Con el cambio climático la planta de la marihuana parece ser capaz de adaptarse y sobrevivir en condiciones de sequía.
Durante la peor sequía que afectó al medio oeste de los Estados Unidos en los años 50, una reportera que cubría la noticia en Iowa, se encontró una planta que no parecía afectada por la escasez de agua. Se trataba de cannabis.
Cuando interesada, les preguntó a algunos de los granjeros sobre estas plantas que veía que crecían lozanas en prácticamente todos lados, contestaron que la llamaban “maleza de zanja” y estaban cansados de que la policía les siguiera pidiendo que la arrancaran.
Porque la marihuana es una planta que, como muchas otras hierbas, es capaz de adaptarse y sobrevivir en condiciones de sequía. Mientras que otras cosechas pueden sufrir en períodos de falta de agua, esta puede crecer con relativa facilidad, incluso en condiciones de escasez de agua.
Además, esta planta ha demostrado tener la capacidad de crecer en ambientes con altas concentraciones de CO₂, lo que la hace una opción ideal en un mundo afectado por el cambio climático.
La marihuana y el CO₂
Es interesante destacar que, según algunos estudios, la marihuana puede desarrollar propiedades psicotrópicas más potentes en situaciones de estrés.
Esto significa que la falta de agua y otros factores ambientales pueden tener un efecto positivo en la calidad de la planta.
En cualquier caso, la capacidad del cannabis para sobrevivir y prosperar en condiciones difíciles, es un gran ejemplo de su adaptabilidad y resistencia en un mundo tan cambiante como el actual.
A diferencia de muchos otros cultivos, la marihuana puede prosperar en suelos secos. Y no solo eso, sino que es capaz de producir una cosecha muy abundante incluso en condiciones de sequía extrema.
En una entrevista con Rocky Mountain News durante la sequía de 2002, Bill Weinman, un agente de la DEA, destacó la tolerancia de la marihuana a la sequía, señalando que “las plantas son abundantes y superan el rendimiento de otros cultivos en el estado”.
Los agentes de la ley han visto de primera mano cómo la marihuana parece inmune a la falta de agua.
La idea de que la sequía podría hacer que la marihuana sea más potente también ha sido propuesta por algunos investigadores.
En un artículo de 1988 de la AP sobre la incautación de plantas de marihuana en Virginia durante una sequía, se sugirió que los alcaloides de la marihuana podrían concentrarse más en climas cálidos y secos, al igual que con las plantas de tabaco y coca.
Se ha descubierto que el ingrediente activo de la marihuana es el tetrahidrocannabinol o THC. Y la planta lo produce en gran medida como un repelente de plagas. Y en situaciones de estrés como sequía o enfermedad, la producción de THC aumenta.
Menos agua y más CO₂, más potencia
Los estudios del fisiólogo de plantas Lewis Ziska y del etnobotánico James Duke han demostrado que el estrés aumenta las propiedades medicinales de las plantas.
Ziska ha demostrado que a medida que los niveles de CO₂ en la atmósfera aumentan, muchas plantas, incluida la marihuana, se benefician.
La mayoría de las especies de plantas evolucionaron en períodos donde la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera era mucho más alta, cercana a 1.000 partes por millón, lo que es beneficioso para las plantas, pero no tanto para los humanos, que evolucionaron en niveles de CO₂ mucho más bajos.
Ahora que los humanos estamos depositando más CO₂ en la atmósfera a un ritmo sin precedentes, las plantas de marihuana están felices y pueden producir más THC y tener propiedades medicinales mejoradas.
La marihuana ha sido objeto de una investigación interesante que demuestra su capacidad para prosperar en un ambiente enriquecido con CO₂.
Un estudio publicado en Physiology and Molecular Biology of Plants en 2009 demostró que la marihuana crece bien en concentraciones de carbón de 750 ppm, la máxima cantidad que se ha probado.
Los autores concluyeron que la marihuana tiene el potencial de crecer y ser productiva en ambientes secos y ricos en CO₂.
Este hallazgo es especialmente relevante en el contexto del cambio climático. La marihuana puede ser la planta perfecta para el apocalipsis climático, ya que puede florecer en niveles elevados de CO₂ y sobrevivir en condiciones de sequía.
Porque sea marihuana o cáñamo, tienen múltiples usos. Desde los cogollos, hasta las semillas o fibras. Y en el caso de la marihuana cultivada actualmente es más potente que nunca, lo que la hace aún más atractiva para los consumidores.
Sin embargo, este descubrimiento también es un recordatorio de los efectos perjudiciales que los combustibles fósiles tienen en nuestro planeta y en la vida que hay en él.
El cambio climático está transformando el mundo de manera drástica y a veces incluso mínima, pero estas transformaciones son evidentes en todas partes, incluso en la marihuana.
Si no hacemos nada al respecto, al menos podemos consolarnos fumando y viendo cómo el mundo cambia ante nuestros ojos.