El 17 de octubre de 2018 podría ser considerado, a partir de ahora, como una fecha fundacional para el mercado del cannabis; o por lo menos, una jornada en la que se quebró una atadura de años. Ese día, el consumo recreativo de marihuana fue liberado en uno de los países más importantes del mundo, integrante del G7 y con una banca competitiva en todo el planeta: Canadá.
El libre expendio de cannabis en las ciudades canadienses fue acompañado por numerosas medidas. Entre ellas, el refuerzo educativo a jóvenes y adolescentes. La ley, además, ha generado empleos de todo tipo y resta conocer su impacto en el mercado negro, aunque se estima que será positivo. Lo que sí se conoció es la rentabilidad de la venta de cannabis para el estado canadiense, un país que grava impuestos con la venta de flores.
De acuerdo con los datos publicados por el gobierno del país, se vendió 43 millones de dólares canadienses del producto en las dos semanas después de que se convirtiera en legal. O lo que es lo mismo decir, unos 31,4 millones de dólares.
La provincia de Ontario, cuya capital es Toronto, lideró la demanda con 11 millones de dólares en ventas. Curiosamente, la provincia de la Isla del Príncipe Eduardo vendió más marihuana por habitante que cualquier otra provincia, con 8 dólares por habitante. Sin embargo, el éxito de la iniciativa condujo a una escasez del producto, algo que termina beneficiando al gran mercado ilegal, que sigue siendo un desafío para las autoridades.
La escasez ha llevado a algunas tiendas de marihuana, por ejemplo, en la provincia Quebec, donde las tiendas de cannabis son operadas por una agencia del gobierno, a tener que cerrar durante tres días porque no podía cumplir con la demanda de los clientes. Las tiendas de la provincia solo abrirán de jueves a domingo hasta que pueden resolver los problemas de desabastecimiento.
El otro problema, o el problema consiguiente, es el mercado ilegal, estimado con ganancas que oscilan los 5.300 millones de dólares canadienses, unos 3.800 millones de dólares estadonidenses.
Escasez desde la legalización
Según el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, el problema de escasez es el más grande que ha tenido el país desde la legalización. No obstante, el mandatario afirma que espera que el problema desaparezca a lo largo del próximo año.
Aunque la nueva ley en Canadá legalizó la marihuana, no legalizó todo tipo de productos. Bajo la nueva ley, solo se puede vender marihuana fresca y seca en forma de semillas, plantas o aceites. Hay algunas tiendas, sin embargo, que venden productos de marihuana como dulces para perros o cremas.
El experimento de Canadá sin duda será un aprendizaje para otros países que están analizando cómo tratar el tema de marihuana en el futuro. Canadá es uno de dos países del mundo con un mercado de marihuana a nivel nacional. El primer país en legalizar un mercado para la droga fue Uruguay en 2013.
Por Rama