Por Francisco Luís .-Hace treinta años, en cartas al director del diario Córdoba (España)me publicaron un artículo donde solicitaba la legalización de la marihuana. Hoy, después del tiempo pasado, seguimos en similares circunstancias.
La marihuana fue criminalizada en casi todo el mundo a principios del siglo XX. Actualmente, la dureza de las penas varía según el país. Holanda es el único dela Unión Europea donde se permite legalmente la venta de marihuana y de sus derivados en locales con licencia denominados “coffe shops”.
En España el consumo de marihuana, aunque prohibido, no constituye delito. Ya que al consumidor se le considera un enfermo y no un delincuente, debido a la ley de Peligrosidad Social. Lo que sí está prohibido y castigado con sanción administrativa es el consumo de marihuana en lugares públicos.
En España existen los denominados “Clubes sociales de cannabis” a través de los cuales los socios pueden acceder al cannabis de forma legal. Estas asociaciones están constituyendo la realidad social de la segunda década del Siglo XXI. Se ha impulsado como una alternativa al modelo de legalización libre. Estas asociaciones sólo permiten la entrada a mayores de edad que ya sean consumidores previamente y que vengan recomendados por un socio, cuidando la calidad e higiene del cannabis y no alimentando el mercado negro ni las mafias de las drogas.
En este país debería de haber un debate serio sobre la legalización de esta droga, cuyo consumo no tiene unas secuelas peor que las del alcohol o el tabaco. La sociedad ha evolucionado en estos treinta años y se tendría que adecuar las políticas en este campo a los tiempos actuales, que deberían ir más dirigidas a la reducción de daños y a la educación para la salud, así como a la prevención, más que a la persecución del consumidor.
La política actual de penalización legal beneficia al traficante y a los que blanquean el muchísimo dinero que genera el tráfico ilegal de la misma, creándose alrededor del tráfico verdaderas mafias de delincuentes que controlan todo el beneficio económico generado; mientras que si fuera legal produciría impuestos y puestos de trabajo, traduciéndose en unos 6.000 millones de euros lo que le reportaría a las arcas del Estado. El cannabis es el vegetal más rentable del mundo a pesar de ser ilegal.
La legalización de la marihuana como droga ha sido y es objeto de debate y controversia desde hace décadas, hay muchas razones legales y de salud pública que recomiendan su legalización. Pero los políticos no quieren reconocer el fracaso en la lucha contra la droga, manteniendo prácticamente las mismas leyes desde los años 60.
Los Parlamentos de los Estados miembros de Europa todavía están en contra del cultivo de cannabis para el comercio regulado ya que piensan que de esa manera se facilitaría demasiado su consumo y aumentaría el número de jóvenes consumidores. Cuando la realidad es que la marihuana es muy fácil de conseguir en todas las ciudades españolas, pero sin control sanitario y alimentando económicamente las mafias que se dedican a su tráfico y creando un submundo delincuencial. Este es un ejemplo más de la hipocresía social de los políticos y miedo a defraudar a los sectores más conservadores de la sociedad.
Quiero terminar con una frase de Albert Einstein, Físico y Matemático:
“El prestigio del Gobierno ha recaído considerablemente, por las leyes de prohibición. Porque nada es más destructivo para el respecto al Gobierno y las Leyes del país, que las Leyes que no pueden ser aplicadas. Es un secreto abierto, que el peligroso incremento del crimen esta cercanamente conectado, con la prohibición del Cáñamo”.
Por Francisco Luís
Fuente VueltadeHoja
Foto Fotolog
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De razón y coherencia, va sobrado esta articulo…muy interesante, me gusta…y si como dice su autor, el gobierno no le hace caso…no quiero ni pensar el caso que me puede hacer a mi … yo como simple consumidor ,solo puedo darle todo mi apoyo..que lo tiene total…