La experiencia canadiense sigue dando que hablar. Los ojos del mundo cannábico están puestos allí desde octubre. Primero fue la novedad; luego, las repercusiones que la legalización del cannabis recreativo ha generado en todo el planeta, sobre todo, en Uruguay; después comenzó a preocupar un desabastecimiento que, creen, podría extenderse por tres años. También se ha resaltado el éxito económico que el expendio de flores está generando en los tesoros municipales. Ahora, los murmullos ganaron volumen por el aumento en el valor de los cogollos.
Es que los precios de la marihuana aumentaron un 17,4% en Canadá desde que se legalizó a mediados de octubre, a 8,02 dólares canadienses (6,06 dólares) por gramo en promedio, según Statistics Canada, que registró grandes diferencias de precios entre el mercado legal y el negro.
“Antes de la legalización, el precio promedio no ponderado por gramo de marihuana en 2018 era de 6,83 dólares” y desde la legalización, el 17 de octubre, “el precio promedio por gramo se estableció en 8,02 dólares”, indicó el instituto oficial en un informe basado en las declaraciones de varios cientos de consumidores.
“Entre el 17 de octubre y el 31 de diciembre, el precio promedio pagado por el cannabis seco de proveedores legales (9,70 dólares) fue más alto que el precio pagado por el cannabis seco comprado a proveedores ilegales (6,51)”, dice Statistics Canada en este informe publicado el miércoles.
Los observadores indican que el incremento de precios está originado por la gran escasez de cannabis legal que siguió a la entrada en vigor de esta medida emblemática del gobierno de Justin Trudeau, pero también el impuesto que se le aplica a este producto.
El precio del cannabis incluye dos impuestos: uno de 1 dólar canadiense por gramo o del 10 % del precio de venta final, dependiendo de cuál sea el más elevado; y el impuesto provincial de venta de cualquier producto que varía entre el 13 y el 15%.
Casi 5 millones de usuarios antes de legalizar
Se estima que antes de que se permitiera consumir marihuana, unos 4,9 millones de canadienses, o el 13% de la población, ya lo habían hecho en 2018, de acuerdo con Statistics Canada. Aunque uno de los objetivos declarados de la legalización era acabar con el mercado negro, ningún experto esperaba que desapareciera de la noche a la mañana. Desde mediados de octubre, “aproximadamente la mitad de las personas han comprado cannabis a un proveedor legal”, dijo el instituto. Los números son los mismos que dio Uruguay al cumplirse un año de expendio en farmacias.
Según la agencia candiense, los hombres tienden más que las mujeres a comprar cannabis a un proveedor legal, en una relación de 49,8% ellos contra 41,6% ellas. Statistics Canada también señaló que este primer estudio desde la legalización se basa en observaciones de los precios informados por 300 personas y luego ajustados estadísticamente, por lo que exige “precaución al interpretar los datos” debido al tamaño limitado de la muestra.
El gobierno federal dejó que cada provincia organizara el comercio. Algunas como Quebec optaron por imponer un monopolio público sobre la planta mientras otros como Alberta optaron por una privatización completa.
Por Rama
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