Argentina.- En la ya clásica sección “Haciendo Amigos” hoy: los que creen que en la legalización de la marihuana se juegan valores de carácter progresista.
Punto uno: estoy a favor de la legalización del consumo de marihuana, con ciertas restricciones, como las que se ponen sobre el capital para la venta de otras drogas, las actualmente legales. O sea, una legalización prescriptiva, como al que rige para el alcohol, los cigarrillos y las pastillas que venden clandestinamente los médicos y farmacéuticos y deberían llevar receta.
¿Porqué estoy a favor?
Por que no hay daño médico comprobado, excepto por su consumo en exceso (pero también si consumís cualquier cosa en exceso te hace mal) y porque, aunque lo hubiera, yo creo en la libertad personal, consagrada, además, legalmente en nuestra constitución. Bien liberal y de derecha mi pensamiento en este aspecto. Estoy a favor de la legalización y en contra de la izquierda, que ha perseguido históricamente su consumo. Un consumo que a mí, además, no me interesa.
En ciertos aspectos, soy de derecha. Por ejemplo en el respeto a los derechos humanos, tengo una concepción no materialista -en el sentido filosófico del término- y bueno, que me disculpe la izquierda, pero yo defiendo los derechos humanos. Y creo que la violación de éstos debe ser castigada, bah, penada, pero desde el mismo corpus de ideas. O sea, con estamentos burgueses. Con derecho de defensa. Garantías procesales. Estado de derecho, o sea, el estado de clase.
Y en relación al consumo, bastante naif, de la marihuana, lo mismo. Y ya sucederá. Hay un problema al interior de la clase capitalista, que genera el aislamiento legal de esta droga, y que, andando las cosas, se integrará al resto, creará asociaciones de intereses empresarios, se articulará con otras multinacionales de su mismo tipo, y descenderán los niveles de violencia que rodean a este comercio. Cuyos capitales nacieron en las periferias. Y la ilegalización les subió, de manera absurda, los costos de producción. Estos empresarios quedaron, entonces, aislados del resto de los empresarios. Hasta la época financiera, ésta que corre. Se integraron, de manera no formal -o sea, sólo como “blanqueo”, blanquear es el destino de cierto estadio social: es ir al contador, éso es blanqueo, pero en términos penales hay otras particularidades en el blanqueo, pero el blanqueo es la integración del capital al circuito del capital, es ir al contador- a los corrillos financieros, del transporte, la comunicación. Y se integraron al sector más dinámico del capital, a nivel mundial, que no es el financiero, sino el capital militar. Son parte, activa, necesaria, dinamizadora del mercado de crímenes. La ilegalización de los empresarios de la marihuana -que, como el coliflor, la acelga, la cerveza, el tabaco, se pueden cultivar en tu casa: es medio pelotudo hacerlo, pero bueno, hay quienes ven en cosechar su propia marihuana una cosa progresista, no así con la acelga, no se entiende bien por qué- era, en cierto modo, natural. Y redundó en que venden en las metrópolis mil veces más caro, o sea, el grueso del capital, como con la soja, no queda en los terratenientes de la marihuana sino en los dealers, las patotas de las grandes capitales, y bue. Es el capitalismo.
El consumo de marihuana debe ser legal, por valores, que en esa área me parecen bien, de derecha, tan de derecha que corte suprema Argentina no dudaría ni dudará, cuando necesite un golpe publicitario para encubrir la defensa de alguna corporación corrupta, en declararla legal. Eso sí, como es la corte suprema, ese entramado de burócratas inmobiliarios, jamás pensará en términos de producción. En que Argentina se posicione como vanguardia de producción y valor agregado y demás. No, eso es demasiado sofisticado para un pensamiento liberal y de derecha. Ahí es cuando, fijate, vuelvo a los gloriosos textos marxistas.
Fuente Es Todo Muy
One Response
buen aporte, pero, ¿por que siempre se le pone etiqueta a las cosas? de derechas, de izquierdas, guapo, feo, bueno, malo, rico, pobre… pretendeis solucionar el mundo y tan siquiera lo comprendeis, y encima haceis lo que ellos pretenden que hagamos. De nuevo buen aporte, pero dejense de gilipollezes. Como era eso? No soy una mujer, no soy negro, no soy enfermo, soy humano.