NEWS

Madre de niño con epilepsia, afirma que aceite de marihuana ha aliviado su salud

27 December, 2015, 9:00 AM
Facebook
Twitter
Pinterest
Email

Natalia Tangarife, residente en Dosquebradas, Risaralda, quien lleva dos años tratando con un hijo enfermo de epilepsia, asegura que el aceite de cannabis (marihuana) ha mejorado notablemente la salud de su hijo de cuatro años y considera que el decreto presidencial que autoriza su producción, comercialización y consumo con fines medicinales, es esperanzador.

Pese a que la norma apenas fue promulgada esta semana por el presidente Juan Manuel Santos, Natalia ha luchado contra las limitaciones jurídicas y los prejuicios sociales, procurando para superar las graves dolencias causada por la epilepsia a su hijo.

“El niño tiene 4 años, a partir del año empezó con unas crisis muy extrañas y comenzamos con tratamiento farmacológico tradicional, pero al ver que no le funcionaba me puse a intentar con otros tratamientos y también vimos que no funcionaban. Hasta que acudí a otra opción: fue cuando compré el cannabis medicinal que estaban usando en el Estado de Colorado, Estados Unidos, el caso de la niña Charlot”.

“Me empecé a informar cómo era que lo hacían en esos países, y con la ayuda de un amigo que había hecho aceite para su mamá, que padecía cáncer, sacamos la primera extracción y se la empezamos a dar a mi hijo”, relata Natalia.

Observó cómo su hijo se mejoraba de sus convulsiones y cada vez lograba conciliar el sueño con más regularidad; fue cuando comenzó a cultivar la yerba en el patio de la casa, donde la ley le permitía sembrar hasta 19 plantas, una cantidad suficiente para el uso de un solo paciente. “Como era solo mi hijo yo lograba sacar la medicina”, comenta Natalia.

La evolución de su hijo no se hizo esperar. “Lo que más nos causó alegría fue que el niño, a quien ya no lo dejaban dormir las convulsiones, empezó a mejorar y a dormir toda la noche”, recordó Natalia, y contó cómo ya no se le veía tan irritado ni las convulsiones eran tan fuertes ni tan frecuentes.

“Inicialmente como era solo mi hijo yo lograba sacar su medicina con las plantas que tenía sembradas en el patio de la casa, no tenía ningún inconveniente, ya que mientras uno no vaya a comercializar los cogotes o darles un uso diferente, no hay nada ilegal”, comentó Natalia.

“Ya cuando empezaron a unírsenos más familias fue cuando ya necesitamos hacer una alianza, que la hicimos con Fanavi, unos productores de Cauca que tienen sus cultivos en un resguardo indígena, pues como es bien sabido ellos tienen su propia legislación”.

“En una ocasión fui al Congreso con el senador Galán y empezamos a socializar con personas que tenían mucho conocimiento al respecto, hasta ahora cuando el gobierno lo ha reglamentado”, declaró.

Natalia constituyó la fundación “Cultivando Esperanza” que ha suscrito un convenio con Fanavi, unos productores de Cauca, que tienen sus cultivos en un resguardo indígena, a través de los cuales hoy día adquieren el producto que suministran a los pacientes como una nueva esperanza de mejoramiento de la calidad de vida.

Se carecía de reglamentación

La fabricación, exportación, comercio y uso médico y científico de este y otros estupefacientes se encuentran permitidos desde hace varias décadas en Colombia, pero no había reglamentación.

Entre los mayores opositores, se encontraban algunos médicos que trataron de disuadirla. “Los neurólogos y los médicos tenían alguna prevención porque pudiera tener efectos colaterales, pero yo les dije que no creía que la planta dejara peores consecuencias que las terapias que ellos recetaban”, dice Natalia, quien a través de su fundación y por el grupo de Facebook promueve el cultivo y comparte con cientos de miles de colombianos, sus experiencias y recomendaciones para el cultivo, producción y uso de la planta medicinal.

“Lo que buscamos es que los pacientes puedan acceder a fármacos de producción nacional que sean seguros, de calidad y accesibles. Esta también es una oportunidad para incentivar la investigación científica en el país”, declaró el presidente Juan Manuel Santos.

Llevábamos dos años desde que empezamos con esta lucha, porque nosotros lo que buscábamos era un respaldo en investigación, un protocolo, porque todo lo que hicimos lo hicimos por el método prueba ensayo error y hoy ya hay forma de establecer un manual.

Compartir Post:

Publicación relacionada

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

SUSCRÍBETE A NUESTRO BOLETÍN

Ingrese su dirección de correo electrónico y reciba actualizaciones de La Marihuana.

te podría gustar

Publicación popular