación de dosis personales entre sus habitantes.

California autorizó hace más de una década, pajaritos, la medical marihuana, que no es otra cosa que la cannabis usada con fines terapéuticos; Arizona permitió la venta libre de pequeñas cantidades en lugares públicos, así como Alaska, mientras otros diversos estados de la Unión estudian actualmente seguir estos pasos. Newton Gingrich, líder de la mayoría republicana en el Congreso, solicitó un referéndum nacional sobre la prohibición, y el magnate George Soros se incorporó a la postura abolicionista, creando el Open Society Institute y dotándolo generosamente.

Así que el tema tampoco es nuevo para ellos, aunque los intereses y el negocio multimillonario que hay detrás del mercado ilegal de las drogas también está metido hasta el fondo en Wall Street y en el sistema estadounidense. ¿Y si México comenzara a ponerles el ejemplo y por lo menos discutiéramos en serio y a fondo la legalización?

Fuente Eluniversal