Que diría el movimiento hippy de los 60 de los Estados Unidos o el mismísimo Bob Marley y sus paisanos jamaicanos, si esos canutos tan grandes que se fumaban solo de “yerba” de esa época, se los cambiásemos por canutos igual de grandes, pero eso si, con marihuana de éstos tiempos, de éstas que dicen que son de cinco a diez veces mas potente que las de los años sesenta y setenta.
Esta claro lo que dirían éstas generaciones de fumetas anteriores, unos seguro que no articularían palabra alguna ni“el plus pal salón” y a los otros no les obedecerían sus dedos a la hora de tocar las cuerdas de la guitarra, la castaña cannabica sería brutal, imaginaros esos cogollos resinosos en un papel de palmo y sin tabaco, como se lo fumaban por aquellas tierras. No es tontería, el cannabis que se produce actualmente y según estudios de la Coordinación Nacional de la Política de las Drogas de Suecia puede registrar hasta un 24% de THC, mientras que en 1961 sólo alcanzaba el 5%.
Hablando con cultivadores jóvenes en uno de esos grow shop que hay por toda la geografía española, les comentaba el dato anterior sobre la marihuana, les decía que cuando yo estudiaba hace ya muchos años, los que éramos fumetillas de “chocolate”, cuando nos hacíamos un porrito con ese material, era lo único que había, yerba ni se veía, nos entraban una risas locas, luego aún podíamos asistir a clase y coordinar alguna frase además de atender “al profe”, todo con una chinita de ésos “cien duros” o “talego” del mercado clandestino. Actualmente y con la marihuana del siglo XXI sería impensable que los estudiantes se fumasen un petardo de los ahora y luego pretendieran entrar a clase ha atender al profesor, lo tienen bastante complicado, la marihuana de hoy es lo suficientemente potente para que no se enteren de nada y lo peor es pretender que nuestro cerebro quiera retener la más mínima información.
Si amigos, el cannabis actual es así de potente en comparación con el de décadas anteriores, no les vale a los jóvenes de ahora mirase en el espejo de los de antes. Pensar, que si un canuto de marihuana de la de antes fuese un vaso de vino, un canuto con la de ahora sería un vaso de whisky, se nota la diferencia.
Por el lado contrario están ciertos personajillos de la sociedad actual que critican por no callar. No hace muchos meses al superhombre de la natación actual Michael Pells, lo querían crucificar ciertos puritanos retrógrados, intentaron manchar su buen nombre e imagen en pró de la buena dignidad según entienden ellos. Éste autentico héroe americano (nunca nadie consiguió tantas medallas olímpicas como él) su único mal fue el inhalar en una celebración un poco de marihuana de un bong, es decir que no es que sea un fumeta empedernido si no uno casual, pues hasta una marca patrocinadora suya le retiró el patrocinio, y eso que el bueno de Michael se dio prisa en arrepentirse públicamente del hecho humeante, pero así es, a veces la sociedad ve bien que un equipo cuando gana un torneo en su celebración no debe faltar gentes con traje a la ducha, alcohol en formas de vino, cerveza, champán, cubatas, whiskies, etc. (drogas legales y dañinas), corbatas en las frentes, bailes hasta el amanecer (con lo que eso significa), besitos entre mismos sexos y descontrol, eso parece ser bien visto. Sin embargo, ésos mismos que disfrutan viéndolo por televisión, muchas veces son los mismos que critican a ese otro deportista que un día le apetece inhalar humo de marihuana y por que no, colocarse un poquito, también tendrá derecho a ponerse “agustín”, que inhalar marihuana un día que no compite no es doparse, la marihuana le perjudicaría deportivamente no le ayudaría físicamente, sino todo lo contrario.
En mi opinión no se debería ser tan fanático con el tema del cannabis, ni uno es un perdido o un cero a la izquierda por consumir marihuana, ni la marihuana que hay hoy en día es para jugar a ciertas edades con ella.
Mac