Mes de agosto y mes de vacaciones por excelencia. Apetece con este tiempo echarse la mochila al hombro y perderse por cualquier lugar de la naturaleza, montaña, playa, ríos o costa, compartiendo momentos de aventuras con amigos o la pareja. A la hora de hacer nuestro equipaje, no nos podemos olvidar de todos los bártulos para nosotros consumidores de cannabis, al igual que no nos olvidaremos de ropa, calzado o botiquín de primeros auxilios. Aquí te dejamos una lista de 9 imprescindibles que no deberían faltan nunca en nuestro kit de viaje:
Hierba: lógicamente no nos vamos a ir sin nuestro más preciado tesoro, nuestro cannabis cultivado por nosotros mismos. Siempre con precaución si nos vamos a desplazar, no queramos terminar nuestras vacaciones con una denuncia por tenencia de una sustancia ilegal. Que no falte, pero que tampoco sobre, es mejor volverse sin nada que con la mitad de lo que hemos llevado, un doble problema.
Hash: más fácil y cómo de transportar, a mi por lo menos no me puede faltar una buena extracción. Alguna china la puedes envolver bien en un plástico y meterla en cualquier lugar de la cartera, bien escondida. No pasa nada si te olvidas, el día que menos te lo esperas la encontrarás y te llevarás una sorpresa. Y si te acuerdas a tiempo, puede ser tu última reserva.
Papel: algo tan obvio que muchas veces salimos de casa sin darnos cuenta que al librillo apenas le quedan 2 hojas. Y algo que habitualmente encontramos en cualquier lado, justo a donde vamos es el material más preciado y escasea. Mínimo un librillo nuevo no debe faltar, en todos los grupos existe el que nunca se acuerda del papel, no seas tú uno de ellos.
Papel de emergencia: es aquel papel que cuando todo está perdido y ya piensas en echar mano de cualquier tipo de papel que se tenga a mano, periódicos o libros sagrados incluidos, viene un flash a la cabeza que te recuerda que un día metiste un papel en la cartera… y allí te lo encuentras arrugado y amasado como un chicle pero que curiosamente cumple su función. No te olvides de rellenar la reserva de emergencia.
Grinder: da igual el tamaño o la forma, aunque de viaje cuanto más pequeño mejor. Apenas ocupa espacio y no hay nada como no manipular el cogollo con las manos a la hora de deshacerlo, dejando la mitad de la resina pegada en los dedos. Tijeras, cuchillas y demás, a fin de cuentas ocupan más de un grinder, son más lentas y mucho menos discretas.
Mechero: lógicamente es junto a la hierba lo que no nos debe faltar jamás. Como al coche, antes de salir de viaje le haremos una revisión completa, que tenga el depósito de combustible lleno y suficiente piedra para todos los giros que le daremos. Como sugerencia, probad las mechas de cáñamo para encender los porros, no tienen nada que ver con los encendedores de gas.
Mechero de emergencia: quedarse sin mechero es otro de los grandes dramas en un viaje. En cualquier lugar del coche, en el fondo de la mochila o la maleta, en el bolsillo de un pantalón… es probable que encuentres uno apenas sin gas que decidiste no tirar. Y te lo agradece con un par de buenas llamas que salvan la situación. Repón tu mechero de emergencia, que nunca se sabe cuando lo necesitarás.
Una hoja para filtros: cualquier pequeño trozo de cartoncillo, los que somos aprovechados de una simple tarjeta de visita del dentista o de la prima que abrió un comercio nos llega para hacer 100 filtros. Los que fuman tabaco pueden echar mano de la misma cajetilla. También el mismo librillo de papel, aunque tiene un número de filtro limitado antes de que se empiece a descomponer.
Navajita: no es necesario que sea la navaja de Curro Jiménez, lo cual también podría traernos un problema si nos la ven. Una simple navaja-llavero de 3-4 cm nos puede ser siempre de gran ayuda. Podemos hacer alguna cachimba improvisada con cualquier fruta, rascar como último recurso el grinder reuniendo restos de resina o sacar de debajo de la uña un poco de hash del anterior porro…